Perfect Picture Smile TERMINADA

Capitulo 6 -El final-

-¿Por qué Jack? - susurré aguantando las lagrimas.

-Porque no te amo.

Cerré los ojos fuertemente. Tratando de sacarlo de mi mente, de mi corazón que ahora sangraba y lloraba como si tuviera espinas incrustadas.

-¿Qué piensas hacer ahora? - dijo en un suave murmullo mi amiga Merida acariciando mi cabeza que reposaba en sus piernas.

-No lo sé...

Mis lágrimas seguían cayendo. Lágrimas que se deslizaban por mi cara, tantas que nunca sería capaz de contar. Me abracé a mí misma y me obligué a seguir con mi vida adelante. A tener mi frente en alto... A detener las lágrimas mientras caminaba por los pasillos de la universidad entre las mirillas burlonas y de compasión de todos...

Deben estar burlándose de mí...de la idiota de yo. La tonta chica que creyó en sus palabras, que lo amó... mientras yo tan solo fui el juguete de Jack.

Me abrazaba a mí misma mientras caminaba por los pasillos... de repente todo estaba tan silencioso y las miradas venían a mí. Los murmullos empezaron mientras yo trataba de llegar ilesa a mi casillero. Levanté la mirada y ahí venía él... riéndose con sus amigos.

Mis ojos se aguaron, no pude evitarlo. El me miró por milésimas de segundo y siguió derecho pasando por mi lado, hablando de deportes con sus amigos...
Seguí caminando esta vez con la cabeza gacha hasta llegar a mi casillero donde rogué a Dios que me tragara y nunca volviera a salir pero... ¿Cómo haría para no verlo, para no sentir lo que siento? No puedo evitar que mis lagrimas salgan, no puedo evitar que mi corazón se estruje... no puedo evitar amarlo, incluso cuando solo me ha hecho daño.

Lo voy a olvidar... me lo prometo.

Lo quiero olvidar, debo hacerlo. Sólo tenía que aguantar 5 días. Solo 5 días más me decía mi misma sentándome al lado de Hiccup en la sala de cine. Cada uno mostraría sus proyectos. Hoy era martes, así que supongo que Jack mostró el de nosotros ayer, cuando yo me lamía las heridas en mi casa y trataba de no llorar frente a mis padres, fingiendo estar bien.

-No te voy a dejar sola – escuché susurrar a Hiccup en mi oído y entonces miré hacia la puerta. Jack venía entrando con uno de sus amigotes, ni siquiera me miró o no me di cuenta porque aparté rápidamente la mirada y apreté la mano de Hiccup que justo me la tomaba.

-Hiccup Haddock y su compañero, su proyecto por favor.

-Sé fuerte, Punzie - me susurró él a mi oído.

Al comienzo no entendí sus palabras pero cuando su vídeo comenzó a rodar el vació que había en mi corazón rotó terminó por partirse, por desaparecer, luché contra las lágrimas, al escuchar la canción 'Goodbye my lover' de 'James Blunt' sonar al tiempo que se mostraban diferentes situaciones de personas enamoradas y entonces aparecimos Jack y yo, yo corría por toda la playa con Jack detrás de mí, ambos reíamos, Jack me atrapa y ambos caemos a la arena donde el termina encima de mí y une nuestros labios, empezaron aparecer varias parejas en distintas situaciones, agarradas de las manos, besándose, y al final otra vez nosotros... esta vez con la puesta del sol cayendo, ambos estábamos sentados mirando hacia el mar, yo entre las piernas de Jack con mi cabeza en su hombro, él moviéndose un poco y jugando con nuestras narices para luego unir nuestros labios en un tierno beso y entrelazar nuestras miradas al mismo tiempo que nuestras manos.


Las lágrimas eran casi imposibles de detener pero lo logré y cuando la clase estalló en aplausos y a Hiccup lo felicitaban por el vídeo yo estaba tratando de mantener el control, rezando para que se acabara la clase, rezando para que todo pasara. Hiccup se volvió a sentar a mi lado, tomó mi mano, vimos otros dos vídeos más de unos compañeros y se acabó, por fin, la hora.

Yo salí casi despedida de esa clase acompañada de Hiccup, gracias a Dios no teníamos que entrar a las otras clases porque ya habíamos cerrado notas, así que nos reunimos con Merida y nos fuimos de ahí. Dejamos la universidad atrás.

El profesor nos felicitó por ser buenos actores, pero he ahí el problema... yo no estaba actuando. Jack se merecía un premio nobel al mejor actor, por ser el rompecorazones de mi historia, pero yo... yo... sólo fui su juguete.

-¿Cómo sigues, Rap? –me preguntó Merida.

-Bien –susurré.

Estoy bien, mi mundo se desmoronó en menos de un mes, pero estoy viva y me sostengo en mis pies sobre los vidrios rotos, duele, pero no me dejaré caer.

-Mm... ya se gradúan este sábado, chicos ¿felices? –preguntó Merida y agradecí que cambiara de tema.

-De mi parte sí –dijo Hiccup – me quedaré aquí. -¿Cuáles son tus planes, ardilla?

Irme, desaparecer de aquí. No volverlo a ver. No estar aquí porque me hace daño, porque no quiero recordarlo. Irme para olvidarlo.

-No lo sé... -Llegamos a casa, me despedí rápidamente y salí del carro lo más rápido que pude.

Ya no tenía que ir más hasta el sábado que nos graduáramos, mis padres se habían encargado de recoger la toga, y comprarme un vestido. Se habían encargado de todo y cada una de las cosas. Entré a casa por si Jack llegaba a su casa yo estando fuera y me relajé al lograr mi objetivo. Al final mis padres se habían enterado de que había terminado con Jack, mi madre sabía la verdad pero mi padre... no quiero que nunca la sepa.

Comí algo y me tiré en la cama donde no supe nada de mí hasta la mañana siguiente.

Me levanté el sábado en la mañana siguiente a las 10 con los gritos de mi mamá para que me levantara, sonreí al verla con los rollos en la cabeza y corriendo de un lado a otro con el traje de mi papá y su vestido.

-Mamá, cálmate- Sonreí un poco. Mi mente no pensaba en nada y agradecí ese poder mental. No había visto a Jack desde el martes. Me la pasaba encerrada viendo televisión y tratando de no llorar.

-Te gradúas hoy, mi niña se gradúa hoy. –dijo feliz.

-Mamá... ya has estado en una de mis graduaciones, ¿te acuerdas? ¿En el colegio? ¿De bachillerato? ¿Antes de entrar a la universidad?

-Sí pero esta vez no vas a estudiar más mi niña- besó mi mejilla y una mujer apareció frente a mí.-Rapunzel, ella es Michelle, ella te va a poner bella para esta tarde...

La ceremonia se llevaría a cabo en la tarde a las 5:30 y después había una fiesta de despedida en un hotel elegante pero yo no iría. No podía verlo. No tenía pareja tampoco.

Cuando tomé el desayuno, salí a coger el correo, hacia un día soleado y hermoso, con un poco de viento, recogí las cartas y cuando me di media vuelta para entrar a casa, ahí estaba el, en sudadera y camisa en V blanca cogiendo el correo de su casa. Nuestras miradas se cruzaron pero la aparté rápidamente y entré a casa. Suspiré y me golpeé un poco los ojos para no llorar. Puse las cartas en el mesón de la cocina y entonces algo me llamó la atención.


Señorita Rapunzel, Corona.

Bla...bla....bla

Por este medio le comunicamos que sus altas calificaciones y su desarrollo a lo largo de sus estudios nos han impresionado y nos complace comunicarles que su hoja de vida fue recibida y aprobada.

Me contrataron... Dios... ya tengo un trabajo. Sonreí y seguí leyendo.

Su conocimiento en el cine, la televisión e incluso la alta costura y diseño la hace capaz de trabajar en Dolce & Gabbana Australia como fotógrafa y asesora de imagen. El trabajo empieza el 27 de Agosto...

-Pero esto es en una semana...

-¿Qué es en una semana? –Dijo mamá apareciendo en la cocina y quitándome la hoja. Como era de esperarse empezó a gritar y emocionarse. La empresa me pagaba todo. Desde el viaje hasta allá, como me daba un lugar en donde vivir y un buen sueldo.

Lo siguiente al llegar mi papá fue lo mismo que mi papá y cuando llegó la hora, me puse el vestido, rojo con la espalda afuera y hermoso, mi pelo estaba amarrado, con uno de los rulos cayendo en mi cara... Todo estaba bien... pero al llegar y verlo en su traje elegante el vacío apareció, dio media vuelta y nuestras miradas se cruzaron, vi algo en su mirada pero la aparto lo suficientemente rápido para no adivinar de qué se trataba.

-No puede creer que se gradúen ya- dijo Merida un rato después cuando Hiccup y yo nos estábamos colocando las togas. – A mi me falta 1 año más todavía. –se quejó.

La ceremonia se llevó a cabo, a cada uno lo fueron llamando, me llamaron a mí, me dieron el diploma y así... llamaron a Jack y cuando fue a tomar su puesto otra vez nuestras miradas se volvieron a cruzar, y entonces no me dejo de mirar, ni yo a él hasta que los aplausos nos hicieron volver a la realidad y entre felicitación no lo volví a ver.

-¿Vas al baile? –me preguntó Hiccup.

-No... - me miró de arriba – abajo. – Lo sé, mi mamá aún tiene la esperanza de que vaya, por eso este vestido –sonreí... o al menos traté.

-Déjala – le dijo Merida – la entiendo – me abrazó comprensivamente.

-Sí... chicos... Dolce & Gabbana me aceptó...

-¿Qué? –exclamó Merida soltándome de repente.

-En Australia.

-¿Qué? –Hiccup me miraba boquiabierto.

-Me voy en 4 días- y los miré.

Lo siguiente que supe era que los brazos de Merida estaban a mí alrededor y me abrazaban mientras me decía cuanto me extrañaría y lloraba. Solo sonreía y Hiccup me abrazaba también. Mis lágrimas empezaron a caer, como los extrañaría.

Me dirigí hacia el campo de futbol dejando todo atrás. Era hora de decir adiós. Una lágrima caía por mi mejilla. Estaba sumida en mis pensamientos, en los recuerdos, en el último adiós hasta que escuché como alguien tocía a mis espaldas.

-Oh... hola Rapunzel -escuché a Flynn decir – ¿Cómo estas preciosa?

-Flynn... ¿Qué haces aquí?

-Oh... te vi tan solita y pues –se acercó más a mí y me entró miedo. – quería comprobar si... eres tan buena en la cama como para que tengas a Jack tan estúpido. - ¿tenga? Se acercó más y di un paso atrás.

-¿De qué hablas? –le pregunté asustada.

-Oh... Jack no es el mismo desde que... tu sabes terminaron – se acercó más y esta vez no pude ir y me atrapó uno de los brazos con su mano. – Ya no quiere salir con nosotros y nos dejó de hablar... -Jack... les dejó de hablar... una chispa de esperanza creció en mí para ser callada cuando él me apegó a su cuerpo bruscamente y grité bajito.

-Déjame probar que tal eres –y tomo mis labios en un beso salvaje. Empecé a pelear contra él a retorcerme, a pegarle, e incluso a tratar de morderle hasta que sentí como era apartado de mí bruscamente, las lágrimas no me dejaban enfocar bien, hasta que vi a Jack destrozando a golpes al asno de Flynn.

-¡Lárgate de aquí! –Le gritó Jack - ¡Maldito seas! ¡No te atrevas a tocarla nunca! ¡¿Me has entendido, imbécil?! – Flynn se alejó con la boca sangrando rápidamente y Jack se quedó ahí de espaldas a mí con los puños apretados a los lados de su cuerpo.

-Jack... -Susurré su nombre, mi cuerpo temblaba. El dio media vuelta y en un rápido movimiento junto sus labios con los míos apretándome contra su cuerpo, automáticamente mis labios se movieron con los suyos y mis brazos se apoyaron en su pecho, su lengua empezó a tratar de invadir mi boca y entonces lo aparté.

-¿Por qué me haces esto, Jack? –susurré dejando caer una lágrima y apartándome de él lo más que podía.

-No, no llores- dijo Jack acercándose. - ¡Maldita sea! –gimió él.

-Entonces ¿por qué simplemente no te quedas apartado de mi camino? ¿Por qué no me dejas en paz? –Esta vez alcé la voz.- Vete Jack, ¿ya no tuviste suficiente? ¿Qué quieres de mí ahora? ¡Maldita sea! ¡Lárgate! –las lagrimas empezaron a correr como locas en mis mejillas. -¡Lárgate! –gritaba.

-No puedo- dijo Jack con la voz quebrada. – ¡No puedo!

-¿No puedes? –pregunté con cinismo.

-Déjame hablar...

-¡No tienes derecho! Tu...- me besó y me tomó por los brazos y se apartó.

-¡Déjame hablar o lo hago otra vez! -Alzó la voz y no me soltó - ¿tú crees que esto ha sido fácil para mí? –Abrí la boca para decir algo –No... no hables... déjame hablar, déjame decirte lo que tengo que decirte. Blondie... yo sé que te lastimé, pensé que podía irme y dejarte, pensé que serías otra del común, que no importaría verte sufrir. Así que no hice nada para impedirlo, ni intenté decirte la verdad... no me importaba, eso creía. –relajó las manos que sostenían mis brazos.

- Yo... nunca te mentí cuando te dije que me habías hecho sentir como ninguna otra chica lo había hecho –una de sus manos bajo por mi brazo hasta tomar mi mano y la puso en su pecho – Sientes esto... solo late así por ti. – una lagrima resbaló por su mejilla – Te herí y lo sé, RapRap_ pero... al herirte a ti, todos esos días sin ti, mi vida... yo me sentí perdido –mi corazón se detuvo de golpe – Dios... yo ni siquiera me había dado cuenta que estaba asustado, que tenía miedo...

-Yo no quería aceptar que... esa apuesta que hice, no, no te alejes- dijo atrayéndome a su cuerpo aun con mi mano en su pecho- RapRap_ esa estúpida apuesta es lo mejor que me pasó en la vida, porque me llevó a ti y tú me diste vida, tú me enseñaste a vivir –besó los nudillos de mis dedos de la mano. – Yo sé que no merezco que me perdones, pero por favor – sus lágrimas caían sin cesar y su voz se rompía –por favor... perdóname – susurró y como por instinto lo abracé, el correspondió mi abrazó y metió su cara en mi cuello.

-...Perdóname, yo no quise hacerte daño... no me dejes amor mío – cerré los ojos fuertemente y un sollozo se escapó de mis labios. Jack se separó un poco de mí para pegar nuestras frente. Abrí los ojos. – Por favor no me dejes cuando por fin me he enamorado –mis ojos soltaban las lágrimas por inercia y mi corazón... mi corazón volvía a latir en vida... sentía como se reconstruía solo pero entonces recordé que en cuatro días me iría...

-Jack... -sollocé y empecé a acariciar su cara.

-Perdóname, amor. Te amo- dijo rozando nuestros labios.

-Jack... te amo- y me besó apasionadamente, yo me abracé a él, como si nunca hubiera un mañana... pero luego me separé.

-Jack... -volví a acariciar su cara – yo... me voy a Australia en cuatro días.

-¿Qué? –su voz se rompió y más lágrimas empezaron a caer de sus ojos.

-Me dieron un trabajo allá en Australia y... yo he aceptado. Me voy Jack...

-No... -suplicó –No te vayas, quédate conmigo. -Susurró sobre mis labios y rompí en llanto cuando el rompió.

-Lo siento, Jack... -Besé sus labios.

Los minutos se hicieron eternos en nuestro último beso, me alejé de él y le di un pico en la nariz y besando por su último su mejilla me alejé para siempre. Para no volverlo a ver.

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