Prólogo.

220 20 2
                                    

Cuando apenas era una niña, me di cuenta de que tenía dos opciones en la vida: ser la chica dulce y buena que el mundo se come o ser una chica mala y egoísta que se le escupe a ese mundo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando apenas era una niña, me di cuenta de que tenía dos opciones en la vida: ser la chica dulce y buena que el mundo se come o ser una chica mala y egoísta que se le escupe a ese mundo.

Desde muy pequeña, observé que las personas me querían mucho, tanto que me hacían sentir como una cucaracha solo por ser diferente y no pensar como ellos. Nunca fui una niña normal; mi memoria eidética me hacía ser un tipo de "prodigio", aunque los demás niños no lo veían así.

Para ellos, yo era simplemente una niña inteligente a la que podían acosar, pero se equivocaron al juzgarme. Resulta que yo también sabía darles su merecido, y no solo con la mente. Siempre me defendí, y eso ha sido así hasta ahora, en mi último año de secundaria.

Era la chica popular de McLean, con un novio tan ardiente que podía freír un huevo en su pecho y unas amigas tan divertidas que todos amaban. Pero lo más importante era mi estatus. Yo era la reina de la colmena, la que mandaba y la que todos admiraban.

No soy rubia, no tengo los ojos claros, no soy la más femenina, ni siquiera quiero estar cerca de las porristas y mucho menos soy tonta. Pero tengo un cuerpazo, una sonrisa que enamora y un carisma que arrasa. O bueno, tal vez exagere un poco...

Gracias a muchas sonrisas amables y mucho carisma, logré llegar a la cima de la pirámide alimenticia escolar. Mi vida era perfecta, de película, de esas que te hacen poner verde de envidia.

Hasta que una tal Adela Wodman, la santa del colegio, me quitó el puesto de reina. ¿Qué se ha creído esta tipa?, me quitó el puesto de abeja reina. ¿Dónde está mi espejito mágico cuando lo necesito?

Adela era la nerd de McLean, pero un día se levantó con ganas de fastidiarme y se dijo: «Hoy voy a dejar a Harmony con la boca abierta». Y vaya si lo hizo, porque ese día era el baile de inicio de curso.

En el baile se presentó como si fuera una modelo de pasarela, nada que ver con la Adela de siempre. Ya no llevaba sudaderas que parecían sacadas de un contenedor, ni pantalones que le sobraban por todos lados, ni gafas de abuela, ni frenos que hacían que te salpicara cuando hablaba. Ni siquiera esas zapatillas que me hacían sangrar los ojos cada vez que las veía.

Se había convertido de la noche a la mañana en una mariposa despampanante. Cuando entró por las puertas del gimnasio, estaba tan cambiada que ni su madre la reconocería. Llevaba unos lentes de contacto que resaltaban sus ojazos azules, se había quitado los frenos, su pelo rubio y rizado le caía por los hombros. Llevaba un vestido rojo que le quedaba de muerte y unos tacones beige que me daban ganas de robárselos... o pisárselos para que no los vuelva a usar.

Parece que con solo cambiarse el look se había vuelto la chica más segura del mundo.

Parece que estoy atrapada en el horrible cliché de la chica nerd contra la chica popular. Estaba siguiendo los pasos al pie de la letra, tal como lo hacían todas las nerds en Wattpad: tener una metamorfosis gigantesca, pasar de ser una nerd con lentes y sin confianza a convertirse en una modelo de Victoria's Secret. Y todas esas típicas novelas terminaban con una chica rubia sin nada.

Wattpad me había advertido de esto; tenía que haberlo deducido; era solo cuestión de tiempo para que sucediera. Pero yo, como buena estudiante que soy, no leí ningún libro de esos. Solo leí fanfics de Soberbia y Suspicacia.

Debí haber anticipado ese ascenso de la nerd, pero, confiada como soy, no hice caso. Desde aquel fatídico día, todo ha dado un giro de 180°. Nada ha seguido su curso habitual.

Mi novio, Brandon, me dejó. Yo no lo amaba, ni mucho menos. De hecho, lo odiaba más que a las espinacas en la cena. Pero él fue quien me dejó y eso es inaceptable para mí. Yo soy quien deja, a mí no me dejan. Eso me dolió en el orgullo y, para colmo, se fue corriendo con la rubia que hasta hace unos días para él tenía «Más silicona que cerebro».

Y yo, que soy tan lista, no me di cuenta de que él solo estaba conmigo por mi status social.

Pero Adela tuvo la desfachatez de aceptarlo como novio. ¿Acaso ese estereotipo de nerd tiene alzhéimer? ¿O se golpeó la cabeza y perdió la memoria? Porque él la trataba peor que yo. Y eso no es cualquier cosa.

Después de eso, mi popularidad se fue al garete. Todos iban detrás de la chica sexy, novia del capitán del equipo de rugby, y a mí me ignoraban como si fuera publicidad de YouTube. Pero, ¿no ven que es la misma de siempre? Ella siempre fue así. Lo que pasa es que ahora tiene confianza y no lleva gafas; por lo demás, es la misma chica.

Lo único que me quedó fue mi fama de chica mala. Porque hasta mis "amigas" se largaron para no quedar como fuera el Titanic, se hicieron uña y carne de Adela para dejarme tirada.

Ahora, Adela tiene todo lo que era mío, pero esto no va a quedar así. Ninguna de las novelas de Wattpad prepara a Adela para lo que le viene encima, a ella y a todos los idiotas que me abandonaron. Porque yo no soy como las tontas superficiales de las antagonistas de esas novelas, yo no me voy a conformar con su «...Y vivieron felices hasta que entraron a la universidad y se buscaron otras parejas y amigos mejores que los anteriores».

El primer asalto fue mío, el segundo de ella, pero falta el tercero y Harmony Brooks no pierde una guerra. Bueno, algunas batallas, pero no la guerra.

Adela no se dio cuenta de un pequeño, GRAN, detalle, y es que yo no soy una animadora rubia y superficial de una película de los 2.000, soy vengativa, inteligente y la chica mala del instituto.

Nadie me ha humillado nunca y Adela y su pandilla de idiotas no van a ser los primeros. Que se prepare la pequeña Adela porque ahora voy a por todas, ya que es hora de...

—Misión: ¡VENGANZA!

—Misión: ¡VENGANZA!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Misión: VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora