Los besos apasionados y las caricias anheladas son suficientes para encender cada rincón de mí cuerpo. No nos importa estar en el pasillo del hotel, exponiendo al público la pasión que sentimos.
De pronto, escucho a lo lejos las puertas del ascensor abrirse y el sonido de una conversación que se detiene de repente. De reojo observo como dos ancianas se nos queda mirando, sus bocas abiertas y su mirada de espanto me causa risa.
- ¿De qué te ríes? - me pregunta divertida.
- De la gente... -hablo. Ella sonríe. Noto su intención de querer girar la cabeza para mirar lo que mis ojos ven, pero la detengo con un beso cargado de furiosa necesidad. Siento sus manos acariciando la piel de mi espalda y luego estas lentamente bajan hasta mis nalgas, para ser firmemente apretadas.
- Auch! -exclamo y dejo escapar una risita.En ese momento, observo a las mujeres taparse los ojos e intentando cerrar nuevamente las puertas del ascensor.
- ¿Sienten envidia? ...
Me sorprendo al escuchar a mi compañera. Que las mira desafiante.
- No las cumpla. Él es perfecta fantasía para muchas, pero una realidad para una -continúo Ella. Las mujeres murmuraron unos cuantos insultos antes de cerrarse las puertas mecánicas. Cuando por fin desaparecieron de nuestra vista, la risa exploto entre nosotros.
- No puedo creer que esas mujeres se quedaran tanto tiempo viéndote. Estaban hipnotizadas -profiero exaltada. No entendía el porqué de su malestar, hasta que ella misma me lo dijo- Como si nunca hubieran visto a un hombre desnudo -
Allí comprendí la expresión de las ancianas, que no tan solo estaban espantadas por la escenas de besos sino también porque yo estaba absolutamente desnudo.*****
NA: Esta edición extra lo pensé en el momento que termine de escribir el capítulo 5, pero no quería hacerlo formar parte del capítulo 6. Y disculpen la demora! No era mi intención dejar de actualizar