Capítulo 16

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PDV: Emma

Esperábamos que pasarán aquellos días para ver si sucedía algo extraño con Teresa.

No sospechábamos nada de ella, todo iba como siempre.

Ese mismo día no hicimos gran cosa la gente trabajaba y nosotros no salimos al laberinto estubimos pensando y hablando entre nosotros.

Pero esa misma noche...

Las puertas del Laberinto no se cerraron.
Nunca se habían retrasado.

Ahí empezó la locura y empezamos a desconfiar de Teresa porque era la primera vez que ocurria eso y justamente despues de su llegada. No sabíamos que pasaría a continuación, estaba con Marta, Minho y Thomas y fuimos corriendo a decírselo a Newt. Estaba en la Hacienda.

-¡Newt las puertas no se cierran!- dijo Marta preocupada.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!- dijo preocupado.

-Ven a ver que opinas.

-Venga, vamos.

Fuimos a verlo, los cinco nos asomanos a una de las puertas del laberinto y de fondo se escuchó los gritos de los lacereadores.

-¡Corre Newt, ves a reunir a todos los clarianos en la Hacienda!- le dije nerviosa.

-Voy- dijo y se fue corriendo.

Miré a Minho preocupada nos quedamos unos minutos en la puerta para ver que pasaba.

Yo estaba en el centro de la puerta cuando de repente un lacereador empezó a correr hacia el claro. En el último segundo Minho me empujó para que no me aplastara o picara el lacereador. El también se pudo apartar a tiempo.

Nos fuimos corriendo a la Hacienda mientras llegaban lacereador tras lacereador y llegamos a tiempo para cerrar todas las puertas.
Empezamos a bloquear las puertas con sillas, mesas y todo lo que pudimos.

Todos los Clarianos estábamos arriba. No se escuchaba ningún ruido reinaba el silencio, sólo se escuchaba los horribles chillidos de los lacereadores.

Marta y yo miramos por una rejilla de la ventana que habian tapado con madera y vimos un montón de lacereadores llegar.
No quisimos alarmar a nadie y nos callamos.

Se escuchaban sacando sus pinchos y rodando por todo el claro.

Volvimos a mirar y habían rodeado toda la Hacienda en un círculo. No teníamos escapatoria.

Pasó media hora y seguían allí, no sabíamos que hacer.

Marta y yo decidimos ir a buscar a Thomas, Minho y Newt.

Pero vimos a Chuck aterrorizado a nuestro lado y no lo podíamos dejar ahí.

-Chuck, ven- le dijimos.

-Voy.- dijo.

Fuimos a buscarles.

-Oye, ¿Qué hacemos? Están todos ahí fuera rodeando la Hacienda.

-No lo sé, llevan ahí un rato.

Decidimos bajar pero Chuck dijo:

-No es que tenga miedo ni nada, pero prefiero quedarme aquí con los demás.

-Vale.- sabía que tenía miedo.

                    *          *          *
Nos reunimos con Thomas, Minho y Newt.

-¿Y si salimos?- inquirió Thomas.

-¡¿Qué?!- chilló Minho.

-No creo que se vayan a ir.

-¿Y que aremos ahí fuera?- pregunté yo.

-No lo sé- contestó Thomas.

-Esto es intento de suicidio.- replicó Minho.

Miré a Marta. Estaba apoyada en la pared, mirando a la nada.

-¿Tu que opinas, Marta?- pregunté.

-Yo opino que Thomas tiene razón. Tenemos que salir ahí a ver que pasa, y estar preparados. Si hace falta luchar, lo haremos.

-No pretendo ser agua fiestas. Pero...¿Cómo pretendes que nos enfrentemos a esas cosas? Nos superan en número y armamento- Minho parecía enfadado.

-¿Tienes alguna idea mejor?-Contestó Marta.

-No-Dijo todo serio.

-Entonces salgamos.

-Buf...-Me dijo Minho al oído.

Empezamos a salir y nos pusimos los cuchillos detrás por si nos atacaban. Al principio no nos hacían nada estaban como petrificados pero no podíamos bajar la guardia.

De repente un lacereador gritó y sacó los pinchos. Pensábamos que nos iban a atacar y nos pusimos espalda contra espalda los cuatro.

Se fueron así sin más.

-¿Qué cojon... acaba de pasar?-Dijo Minho sorprendido.

Nadie respondió porque nos quedamos boquiabiertos.
No creo que fuera porque estaba amaneciendo porque aún quedaba media hora.

-Podéis salir- dijo Marta.- Se an ido.

Teresa fue la primera en salir, luego Chuck, Newt, Alby....

-¿Qué les habéis echo para que se vayan?- pregunto Newt.

-Nada, emos salido aquí fuera y se an ido.- dije.

-Bueno, ya estamos a salvo, ¿no?- preguntó Newt.

-Emm... Sí, supongo.

-Perfecto, todo el mundo a trabajar.-Ordenó a los clarianos, como si no hubiera pasado nada. Se acercó a nosotros y nos susurró- No quiero que nadie se entere de nada que los pueda asustar.

-Vale.- contesté.- Tranquilo, no diremos nada de lo que ocurra fuera de lo normal, aunque todo lo que pasa aquí no es muy normal que digamos.

-Gracias, os dejo, tengo trabajo que hacer- y se marchó.

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El capítulo de hoy lo hemos echo largo en compensación al anterior.
Esperemos que os haya gustado.

Love in the Maze •The Maze Runner• Thomas~MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora