Capítulo 13

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Dejé el café y las tostadas listas, para que mis papás pudieran tomar su desayuno sin mucho problema cuando escuché la bocina de un auto, me giré a ver el reloj que estaba en la parte superior de la cocina.

-9:30, vaya, que sujeto más puntual.-suspiré, sabía que este iba a ser un día largo.

Tomé mis llaves y caminé lo más rápido que mi tobillo me permitió,  al abrir la puerta me encontré con unos ojos grises algo divertidos y preocupados, pero estuvieron lo suficientemente cerca como para darme un pequeño susto por lo que casi caía hacia atrás hasta que el dueño de esos ojos me sostuvo.

-Al parecer me necesitas mucho. - ladeó una sonrisa.

-Gracias, pero tu fuiste el motivo de ese susto. -lo fulminé con la mirada.- a propósito ¿qué haces en la entrada de mi casa?

-Pues pensé que talves necesitarías algo de ayuda y como todo un caballero a su damisela indefensa en peligro he venido a prestarte mi ayuda. - dijo tomando mi mano y haciendo una leve inclinación de cabeza.

No pude evitar reirme, no era una chica indefensa.

-Lo siento niño bonito, pero creo que te has equivocado de cuento. - me acerqué peligrosamente y lo miré fijamente a sus ojos.- Puedo ser una dama pero no soy indefensa.

Al parecer le asombró mi reacción pero al momento me respondió.

-Aunque eso no fuese cierto, es probable que al final quien sea salvado por ti sea yo.- su mirada se tornó sombría sólo por un momento corto, tan corto que pensé que lo había imaginado ya que otra vez tenía una mirada tranquila. - pero sólo para que sepas, tampoco soy sólo un niño bonito.

-Tienes razón debes ser un hijo de papá también.- era muy probable.

Creí que se enojaría pero estalló en carcajadas.

-Sabes, a papá le gustaría conocer ese punto de vista, pero bueno ya tendremos tiempo de hablar ¿vamos?

Me ofreció su mano, y la tomé sin dudarlo, lo cual pareció sorprenderlo.

-¿No vas a protestar?

-Nop, es mucho más fácil seguir la corriente al menos por hoy, además, es un gracias por venir a buscarme  ya que no soy de mucha ayuda por mi tobillo.- voltee hacia el suelo como queriendo que con mi mirada mi lesión despareciera.- Te prometo que no te causaré problemas hoy.

No quería que pensara que era una malagradecida, le agradecía profundamente haberse preocupado por mi estado.

Volvió a ponerse serio.

-Eres diferente a las personas que he conocido...

Me asusté un poco, sabía que era rara pero ¿era para tanto?

-¿Es eso muy malo?

-No, bueno...¿cómo te explico?...no sé hasta que punto eso es malo para ti.

-No comprendo por que sería malo para mi.

-Porque me hace querer acercarme más y no sé hasta que punto pueda aguantar el no hacerlo.

Su comentario me sorprendió, tanto que hizo que me sonrojara, pero no era suficiente para hacerme caer.

-Ok cazanova, no sé con que otras chicas has tratado pero yo no caigo por palabras bonitas así que, mejor te mantienes lejos, porque te recuerdo que debemos llegar a la biblioteca a las 10.

-Tu si sabes cómo arruinar un buen momento ¿cierto? Pero sólo para que lo sepas otras chicas no me han llamado la atención así como tu lo has hecho.- dijo esto mientras me abría la puerta del copiloto.

No iba a sentirme especial, a pesar que Kim me había dicho que no le hacía caso a muchas chicas de la escuela. Podía ser un playboy fuera del instituto conocía tipos así.

-Me siento halagada Graham.-dije sarcásticamente.- ahora vamonos.

-jajaja no seas amargada, pero bueno sus deseos son órdenes "my lady".- diciendo esto nos dirigimos hacia la biblioteca

Rodé los ojos, este hombre era tan raro más que yo quizá, manejaba rápido y bastante bien la verdad, recuerdo esos días en los que salía a dar una vuelta, me gustaba la velocidad. Encendió la radio y comenzó a sonar "Yellow" me encanta Coldplay asi que comencé a cantar y para mi sorpresa Graham hacia los coros.

-¿Te gusta Coldplay?.- preguntó sin dejar de ver la carretera.

-Muchisimo.- dije apenas haciendo una pausa para seguir cantando.

-Tenemos algo en común entonces.

Sólo le dirigí una sonrisa, la música me ponía de buen humor. Y el resto del camino me sorprendí a mi misma cantando el resto de la canción con él, y ni si quiera me di cuenta que ya habíamos llegado, hasta que Graham me lo recordó.

-Sé que estas comenzando a disfrutar pasar el tiempo conmigo,  y no quiero decírtelo pero ya llegamos.

-Ja ja, que gracioso, está bien vamonos deben estarnos esperando.

Pero antes de que pudiera salir su mano me detuvo, antes de reclamarle dejé que me explicara.

-No debes bajar sola, estás herida ¿recuerdas? Además no te preocupes daremos luego otra vuelta sólo terminemos la asignación.

No entendí muy bien pero no iba a pelear por eso, así que sólo asentí y dejé que me ayudara.

-¿Por qué lo dices?

Me vió con esa sonrisa tan enigmática que tiene solamente para responder un.

-Bueno, pronto lo verás.











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