¡No está!
Saqué lo poco que tenía de mi casillero y lo vacié por completo en busca de mi vestido pero por más que lo buscaba no lo encontraba por ninguna esquina. Aventé el delantal del trabajo dentro, tomé mi celular y cerré con fuerza el casillero.
- ¿Cómo rayos es que se roban un vestido pero no un celular? - grité.
Salí hecha una furia por la puerta y comencé mi camino a casa ya que no iría a la fiesta con esta ropa sucia y vieja. Unas calles después del establecimiento, escuché unos pasos tras de mí, siguiéndome, así que me giré en busca de quién me estuviera acosando.
-¿Quién está ahí? - pregunté a la nada - ¿Hola?
Al asegurarme de que son sólo alucinaciones mías seguí mi camino. Llegué hasta la parada del autobús y justo cuando estaba a punto de sentarme, reconocí al chico de antes sentado en la banca.
- Hola - hablé animada.
Por lo menos no acabará el día tan mal.
- Ho...hola - contestó inseguro. No recordaba que este chico fuera tan tímido.
- ¿Esperas a alguien más o también tomarás el autobús?
Me acerque a él para mirarlo más de cerca, pero él se alejo de mí justo antes de poder sentarme a su lado. Me miró y en su mirada pude percibir el terror que sentía. Noté un leve temblor en su labio antes de hablar.
- ¿Estás bien? - pregunté preocupada.
Estiré una mano hacia su mejilla para intentar tranquilizarlo, pero él se alejó. Un fuerte ruido me hizo saltar antes de tocarlo. Miré hacia todos lados buscando de dónde había provenido, pero sólo logré encontrar un contenedor de basura tirado a media calle.
¿De dónde había salido?
El chico a mi lado se levantó cuando lo vio también y dio varios pasos hacia atrás sin despegar la mirada de mí.
¿Qué mierda le pasa? ¿Tan mal estoy? Lo siento chico, pero no pude arreglarme antes de salir del trabajo. Aguántate como hombre.
- Aléjate de mí. No puedo estar cerca de ti. Él me lo advirtió - comenzó a susurrar.
Por fin se detuvo bajo uno de los postes de luz de la esquina y logré ver un fuerte golpe en su mejilla. Me levante de la impresión y me acerque a él.
- ¿Quién te hizo eso? - parecía un puñetazo y había sido demasiado fuerte como para haber crecido tan rápido.
- ¡No! ¡No te acerques! - gritó. Me detuve a unos cuantos metros de él.
- ¿Qué mierda te pasa? No estoy tan mal. Me lavé el rostro antes de venir.
El chico miró un instante en dirección hacia donde antes estaba el bote caído y después volvió hacia mí, con las manos estiradas hacia mi dirección para que no me acercara.
No puedo creer que estuve a punto de salir con un cobarde con problemas mentales. Me sentiría más segura junto una niña exploradora. Esas niñas realmente asustan.
- Él me lo advirtió. Dijo que no me acercara jamás a ti ¡Me amenazó! Intenté detenerle pero era demasiado fuerte. Y sus ojos... ¡sus ojos eran los de un completo psicópata! - comenzó a cuchichear.
- ¿Tú también? ¿Quién fue? - grité exasperada.
- Él - señaló hacia donde estaba el bote tirado, pero no veía a nadie dentro de la oscuridad.
- Allí no hay... - volteé hacia el chico, pero él ya se había ido corriendo como la nena que es.
¿Qué mierda estaba pasando?

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Khaled
Historia CortaUn nuevo trabajo la lleva a encontrar a un guapo y misterioso chico. Cosas extrañas comienzan a pasar a su alrededor, hasta que lo que lo que menos se espera, ocurre. Obra registrada en safe creative con el código: 1512246090022 No se permite ningún...