3. Rencuentros extraños

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Ya era la hora del almorzar y quede con los gemelos y mi hermano para almorzar todos juntos.

Nat, Abby y yo fuimos a la habitación para ayudar a Nat con sus cosas y para cambiarnos un poco.

- Esta habitación esta genial - dice Nat sorprendida admirando él lugar.

- Lo pintamos nosotras - dice Abby orgullosa por su increíble creación. Nat suelta una risita y asiente.

- Se nota que fueron ustedes. Tienen buen estilo chicas - nosotras sonreímos y agradecimos.

Nat colocó sus cosas en su cama. Eran tres camas individuales y Nat escogió la del medio, ya que Abby y yo siempre preferíamos las puntas.

- Oigan, ¿no es raro que un internado deje alterar un dormitorio? - pregunta Nat refiriéndose a los cambios que le hemos hecho.

- Si, pero cuando tus padres son amigos de la directora, uno obtiene ventajas - explica Abby y Nat asiente.

Resulta que los padres de Abby, eran mejores amigos en la secundaria y universidad, así que por lógica la directora deja que Abby haga lo que quiera, ya que le tiene mucho cariño.

- Bueno chicas, mejor que vayamos rápido a la cafetería. Ya es tarde.

Ellas asintieron, y emprendimos nuestro viaje hacia la cafetería.

Hablamos de cosas sin sentido todo él camino, pero lo que no entendía era porque cuando decía le nombre de mi hermano Abby y Nat se tensaban.

Divise a mis primos y a Leonardo sentados juntos a otros dos chicos hablando animadamente.

Me acerque a ellos, pero me di cuenta que Nat y Abby se habían quedado atrás. Rodé los ojos y fui a por ellas.

Las tome del brazo a cada una, y las lleve literalmente arrastradas hacia la mesa.

- Mi amor - exclamó Leonardo y me abrazó fuerte. Le correspondí él abrazado y nos separamos poco a poco.

Abby estaba atrás viendo la escena.

- Hola, Abby - dice él con cierto nerviosismo mientras seca él su dos de sus manos con sus jeans.

- Hola Leo - Abby estaba igual de incomoda que todos aquí.

- ¿Quieren pizza? - anima Jake quitándole él aire pesado que estaba en él ambiente. Todos asentimos.

Cuando Nat y Leo se iban a sentar, los detuve a los dos.

- Oye Leo, te presentó a Nat - los dos se miraron y pararon en seco. Natalie tragó notoriamente.

- Ya nos co... - Natalie lo interrumpió.

- Mucho gusto, soy Natalie - extendió su mano para que Leo le estrechara. Él la miro confundido pero igual tomo su mano.

Nos sentamos en la gran mesa y empezamos a comer una pizza que habían pedido los gemelos.

Los dos chicos amigos de Leonardo eran muy simpáticos. Uno se llamaba Kennan y otro Josh.

Unos chicos se acercaron a nuestra mesa, y los dos que encabezaban él grupo eran los Valois.

- Buen provecho - dijo Caleb acercándose a la mesa y posicionándose detrás mio. Yo asentí y agradecí al igual que Abby, pero los demás no hicieron nada.

- Oh vaya, aquí esta Lerman - dice fingiendo sorpresa Chase. Pensé que era conmigo, pero en realidad era con mi hermano.

- Buenos días Valois - dice mi hermano - Es una grata sorpresa conseguir nos aquí.

- Lo mismo digo hermano - dice Chase - no es así Caleb.

- Sí, siempre es bueno ver a antiguos amigos de el pasado - habla Caleb.

- Oye, ¿yo te conozco? - le pregunta Chase a Nat que notablemente estaba nerviosa.

- No para nada. Me debes estar confundiendo con alguien más - dice ella tapándose ligeramente su cara con su cabello.

- Pero yo te he visto... - Caleb interrumpió a su hermano.

- Vámonos Chase. Un placer volvernos a ver, Lerman - dice Caleb y luego me mira - Espero verte más tarde, pequeña Lerman.

- Por supuesto - sonreí y el imitó mi gesto y desapareció de mi vista.

Natalie, Leonardo y los gemelos querían asesinarme con la mirada.

- ¿Que sucede? - pregunto confundida.

- No te acerques a los Valois - me dijo Leonardo en forma autoritaria.

Me reí.

- Tu no me mandas, hermanito.

- Claro que sí. Así que no te vas a acercas a ellos nunca, y menos a Caleb ¿ok? - repite él un poco mas fuerte y ruedo los ojos.

- Si yo quiero lo hago, y demás ¿tienes alguna razón para que no me acerque a él?

Él mira a Natalie pero ella se encoje de hombros viendo su plato de ensalada.

- No lo hagas y ya - advierte él con un tono mas fuerte.

- Mirame - me levanté de la mesa y camine hacia la de Los Valois.

Mi hermano intento detenerme pero ha era tarde, ya estaba sentada con ellos.

- Vaya sorpresa, pequeña Lerman - dice Caleb sorprendido por mi repentina acción.

- Así es verdad - reí coqueta- Bueno, solo quería decirte que nos vemos luego ¿ok?.

- Esta bien, linda - sonrei y besé su mejilla.

Chase no se inmuto ni un momento de mi acción, así que no le tomo importancia.

Mire hacia la mesa en donde estaba mi hermano, y él estaba sentado con la cara roja y un tenedor en la maní, apretándolo fuertemente. Natalie seguía con su vista perdida, y los gemelos estaban nerviosos, mientras Abby no entendía que pasaba.

Le saque él dedo del medio a mi hermano, y camine hacia mi habitación.

...

Apunto de caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora