"Los Juegos del Hambre en Llamas" Susanne Collins

147 4 0
                                    

Apenas salíamos adelante, pero sabía dónde encajaba, sabía cuál era mi lugar en la red fuertemente entretejida que era nuestra vida.

-(...)todo el sistema se colapsaría.
― Debe de ser muy frágil, si un puñado de bayas puede tirarlo abajo.

Pensaría que después de todas las horas que había pasado con Gale―viéndole hablar y reír y ponerse ceñudo―sabría todo lo que había que saber sobre sus labios. Pero no me había imaginado qué cálidos se sentirían presionados contra los míos. O cómo esas manos, que podían preparar la más intrincada de las trampas, podían atraparme con la misma facilidad.

“Tenía que hacerlo. Por lo menos una vez.”

Tal vez estaba esperando que yo dijera algo. O que lo besara yo a él. En vez de ello me limité a fingir también que nunca había sucedido. Pero había sucedido.

Porque a veces a las personas les pasan cosas y no están preparadas para lidiar con ellas.

Todo lo que yo hago es ir por ahí intentando olvidarme de la arena y tú la has devuelto a la vida. ¿Cómo recuerdas estas cosas con tanta exactitud?
― Las veo cada noche. ― Dice él.

Ninguna muestra de amor, aunque creíble, cambiaría esta marea. Si el que alzara esas bayas fue un acto de locura pasajera, entonces esta gente también abrazará la locura.

Soportamos la oscuridad tal y como lo hacíamos en la arena, envueltos en los brazos del otro, protegiéndonos de peligros que pueden descender en cualquier momento.

Lo que quiera que hagamos parece demasiado poco, demasiado tarde.

Mis pesadillas suelen ser sobre perderte a ti. ― Dice. ― Estoy bien en cuanto me doy cuenta de que estás aquí.

Me lanza los guantes sobre el regazo.
― Aquí. No quiero los guantes viejos de tu prometido.
― No es mi prometido. Eso sólo es parte de la actuación. Y estos no son sus guantes. Eran de Cinna.
― Devuélvemelos entonces. ― Dice. Se pone los guantes, flexiona los dedos, y asiente con aprobación.
― Por lo menos moriré cómodo.

― Vale, huyamos. ― Dice.
― ¿De verdad? ¿No crees que esté loca? ¿Irás conmigo?
― Sí que creo que estés loca, y aún así iré contigo.

-Te quiero (...)
-¡Lo sé! Y tú . . . tú sabes lo que eres para mí. ― No es suficiente. Rompe mi agarre. ― Gale, justo ahora no puedo pensar de esa forma sobre nadie. Todo lo que puedo pensar, cada día, cada minuto que estoy despierta desde que sacaron el nombre de Prim en la cosecha, es qué asustada estoy. Y no parece haber sitio para nada más. Si pudiéramos ir a algún lugar seguro, tal vez podría ser diferente. No lo sé.

No has hecho daño a nadie: les has dado una oportunidad. Sólo tienen que ser lo bastante valientes como para cogerla.

Pero ¿cuál es el peor dolor? Para mí, siempre es el dolor que está presente.

No importa lo que haga, le estoy haciendo daño a alguien.

Su cara toma una expresión especial cuando se concentra. Su expresión habitualmente relajada es reemplazada por algo más intenso y lejano que sugiere todo un mundo encerrado dentro de él.

Será mejor, en cualquier caso. Darles una parte de nosotros a la que aferrarse.

Esto no pasará si estoy guardando duelo por todos los que quiero allá en casa. Déjalos ir,me digo a mí misma. Di adiós y olvídalos. Hago lo que puedo, pensando en ellos uno por uno, liberándolos como a pájaros de las jaulas protectoras dentro de mí, cerrando las puertas contra su regreso.

― ¿Por qué no duermes algo? ― Dice.
Porque no puedo soportar las pesadillas. No sin ti, pienso.

― Te juro que si lloras, te mataré aquí y ahora.
Cinna sólo sonríe.
― ¿Has tenido una mañana húmeda?
― Podrías escurrirme. ― Respondo.

Tal vez es demasiado guapo, o demasiado fácil de conseguir, o tal vez en realidad lo que pasa es que
sería demasiado fácil de perder

― ¿Y qué hay de ti, chica en llamas? ¿Tienes algún secreto que merezca mi tiempo?

-Para el Capitolio, eres pura. ― Dice, claramente tratando de aplacarme. ― Para mí eres perfecta.

Peeta será más valioso vivo, y trágico, porque será capaz de convertir su dolor en palabras que transformen a la gente.

Frases de libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora