Hoy me levanté con más sueño que lo usual. Estuve chateando hasta las 10, y yo que me acuesto entre las 9, así que para mí es muy duro acostarme a las 10.
Salí de mi casa y llegué a la parada del autobús. Mientras estaba allí, recordé la broma que le hice a Matías y a Melanie; me siento tan bien, ya que ellos se lo merecen. Se detuvo un autobús y me subí en él; con la poca energía que tenía apenas logré divisar un asiento vacío. Me senté junto a una chica de mi edad, pero rubia.
Me encuentro con Hannah y entramos a McLean, pasamos por el casillero de Brandon, ya que el aula de historia se encuentra más allá de su casillero. Recordé todo lo vivido con Brandon y concluí que fue tiempo perdido; también recordé la broma que le hice, y me siento bien por eso, él se lo merece.
Llegamos a la clase de historia y el profesor nos sorprendió con una prueba; fue realmente inesperada. También tuvimos música y teatro, y luego salimos al receso. Fui a la cafetería y recordé el primer día de la venganza; recuerdo la cara de Juliette, y por la expresión que puso, me doy cuenta de que lo disfruté muchísimo.
Entré a la última clase del día, Biología, pero tuve que salir treinta minutos después de comenzar porque la naturaleza llamó, y a la naturaleza no se le puede dejar en visto ni ignorar porque ataca con fuerza. Fui al mismo baño donde le hice la broma a Paige; la cara de esa chica superficial fue grandiosa, me encantó, ese día sí que estuve muy feliz.
Cuando regresé a la clase, estaba dispersa y desconcentrada, pensando mucho en la Misión: venganza. He estado replanteándome mucho esta semana que ha transcurrido y no estoy muy segura de estar orgullosa de todo lo que he hecho.
Han pasado muchas cosas, buenas y malas; he estado en la cima de la felicidad y en lo más profundo de la tristeza, he llorado, me he enfadado, y todo por esta venganza. Pero no me arrepiento de casi nada; al contrario, estoy muy feliz y orgullosa por casi todo lo malo que hice, por lo que les hice a esas personas que se lo merecían, aunque ese "casi" que no se lo merecía también sufrió mi ira. Hoy es el día final; hoy enmendaré todo lo que hice y terminaré mi venganza; hoy daré por finalizado todo esto que hice.
—¿Anotaste todo para el examen? —me preguntó Hannah al salir de la clase de Biología.
—¿Ah? —pregunté yo, distraída—. Perdón, es que no me pude concentrar en nada hoy.
—Tranquila, yo te lo paso —dijo ella con una sonrisa. Esta venganza no solo me trajo cosas malas, también me enseñó a valorar a las personas como Hannah; ahora la aprecio más y sé que es la mejor prima del mundo.
—Harmony, podemos hablar contigo —interrumpió Paige, acompañada de Melanie, Julie y Matías.
—Y yo quiero hablar contigo, Hannah —dijo el chico, y Hannah asintió; se fueron por los pasillos para hablar a solas.
—Harmony, solo queríamos decirte que lo sentimos mucho —dijo Julie con una expresión forzada.
—Sabemos que nos equivocamos al irnos con Adela—habló esta vez Melanie, con más sinceridad que Juliette.
—También sabemos que fuiste tú la que nos hizo las bromas, pero te perdonamos y esperamos que nos perdones a nosotras —dijo Paige, hipócrita como siempre.
—Aprecio mucho esto, pero pueden guardárselo —respondí con cinismo—. No les estoy pidiendo perdón, así que no entiendo qué están aceptando. Nosotras no éramos amigas, nunca lo fuimos; ustedes son unas traicioneras, doble cara y carentes de personalidad —señalé con mi cabeza a Julie al decir «traicioneras», a Paige al decir «doble cara» y a Melanie al mencionar «carentes de personalidad».
—No sé cómo pude pensar que ustedes eran importantes para mí. Son despreciables. Julie está enamorada de Brandon y planeaba arrebatármelo —dije, señalándola—. Melanie carece de personalidad; lo único que quiere es seguir a Paige —continué, señalando a Melanie—. Y tú, Paige —la señalé—, eres la peor; eres una envidiosa, siempre quisiste mi popularidad, y si Adela no me la quitaba, tú lo habrías hecho. Todas volvieron porque se dieron cuenta de que todo el instituto ahora me apoya, porque si no, no les habría importado lo que me pasara.
Me alejé de ahí, dejando a Juliette con la boca abierta, a Paige con ganas de asesinarme y a Melanie con ganas de llorar en el baño. Me dirigí a la cafetería, ya que tenía que esperar a Hannah, que aún estaba hablando con Matías.
¿Y qué mejor lugar para esperar que uno con comida?
Al entrar a la cafetería, noté que el piso estaba mojado y había un balde lleno de agua limpia y otro con jabón. Me senté en una de las mesas, reflexionando sobre todo lo que les dije a esas impostoras, y sí, se lo merecían. De repente, sentí que alguien se sentaba junto a mí; al voltear, me encontré con...
—Imbécil —exclamé con rabia.
—¿Así llamas a tu novio? —preguntó Brandon con arrogancia.
—No, así llamo a mi exnovio.
—Pero regresé. Como has deseado desde que me fui y todo porque te amo —dijo con una sonrisa cínica, me provoca quitarse de un golpe.
—No me vengas con estupideces, tú solo te amas a ti, jamás saldría de nuevo contigo. Si acabo de negarle mi preciado perdón a tres chicas que me lo pidieron ¿Crees que voy a aceptar sin ni siquiera un lo siento? Jódete.
—Pero yo soy yo, yo soy el chico que todas quieren— dice levantándose y señalándose todo el cuerpo.
—Pues ya encontraste a una que te quiere cerquita, pero de Júpiter— digo levantándome también.
—Pero si deje a Adela —dijo acercándose, pero se abre la puerta y se deja ver a Adela.
—Me terminaste —dijo acercándose a nosotros—, pero porque ella es más popular que yo y ahora la necesitas a ella. Ayer hablé con Harmony y lo sabe todo.
—¿Sabes qué? Me di cuenta de que todo esto de la venganza contra Adela no debió haber sido contra ella, debió haber sido contra ti y todo el conjunto de popolares que están contigo. Adela no se lo merecía porque ella solo recibió, no me quito nada, los que me abandonaron fueron ustedes, por eso me sentía tan culpable cuando pensaban en las bromas contra Adela. Lo siento, Adela—me disculpé.
—Tranquila, todo está bien, yo también me equivoqué— contestó sincera con los brazos extendidos para un abrazo, pero yo no soy esa clase de chica, ella bajo los brazos al ver que yo no la iba a abrazar.
—Ahora que todo está perdonado, podemos redirigir nuestro odio a nuevas actividades, por ejemplo: limpiar la porquería de nuestro pasado ¿Sabes cómo podríamos iniciar? —miro el balde de agua y el balde de jabón.
—Me hago a la idea— dijo la rubia y las dos fuimoshacia donde estaban las dos cubetas, ella agarró el balde de agua y yo el dejabón, y se los lanzamos a Brandon.
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Misión: Venganza
Short StoryAdela Woodman, quien era la marginada de la escuela secundaria W.P. McLean, se ha convertido en la pesadilla de Harmony Brooks. Esta última, la reina indiscutible de la popularidad, se enfrenta a un dilema: ¿cómo lidiar con la transformación radical...