Capítulo 4: El enemigo de Danny

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Narra Ashley

Luego de la incómoda situación en la celda con la madre de mi compañero y el oficial, nos enviaron a fila de la comida en lo que arreglaban nuestros asuntos y esas cosas que hacen los oficiales (además de comer y tomar café); de ahí, no recibí nada más que un pan duro, algo semejante a puré y frijoles. Me resigné en decirle algo al chico de hace unos minutos (quien no paraba de seguirme como todo un acosador), pues sé que sólo se encontraba asustado al igual que yo. Además, no me molestaba. Tanto.

Cuando nos adentramos al comedor, inmediatamente noté que sería difícil encontrar asiento. Las mesas se encontraban repletas de distintos grupos de, a fin de cuentas, criminales. El chico acosador casparreó.

Decidí tomar el primer paso, teniendo esperanza de encontrar algún lugar vacío.

—Y... Ash —dijo el chico detrás de mí, utilizando mi cuerpo como escudo ante la multitud en lo que yo buscaba una mesa donde sentarme.

Me giré a verlo. ¿Cómo se llamaba este tipo?

—Cosa.

Él abrió los ojos mientras fruncía ligeramente el ceño, un tanto indignado.

—Soy Andy.

—Ya, olvidé tu nombre ¿Qué querías?

El tal Andy negó con la cabeza en lo que lograba tomar una mesa recién desocupada. Decidí sentarme frente a él, y luego de un par de segundos, decidió hablar.

—Uhm... bien. Espero no suene muy estúpido —dijo en un susurro un tanto nervioso, jugando con su comida—, pero bueno, pensé que quizá podríamos ser amigos.

Él levantó su vista hacia mí, incómodo.

—Chico —le sonreí de forma sarcástica, y él me devolvió el gesto un tanto inseguro—, lamento decirte que acabas de sonar muy estúpido.

Andy exhaló cabizbajo, observando el suelo confundido.

—¿Dónde crees que estamos, Danny?

—Andy —me corrigió irritado, pero lo ignoré para preguntarle de nuevo.

—¿Acaso piensas que estamos en el jardín de niños?

Él, sin levantar su rostro, me observó.

—No. Pero creí que no serías tan desagradable después de todo —comentó ahora mirando sus manos, golpeando sus dedos entre sí.

¿Debería sentirme insultado?

—Verás. Estamos en la prisión, por si lo has olvidado. Aquí nadie es agradable y sólo es cuestión de mirar a tu alrededor para saberlo.

Ambos levantamos la mirada, viendo así a más grupos de los que se encontraban minutos antes. Observando con detalle, había gente tatuada y nada amigable. También estaban las personas intimidantes gritándose mil obscenidades entre sí, comenzando peleas por cosas insignificantes, o intercambiando de forma discreta objetos de dudosa seguridad. Y de igual manera, vimos a otros solitarios tratando de ingerir lo que se nos dio por comida. Danny me observó, y, pensativo, dijo:

—Pero tú no eres como ellos. Me refiero... aún no me has corrido, ni nada parecido.

—Porque también estoy asustado —confesé. No me molestaba ser sincero si no lo conocía—. Pero sé que tú también, y que no me harás daño. Es decir... eres como una chica.

Él soltó una pequeña risa ante la comparación.

—Bien, pero... —Se movió nervioso en su asiento— ¿Podemos ser al menos compañeros?

Prisión [Gay/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora