Iván

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Yo: Jessica, el celular estará en silencio, porque apenas voy entrando a turno

Yo: pero cuidado que después de mi turno yo lo prenda y no vea fotos

Jessi: jajajajaj

Yo: quiero fotos de todo, oíste?

Jessi: sí, sí. Yo te las paso

Yo: ok, te dejo pues

Jessi: ve a salvar vidas

Yo: será a recibir bebes .__.

Jessi: jajajaja, eso también.

Iván guardo su teléfono en el bolsillo de la bata y pensó suspirando "si tan sólo pudiese estar allá". Aquello se cumpliría, de una manera diferente, pero lo haría.

El turno no estuvo tan cargado como lo había pensado, algunos jóvenes lastimados por el mal uso de la pólvora y uno que otro accidente doméstico, la noche no pintaba tan mal. Cada vez que encontraba unos minutos libres, miraba su celular y se le humedecían los ojos al ver las fotos que Jessica le enviaba, su amiga le había recomendado que grabara un video deseando feliz navidad a todos y así poder mostrarlo en la noche. Cuando se disponía a grabarlo, por las puertas ingresó un grupo de amigos cargando a una chica de aproximadamente 17 años. Estaba presentando dolores de parto y se debía intervenir de inmediato. Iván la recibió y la llevaron directo a la sala.

El parto sería complicado. El bebé traía enredado en su cuello el cordón umbilical, había que sacarlo rápido, pero por otro lado la madre empezó a perder sangre rápidamente, podría tener una hemorragia en cualquier momento. Iván supo que alguno de los dos posiblemente no lo lograría, los amigos tenían que tomar una decisión.

-¡Doctor! Haga lo que sea para salvarlos a los dos... Ellos... son mi familia- un chico alto de cabello rubio, al parecer el padre, hablaba con lágrimas en sus ojos.

Aquel cuadro fue todo para Iván. En la cama una madre se moría mientras intentaba salvar a su hijo. Afuera, un muchacho desesperado lloraba mientras clamaba que su familia saliera ilesa. Aquello le bastó a Iván para hacer lo que debía. Se imaginaba a aquella muchacha siendo Jennifer, su novia. Recientemente le había comentado que su periodo estaba retrasado y que tal vez podría estar embarazada de él, ¿Iván siendo padre? Jamás lo imaginó, jamás lo contempló en sus planes, se había cuidado lo suficiente, pero no bastó. Miró hacia la ventana y allí se vio a él, rogando que su novia y su hijo salieran ilesos, y al lado, imaginó a sus amigos apoyándolo como siempre, guardando su espalda no importase el problema. A veces le gusta pensar que fue un milagro navideño, que en aquella operación fue guiado hacia el éxito.

En el momento en que se escuchó el grito del bebé y lo sostuvo en sus brazos, unas lágrimas rodaron por sus mejillas. ¿Cómo en algún momento pudo dudarlo? Estaba preparado para ser padre, lo quería, aquel bebé en su regazo se lo había dicho. Después de entregarlo a su madre, Iván dejo entrar al padre que se acercó temeroso, tomó a la pequeña criatura en sus brazos y lloró de emoción. Aquella escena si valía la pena retenerla en su mente para siempre.

Lavó sus manos, las secó, se sentó, buscó su teléfono y empezó a escribirle a Jessica

Yo: Jessi... sea lo que sea... estoy preparado. Te tengo que contar lo que acaba de pasar. Llamaré a Jen...

El mensaje se vio interrumpido por una llamada que entró. Era Jennifer

-¿Iván?

-Hola Jeni... estaba por llamarte...

-Sé que estas en turno pero es importante

-no, no tranquila... te he estado marcando

-Baby, falsa alarma. No estoy embarazada... ¡el periodo me acaba de llegar! Mi madre dice que esos retrasos eran por las pastillas – un frio invadió el cuerpo de Iván dejándolo sin habla- ¿Iván? Es une buena noticia, ¿no? ¿baby?

-Claro... sí... podemos respirar en paz....-

-Siii... más tarde me echo una pasada por allá para celebrar la navidad juntos, ¿te parece?

­­-si claro... ahora te dejo, me están llamando

-claro... te quiero. Chau.

No sabía por qué se sentía vacío si era la respuesta que estaba esperando hacía semanas. El suceso de hacía unos minutos con el bebé, definitivamente lo había puesto sensible, pero por ahora no tendría por qué preocuparse. Aun no sería papá. Antes de regresar con los demás internos, recordó el mensaje a Jessica, borró el anterior y escribo otro nuevo.

Yo: Ya hable con Jennifer. Todo bajo control. Aún no serás tía.

Durante las horas que faltó para que el turno terminara, mantuvo en su mente la imagen de sus amigos en aquel vidrio apoyándolo en cualquier decisión que tomará. Supo que eran los mejores. Supo que si él se hundía, ellos nadarían por él.  



Imperfectamente, la mejor navidad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora