CAPÍTULO UNO

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Chanyeol miraba por la ventana del autobús, desde la mañana sentía que hoy también sería un mal día pero no lo decía en voz alta. Sólo sonreía y le deseaba un buen día a cualquiera que viera. Ese era él, optimista aun cuando ya todo estaba perdido.

Sus días de estudio habían llegado a su fin recientemente, ahora sus preocupaciones estaban centradas al cien en encontrar un trabajo durante las vacaciones para así solventar los gastos de la universidad, aún había tiempo...

Él realmente disfrutaba el verano, siempre le pareció que nunca era suficiente y quizás era porque es un perezoso. Aunque era otoño y el otoño le parecía triste, por otra parte el invierno le encantaba porque la navidad estaba cerca y él amaba la navidad.

El autobús se detuvo, descendió y se colocó la capucha de su chaqueta, se dirigió hacia su casa.

— ¿Podrías decirme qué hora es? —una voz le sacó de su ensoñación.

Miró en dirección de aquel individuo con voz tan deliciosa y entonces se encontró con un enano.

Dos grandes y redondos ojos le miraban con atención, labios cerrados y delicados, tan delicados y con forma de corazón ¿Eso se podía?

—Ah... si... ag... Aguarda —Tartamudeó exponiendo su muñeca izquierda donde su reloj reposaba - Son las nueve con quince.

—Gracias —dijo el más bajo y continuó su camino, alejándose de Chanyeol.

Ambos caminaban sobre la misma acera y era incomodo, Kyungsoo comenzó a suponer que ese gigante le estaba siguiendo así que apresuró el paso y entró en el edificio aunque resultó que el otro chico también ingresó al mismo lugar.
— ¿Me estás siguiendo? —lo encaró por fin, luego de avanzar dos pisos.

Chanyeol sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta del departamento de al lado.
Kyungsoo se sintió patético, sin decir nada sólo llamó a la puerta.

Al abrirse se encontró con Baekhyun, quien le esperaba con mala cara —Llegas tarde, otra vez... —hizo énfasis en la última parte de la frase.

Entró quitándose los zapatos y avanzó hasta la sala donde se tumbó sobre el sofá. Baekhyun lucía realmente molesto, pero eso no era nada nuevo, siempre se molestaban y a continuación se reconciliaban.

Kyungsoo le indicó que se sentara a su lado y el muchacho con pijamas de cachorros lo hizo, no sin antes cruzarse de brazos y hacer un puchero.

Para cuando el chico lo hizo, las manos ágiles de Kyungsoo rodearon su cuello con ternura.

-Perdóname ¿sí? -Dijo con suavidad al mismo tiempo que acariciaba la mejilla de Baekhyun con el dorso de su mano.

Baekhyun a quien le era imposible continuar molesto sonrió antes de inclinarse y juntar sus labios con los de Kyungsoo. A Baek siempre le habían parecido un paraíso, suaves y cálidos, a veces frescos y húmedos, otras sólo un oasis en el que se perdía. Kyungsoo era eso para él, a diferencia de su novio, él siempre supo sobre su homosexualidad, aunque a pesar de haber experimentado lo suficiente con otros muchachos, Kyung era la excepción, él no sólo le atraía de forma física, era algo completo y eso le gustaba.
—Kyungsoo-ahh —gimió en medio del beso consiguiendo así que el mencionado comenzara a excitarse.

Los brazos de Kyungsoo rodearon por la cintura al castaño apegándose más el uno al otro mientras el beso se intensificaba. La lengua de Baekhyun exploró la cavidad bucal del más serio, mientras que éste le conducía hacia la habitación de su amigo.

Mientras tanto Chanyeol preparaba una sopa, aún no había acondicionado del todo su nuevo departamento por lo que lo tenía hecho un desorden.

Probó una cucharada de su platillo -Uhm... no está mal -se dijo así mismo y luego apagó la flama de la estufa.

Buscó dentro de la alacena un plato y al encontrarlo escuchó un ruido extraño —Ahh... KYUNG... ¡AH! —Un ruido que después de todo no era tan extraño, hizo que el tazón de plástico que Chanyeol tenía entre sus manos cayera al suelo.
—Como los gatos —susurró.




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