Capítulo 4

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Entré al auto de buena gana, ya qué, era tarde y tenía hambre, además estaba interesada por escuchar como habían estado los primeros días de mis padres.

-Hola Cassie-saludó papá cuando me senté en el asiento trasero- Dime ¿que tal estuvo la escuela?

-Hola papá, pues todo estuvo genial, no me quejo- dije despreocupadamente- en verdad creo que me gustará esta escuela.

Me vio con una cara de sospecha por el retrovisor, al igual que con mi madre podía hablar con él con total libertad, pero a veces tendía a ser algo...infantil y dramático.

-Uuuuu ¿será que sólo te gustó la escuela o también te gustó alguien en particular?- dijo con una media sonrisa aunque luego trato de disimularlo con una cara seria - Cassie se que eres una adolescente y es una etapa difícil, todos pasamos por eso pero tienes que fijarte bien a quien eliges, no todos son buenos chicos y no debes confiarte, recuerda que las apariencias engañan, además primero tiene que ir a casa y pedir el permiso correspondiente.

Amaba a papá aunque fuera el rey del drama, y según mamá el rey de los infantiles. Ella era la única que podía contra él.

-Me pregunto...si es momento que tenga esa conversación contigo..- dijo pensativo.

Ahhh no, no tendré ese tipo de conversación en este momento y menos con mi padre, ni aunque sea broma.

-Tranquilo Pa, no es lo que piensas en serio- dije con una voz más desesperada de lo normal quizá, puesto que se rio mas abiertamente.

-Jajajajajaja tranquila hija, se que soy doctor pero no quiero incomodarte con esa conversación - reía mientras seguía conduciendo- era broma lo que te "gustó" de la nueva escuela y lo de la "charla" se que ya la tuviste que haberla tenido con tu madre hace tiempo.

-¡Papá!- casi grite, pero sentía alivio que el no quisiera tener esa charla y que todo fuera broma, tuvo que haber tenido un buen día hoy.

-¡Hey! A veces es divertido hacer bromas, en vez de que tu madre y tu me las hagan a mi- dijo quejándose- además, sabes que si tienes un problema aunque sea con un chico puedes confiar en mi- dijo esperanzado.

-Gracias papá- dije con sinceridad.

Pero se me ocurrio que podía hacerle otra broma a papá cuando vi una caja de la pastelería favorita de mamá bajo el asiento del conductor...así que papá comió pastel sin decirle a mamá, mmmm esto va a ser divertido.

Así que mientras estaba distraído conduciendo dije tranquilamente

-¿Disfrutaste tu pastel papá?-

-Pues siiii tenía fresas y crema, estaba delicio...- justo cuando notó que se había delatado vi como su rostro comenzó a cambiar a distintos colores.

-Noo hija porfavor, ¿sabes lo que es sentir que tu madre tendrá una venganza?- dijo con temor- la última vez que no le lleve pastel a casa se vengó de mi e hizo que fuera con una bata rosa al hospital.

Recuerdo ese día, ha sido la mejor broma de mamá hasta el momento y eso que fue porque papá no le dió pastel del que él comió en celebración del cumpleaños de uno de sus amigos del hospital, de ahí saqué yo mi gusto por lo dulce por cierto. Mi madre ama los pasteles y decidió vengarse porque papá no compartió con ella.

Mi padre y mi madre tienen sus episodios de bromas el uno al otro, es demasiado divertido verlo porque mamá siempre tiene las mejores bromas, más cuando los pasteles están involucrados.

-Está bien papá, no le diré nada a mamá puedes estar tranquilo- dije sonriente- almenos por ahora- dije esto último en un murmullo.

Paramos al lado de la oficina de mamá, mientras la esperábamos y papá se volteó con miedo y me dijo.

Mi Bella ExcepciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora