Iván

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Jessi: ¿Estas salvando vidas?

Yo: ...

Jessi: Voy a tomar eso como un si

Yo: Jajaj voy saliendo de turno.

Jessi: Ah, estas modo zombie

Yo: exacto

Jessi: suerte con eso. Oye antes de dejarte dormir... sobre aquel asunto con Jennifer...

Yo: No sé Jessi... ella no quiere hablarme... la llamo y no me contesta

Jessi: Pero tú sabes que si es cierto... debes estar preparado

Yo: y eso es lo que no sé... no sé si lo estoy

Jessi: descasa mejor... después hablamos.

Yo: Listo. Ahora que me levante te llamo para que me hables de esa torta de chocolate que harás y que me perderé.

Jessi: ok :(

Iván había sido como muchas veces sus amigos se lo dijeron, el más afortunado de todos. Ya antes de recibir su diploma de bachiller, tenía una beca asegurada en la Universidad Rafael Nuñez de Cartagena, así que de los cinco, había sido el primero en entrar a estudiar. Ahora, después de cinco años, ya estaba empezando con su internado y esa era una de las razones por las que se perdería la fiesta de Navidad, la otra simplemente sería una incertidumbre que no lo dejaría disfrutar las fiestas aunque estuviera en Galeras.

La medicina entró en su mundo desde muy pequeño. Una tarde, mientras jugaba a las escondidas en la casa de Jessica, el doctor Jorge llegó a examinar a la madre de su amiga y solo le bastó a Iván ver los aparatos que sacaba el medico de su bolso, para enamorarse de la carrera. Los próximos juegos que se inventaba con Jessica eran siempre involucrados con la medicina y a ella, muy a su pesar, le tocaba hacer el papel de la paciente.

-¡auch! ¡Duele!- se quejaba Jessica cuando su amigo le pinchaba el brazo con una ramita simulando una inyección.

-Se tiene que tomar dos pastillas de éstas y tres de estas...- Iván ponía la voz gruesa imitando al doctor Jorge

-¡No me tomaré eso! ¡es feo!-

-Tiene que tomárselo

-¡No...!- Y empezaban una gran persecución con Iván detrás de ella agitando al aire un papel con garabatos donde estaba la formula médica.

Ahora mismo mientras dejaba el morral y la bata a un lado, recordaba aquella escena. A pesar de que estaba cansado, demoró algunos segundos en dormirse, tomó su teléfono y revisó la última conversación de whatsapp del grupo LA BANDA DEL TITANIC y sonrió al recordar cómo llegaron a aprobar aquel nombre.

Todo comenzó cuando por fin Cindy optó por comprar un celular de alta gama. Antes habían resuelto un grupo, pero ahora con ella entrando a la tecnología, el grupo se completaba. El problema ahora era el nombre. Jessica fue quien lo creó y le colocó LA LIGA, que duro solo dos minutos cuando Iván lo cambio a LOS ELEGIDOS, éste último enseguida fue cambiado por LUISK EL DIOS, propuesto claro, por Luis Carlos. Cindy e Isabel apenas y sabían por qué recibían tantas notificaciones, hasta que les aclararon el asunto de buscar un buen nombre que Isabel finalizó con

Isa: No entiendo porque tanto show por un nombre.

Jessi: tiene que tener uno!

* Isa ha cambiado el nombre del grupo a LOS MUSICOS DEL TITANIC*

Isa: por aquello de que nos hundiríamos juntos, ¿no?

Jessi: perfecto

Yo: :D

Luis Carlos: Se la vacila

Cindy: ¿De qué me perdí?

Jamás pensó que hubiese un nombre tan adecuado como aquel. Y mucho menos que sería Isabel quien lo pondría. Pero ahí estaban, los músicos del Titanic que se mantendrían siempre unidos pero al parecer esta navidad era la excepción.

Iván amaba su carrera y todo lo que ella implicaba, pero como Jessica, él también amaba la época de Navidad y disfrutarla en otro lugar lejos de su familia, no le parecía ahora una buena elección. Hacía mucho tiempo que él sabía que esto iba a ocurrir, pero también pensaba que podría inventarse algo, tal vez la fecha del 24 caería fin de semana y él podría organizar con otro compañero su turno si le tocaba. Llegó a hablarlo con Jessica y la idea parecía funcionar, hasta que el calendario mostró que navidad este año sería un jueves. "¡¡¡Qué clase de Navidad cae un día de semana!!!" Alcanzó a escribirle a su amiga. Pero todo no estaba perdido, a lo mejor esa semana no estaba en turno, la esperanza seguía viva, quien la mató está vez fue su profesor al confirmarle que sí estaría la noche de navidad en el hospital.

Sin nada que hacer más que aceptar los sacrificios, Iván desde la distancia ayudó a Jessica a organizar el pesebre y todos los días de la novena de la Virgen, exigía una foto del arreglo y los pormenores de la misa. El hecho de que estuviera lejos no significaba que no podría estar allá, desde que cada uno tomo su camino diferente en busca de universidades y oportunidades, lo habían hecho bien, ¿por qué en navidad no podrían? A todos les daba duro, pero quien más la tenía difícil era Cindy, ¿pasar una fiesta como la Navidad con una familia que apenas conocerás?... ¡uff! Eso sí es duro. 



Imperfectamente, la mejor navidad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora