He Is My Best Friend.

Capítulo 7.

Estamos en un cuarto, nose que estoy haciendo ni como llegue aquí, he perdido la cabeza, me prometí a mi mismo dejar esto. Me aparto de la rubia, la cual me mira confundida.

-¿Que pasa? -dice medio molesta. Trata de besarme, pero la aparto.

-Lo siento -digo mientras - no puedo. Lo siento. -digo otra vez mientras salgo de la fiesta y me siento en el pasto delantero. Mi vista se vuelve al escuchar a una castaña quejarse.

Hago todo lo posible para moverme dentro de toda la multitud y la veo. Un tipo la está manoseando, sobre todo en su maldito culo, nadie la nota menos yo, joder. La rabia crece en mi y de pronto estoy dandole puñetazos al tipo desconocido hasta tumbarlo al piso para después separarme.

-Vamonos, no vale la pena ¿si? -susurra mi castaña mientras siento su toque en mi mano, la esta entrelazando con la mia y no puedo evitar ver sus hermosos ojos mieles que brillan mágicamente.- Salgamos de aquí, porfavor. Rubio me quiero ir. -asiento rápidamente y salimos del lugar, sin decirnos nada subimos al coche y arrancamos.

-¿Quien te trajo aquí y porqué? -habló seriamente mientras paro en la luz roja.-

-Fue Ryland -susurra tímida- pero no fue su culpa y lo sabes, el solo quería alegrarme la noche.

Tiene tanta razón...

Lose -suspiro pesadamente para después mirarla son suavidad- cometo errores y se que este es uno imperdonable, pero joder nose que hubiera pasado si ese tipo te hubiera hecho algo. -ella no dice nada, solo sonrie, pero no de esas sonrisas radiantes, es una sonrisa de tristeza, es obvio el porque.- Laura, quiero volver a intentarlo, quiero hacer las cosas bien, desde cero.

-¿Te refieres a ser amigos otra vez? -pregunta caudelosamente.

-Si, pero me gustas y te voy a volver a conquistar preciosa, no me importa cuanto me tarde, yo siempre te amaré. Eres mi pequeña Caperucita. -susurro y acaricio su mejilla y esta no dice nada, solo se estremece por mi tacto- te llevare a casa.

Puedo ver de reojo que sus ojos ya no dan para más, esta por dormirse a unas cuadras que faltan para llegar. Se ve tan tierna dormida, es como un angelito, mi angelito caído del cielo para volverme loco por ella y su luz radiante. Ese ángel que me salva de mis demonios y tranquiliza mi vida, es ella y no la volveré a perder por una estúpidez más.

Al llegar la bajo con cuidado y la cargo de modo que esta se acurruca hacía mi pecho y no puedo evitar sonreír. Abro la puerta de su departamento con la llave que encontre en su bolsillo y la llevo al cuarto y la tapo con la manta, joder es tan hermosa. Le doy un beso en la frente y antes de irme la miro por última vez, tan hermosa, tan frágil, tan ella, tan mia y completamente mia, mi Laura.