Kyungsoo siempre era puntual y esa era una de sus cualidades, pero esta vez era un defecto y uno grande.
Baekhyun no lo había notado, mientras que Chanyeol sí.
Había sido el primero en ver a ese pequeño chico, sosteniendo su celular entre las manos mientras caminaba completamente solo hacia la entrada del parque.
El muchacho de grandes orejas calló, fingiendo, intentando ocultar con todas sus fuerzas lo feliz que se sentía de estar ahí en el mismo ligar, como sí el destino le hubiera hecho una buena jugada juntándolos. Esta alegría inmensa se esfumó sólo un poco cuando recordó que otros también estarían, que a Baek no le caería en gracia ver al dulce Kyungsoo y sobre todo porque era obvio que Kyung no estaba incluido en sus planes de grupo.
Algo estaba mal y eso era que su pequeño amigo, seguramente tendría una reunión con quién sabe quién.
Lo dejó pasar.
Luhan escuchó a Minseok ―Me ha llamado Jongdae, quiere que vayamos con él y los chicos al parque de diversiones ¿Vas? ―había dicho él.
Las palabras hicieron clic en su cabeza y entonces el pánico se apoderó de él. ―¡YIXING VISTETE RÁPIDO, VAMOS A SALIR! ―gritó y su primo salió listo en un santiamén.
Minseok estaba sorprendido por la rápida reacción de Lu y lo único que escuchó mientras era jalado hacia la salida era ―Va a llover sangre, debemos apresurarnos.
Sehun iba en camino, estaba a un par de minutos de llegar tarde a su "cita" así que comenzó a correr.
Chanyeol vio a lo lejos una figura alta y esbelta atravesar la entrada corriendo y sus pensamientos finalmente se ordenaron. Sehun y Kyungsoo estaban en una cita.
Jongin era aún más puntual que Kyungsoo, llegó media hora antes debido a los nervios. Se sorprendió de ver al bajito llegar tan temprano y tan bien arreglado, no como las últimas veces que le vio sino como al Kyung que él conocía.
Su elegante y casual amigo, que lucía como un modelo, como un muñeco viviente.
―Kyungsoo, finalmente ¿Eh? ―le dijo refiriéndose a su usual apariencia.
Kyungsoo sólo sonrió con timidez, se quitó las gafas y las guardó dentro de su chaqueta.
―¿A dónde quieres subir primero? ―ambos mantuvieron una plática amena mientras aguardaban a la llegada de Sehun.
Más tarde se encontraron con Sehun medio sudado y ligeramente despeinado, pero que mantenía su imagen de manera espectacular.
Jongin supo que su competencia sería ardua, Kyung siempre atraía chicos atractivos. Primero Baek, luego él y finalmente éste niño de escuela media.
El trio se dio un paseo por la locación, comieron golosinas y tomaron fotografías para luego subir a la primera atracción.
Al otro lado del parque estaban siete chicos armando alboroto, eran tan ruidosos y alegres, todos menos Luhan quien estaba hecho un mar de nervios. Debía encontrar a Sehun de inmediato y advertirle sobre la situación, Chanyeol tampoco estaba tan tranquilo pero lo ocultaba bastante entre risas y chistes.
Suho estaba tenso en un principio pero al ver a Yixing llegar, su corazón se apaciguó. Lo tomó del brazo y hasta el momento no le ha soltado, no mencionó nada, no dijo nada, sólo disfruta de la cercanía del chico con bellos hoyuelos.
Jongdae, Baekhyun y Chanyeol no dejan de señalar por aquí y por allá, el clima es perfecto para estar en vísperas de navidad. Baek le pone al más alto una diadema con orejas de elefante y le dice que se ve encantador, Yeol sólo sonríe y le pone un gorro de cachorro.
Jongdae sabe que debe hacer su jugada o el corazón del chico con ojos de perrito le sería arrebatado.
―Hey Baek, mira por acá ―le dice y le toma una fotografía.
Baekhyun sonríe de forma angelical y le jala una mejilla.
Minseok quien no puede disfrutar del todo el paseo debido a la tensión de Luhan decide apartarse no sin antes susurrarle a Jongdae que seguiría según lo planeado.
Sehun ha apagado su celular para no ser interrumpido, ha descubierto que aquel chico Jongin es bastante hábil y no ha perdido ni un segundo para lucirse frente a Kyungsoo, eso le molesta y no por celos, algo en él le da mala espina, porque teme que su amigo resulte herido otra vez.
Intenta ponerse en medio y así arruinar sus planes de conquista. El bajito lo agradece con una sonrisa y sigue comiendo de su helado.