Cuanto más me esforzaba por escuchar su voz, más ridículo me sentía, pero había algo en ella, incluso desde el primer vistazo, me tenía planeando formas para impresionarla o hacerla reír.
Darius apuntó en mi dirección, y Finch y la rubia nos miraron a Travis y a mí.
—Mierda —dije, mirando a mi primo—. Háblame. Parecemos acosadores.
—Eres tan adorable —dijo Travis—. Será amor a primera vista.Travis sacudió su cabeza. —Voy a golpearte en las pelotas. Ya estás enloqueciendo por esta chica, y ni siquiera la has conocido.
—¿América? Sonrió.
—Vale, anda. Haz un chiste pervertido. Los he escuchado todos.
—¿Has escuchado el que dice: “Me gustaría follarte por la libertad? — preguntó Travis.
Le di un codazo, intentando mantener la seriedad.
América notó mi gesto.
—De hecho, sí.
—Así que…¿aceptas mi oferta?—bromeó Travis.
—No —respondió América sin dudar.—¿Qué haré yo más tarde? —pregunté.
Travis me dio un empujoncito con su brazo.
Lo aparté de mí.
—¡No me jodas más! - América soltó una risita.
—Sí, tú. Sin duda no le pediré una cita a tu primo.
—¿Por qué no? —preguntó Travis, simulando estar insultado.
—Porque no salgo con niños de dos años.—Mierda —suspiré—. Creo que estoy enamorado.
Travis suspiró, y con una palmada, agarró mi nuca. —Por supuesto que lo estás.—Luces genial. No, más que genial. Luces como si debiera dar lo mejor de mí.
—¿Es una versión más grande de tu mantita de la infancia, no es así?
Cerró los ojos y asintió. —Sí.
Reprimí la risa, y Shepley rió.
—¿Qué? —preguntó.
—Es solo…esta es la cita mas linda que he tenido.Me incline hacia él, quien hizo un intento fallido de ocultar la sorpresa y la emoción de sus ojos.
—¿Puedo besarte? —pregunté.
Sus cejas se alzaron. —¿Quieres… quieres besarme? —Miró alrededor—. ¿Ahora?
—¿Por qué no?—Gracias a Dios —dije—. ¡El pan blanco es lo mejor!
—Lo sé, ¿verdad? No soporto el pan integral.
—¡El pan blanco y las calorías son lo mejor!—¿Tiene tomates?
Los ojos se le llenaron de horror. —Joder. ¿Eres alérgica? —Miró alrededor frenéticamente—. ¿Tienes un auto inyector de epinefrina? ¿Debo llevarte al hospital?
Caí hacia atrás, jadeando y agarrándome la garganta.
Shelpley se cernió sobre mí, inseguro de dónde tocarme o cómo ayudarme.
—Joder. ¡Joder! ¿Qué debo hacer?
Lo agarré de la camiseta y lo jalé hacia mí, concentrándome en hablar. Las palabras salieron, finalmente. —Boca a boca —susurré.
Se tensó, y luego todos sus músculos se relajaron. —¿Estás jugando conmigo?
Se sentó mientras yo me eché a reír.—Mejor contrarrestarlo con afecto agresivo.
Levantó una ceja. —No estoy seguro de poder manejarte.
—No lo sabrás si no lo intentas.—Déjame adivinar —dije, saboreando la acidez en mis palabras—. Nos acabamos de conocer, soy atrevida sexualmente y traje un condón, así que debe significar que soy una puta, volviéndote totalmente desinteresado.
Frunció el ceño.
—Dilo. Di lo que piensas —dije, desafiándolo—. Dímelo en la cara. Puedo soportarlo.—Esta chica es elocuente y divertida y, muy posiblemente, la criatura más hermosa que conoceré alguna vez en la vida. ¿Cómo, en nombre de Dios, me las arreglé para estar en este momento con ella?
—¿Es verdad? —susurró—. ¿Que las chicas rápidas no suelen quedarse por mucho tiempo?
—De eso se trata ser rápido. No sabes qué harás hasta que lo haces.—Solo hazme un favor —dijo entre besos—. Cuando te encuentres lista para alejarte, trata de desilusionarme fácilmente.
—Sabes cómo son Travis y Abby. ¿Y si se separan? ¿En dónde nos dejaría eso a nosotros?
—Probablemente tendríamos que dejar que uno de ellos se quede en nuestro sofá y escucharlos discutir en nuestra sala hasta que vuelvan a estar juntos.
—¿Crees que permanecerán juntos?
—Creo que ser inestable por un tiempo. Ellos son… voltiles. Pero Abby es diferente con Travis, y viceversa. Creo que se necesitan de la manera más genuina.—¿Te pateaban el trasero todo el tiempo? —preguntó—. Eras el primo pequeño de los hermanos Maddox. Eso tuvo que haber sido una…locura.
—No —dije simplemente—. Éramos más como hermanos que primos. Yo era el más joven, así que me protegían. Thomas nos trataba como bebés a Travis y a mí. Travis siempre nos metía en problemas. Yo era el pacificador, supongo, siempre pidiendo misericordia. —Me reí ante los recuerdos.—Cómo ella y Diane terminaron con Jack y Jim.
—Papá afirma que sucedió con mucha delicadeza —dije, riéndome—. Mamá dice que fue un choque de trenes.
—Suena como nosotros; Travis y Abby, y tú y yo. —Sus ojos brillaron.Cualquier vida sin América se sentía como un universo alternativo. El incendio y el matrimonio de Travis solidificaron de alguna manera mis sentimientos por ella.
Una calidez se apoderó de mí, lo que solo pasaba cuando ella se encontraba cerca. —Entonces, supongo que eso significa que somos los próximos —dije sin pensarlo.
—¿Los próximos en qué? —El reconocimiento empujó sus cejas hasta la línea de su cabello, y se puso de pie—. Shepley Walker Maddox, mantén tus diamantes para ti mismo. No me encuentro cerca de estar lista para casarme. Solo juguemos a la casita y seamos felices, ¿de acuerdo?—Podrías hartarte de mí.
—No es posible.
—¿Me amarás para siempre?
—Más tiempo que eso.Me incliné para besar esos labios malditamente tercos que amaba tanto
Esa parte de estar casada era atractiva para mí, pero casarse con un Maddox requería trabajo, y todavía no estaba segura de encontrarme lista para eso... incluso si mi Maddox era Shepley.
A menudo me preguntaba si estar cerca de Shepley o incluso pensar en él dejaría de hacerme sentir tanto, pero el paso del tiempo solo hizo que mis sentimientos fueran más fuertes.
—Sigo pensando que me pedirá que me case con él. (...)
—Mare, hablamos de Shep. Es probable que esté luchando contra no pedírtelo todos los días.(...)--No eres una tirana. Eres terca, franca y de carácter fuerte, y estoy enamorado de todas esas cosas. Son parte de lo que te hace ser tú.
—Donde quiera que estés, estaré ahí contigo. No quiero estar en algún lugar en el que no estés.
—Nosotros no hablamos —dijo—. ¿Cuándo dejamos de hablar?
—¿Cuando empezamos a amarnos tanto que nos asustaba mucho arriesgarnos? Al menos, así fue para mí, o lo es —dije.—Te amo, y quiero estar contigo para siempre.
—¿Pero? —animó.
—Sin peros. Eso es todo.
—Estás mintiendo —dijo.
—A partir de ahora, eso es todo. Lo prometo.—A veces, adiós es una segunda oportunidad. Para aclarar tu cabeza. De todos modos… extrañar a alguien hace que recuerdes por qué amabas a esa persona en primer lugar.
No solo porque estuviera enamorado de ella. Era como tomar mi primera respiración, luego la segunda, y luego cada respiración después de esa. América se había convertido en mi vida, y entonces era la razón de ella.
—Ella es especial, ¿sabes? Es la hija de papi, pero te dirá dónde meterte si no le gusta lo que tienes que decir. Abofetearía a un gigante para proteger el honor de su mejor amiga. Odia las despedidas. Usa esa pequeña cruz dorada en su cuello y maldice como un marinero. Ella es mi felices para siempre.
—Por la siguiente generación de los Maddox —dijo Shepley.
El hoyuelo de Travis se hundió cuando sonrió. —Para que sus vidas sean tan hermosas como las mujeres que los llevan.
Levanté mi agua. —Siempre has sido bueno con los brindis, Trav.En cuanto a las personas que han luchado cada paso hacia adelante, no teníamos ni una queja, y no cambiaríamos nada. Cada giro equivocado nos condujo a este momento, demostrando que cada decisión que hicimos fue la correcta. Lloramos, herimos y desangramos en nuestro camino a la felicidad, de esos que no pueden ser detenidos por el fuego o el viento. Como sea que haya sucedido y fuera lo que fuese, éramos algo hermoso.
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Frases de libros.
RandomLas frases mas lindas y realistas de distintos libros. A mi parecer simplemente las mejores. Libros como: Maravilloso Desastre Inevitable Desastre Un desastre es para siempre La saga de los hermanos Maddox (De la autora Jamie McGuire ♡...