17. La verdad

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La navidad llegó y la familia se reunió. Annie se veía espectacular con ese vestido rojo que hacía resaltar su piel. Mis hijos se veían completamente elegantes con sus trajes igual a papá, y como todos los años, estábamos listos para ir a la cena familiar.

-Me iré con mis amigos ni bien coma un bocado de pavo. - Decía Brad mientras tecleaba su móvil.

-Si no dejas ese maldito aparato, se aseguro que no iras a ningún lado. - Dijo Annie. Mi hijo bufó pero al final se decidió por lo mejor, mirar hacia la ventana hasta llegar a la cena.

-¡Pero si es la familia más hermosa! - Dijo esa voz asquerosa ni bien poner un pie en la casa.

-¡Y es la zorra más puta! - Gritó Annie llena de emoción. Toda la sala quedo en silencio. -Era un chiste- - Dijo luego de unos segundos. Todos comenzaron a reír mientras yo negaba con la cabeza, sin duda no seria una noche tranquila. Mónica por obligación tuvo que darle un beso a Annie.

Cuando se acercó para darme un beso, me fije que nadie estuviera viendo y corrí el rostro. Haciendo que ese beso tan apasionado que se dirigía a mi mejilla, quedara en el aire. Annie cogió mi mano y cuando por fin pudimos sentarnos el pavo se puso en la mesa.

-Se ve delicioso...- Susurró Mónica. - Como otras cosas aquí.

La mirada de Annie se apagó cuando escuchó esas palabras.

-No la escuches. - Dije dejando un beso en su melena con rulos hoy.
Mónica rió por lo bajo, estaba justo enfrente de mi. Los platos se fueron sirviendo y cuando menos lo pensaba la mano de Annie se poso en mi entrepierna, le sonreí dulcemente y negué con la cabeza. - Aquí no...esta mi familia.

-¿Qué? - Dijo confundida.

Fruncí el ceño, si no era Annie quien me tocaba...mis ojos se conectaron con los de Mónica, ella sonrió y el tacto sobre mi polla desapareció. Sera puta, pensé mientras probaba mi pavo.

Al final de la cena, luego de unos chistes y risas, miradas eufóricas entre Annie y Mónica, Annie se puso de pie.

-Bueno, supongo que es una linda fecha para anunciar una linda noticia. - Con una sonrisa tomó mi mano. Fruncí el ceño sin saber que diría. - Estoy embarazada.

Quede absorto a la realidad en cuestión de segundos. Podía escuchar que los comensales aplaudían, otros me tocaban el hombro, el movimiento de Annie a mi lado me hizo reaccionar. Sonreí y rodeé su cintura con mis brazos.

-Estoy aturdido...- Le susurré al oído. Sus brazos rodearon mi cuello con fuerza. - ¡Seré padre! - Grité a la multitud. Todos aplaudieron y entre las palmas se escuchó una risotada.

-¡Pero si es imposible! - Dijo Mónica entre risas. Estábamos todos de pie, menos ella. Sus piernas estaban cruzadas mientras que tenía la espalda echada hacia atrás. En su mano izquierda sostenía una copa de vino mientras que con la otra la mantenía enrollada en su pelo. - Quiero decir, luego de que Justin te fuera infiel, tengo entendido que tu matrimonio no es lo mismo.

La sala se hizo un barullo de murmullos, tanto mis padres como los padres de Annie no lo podían creer. Todos los comensales esperaban que el tema de conversación siguiera.

-Mónica, no lo hagas...- Susurré.

-¿Qué no haga qué? - Preguntó obvia. - ¡Es hora de que la familia se entere de lo mierda que eres como esposo, al tener el descaro de acostarte conmigo siendo familia!

Los ojos de Annie comenzaron a soltar lágrimas mientras su hermana se acercaba a consolarla. Su mano quiso soltar la mía pero por nada del mundo la deje. Cogí su cintura con más intensidad.

-Creo que esta cena se nos ha ido de las manos. Gracias por todo. - Dije cogiendo a mi hijo en brazos y haciéndole señales a Brad de que era hora de irnos. Annie se movía gracias a mi fuerza, porque si no ya hubiera caído al suelo.

-¡Vamos, cuéntales como no pensaste en ningún momento mientras hacíamos el amor! - Gritó Mónica de fondo. Nadie decía nada ni nadie hacía nada, maldita sea. No sabía como manejar la situación.

-¡No! - Dije alto. - Nunca nos acostamos Mónica.

-Vamos Justin, te he dado el mejor sexo de tu vida.

Cerré los ojos y suspiré hondo, mi madre intentó intervenir pero fue callada por las manos de Annie moviéndose directo a un garrón, que fue a parar a la cabeza de Mónica.

-¿Acaso estás loca? - Gritó Mónica. Cogí a Annie que se había apoyado contra la pared. Se había desplomado en el piso a llorar. Miré a mis hijos y luego me arrodillé frente a ella.

-Cariño, toma mi mano y salgamos de aquí. - Ella me miró por unos largos minutos.
Luego asintió y con fuerza la paré del piso.

-Adiós. - Dije sin más antes de salir por la puerta con mi familia en brazos.

Nos subimos al auto sin decir nada.

-¿Me puedes llevar a la plaza principal? - El primero en hablar fue Brad. Suspiré y sin decir nada lo llevé, sería mejor que este lejos de la disputa que se armará en unos minutos. Quedando en que me mandaría un mensaje cuando quisiera que viniera a por él, se bajo del coche y se junto con sus colegas en un banco.

Miré a mi pequeño hijo, se había dormido en el asiento trasero. Paré el coche cuando tuve la posibilidad y desabroché el cinturón de Annie, y también el mío. Estiré mis brazos hacía ella y en segundos la coloqué en mi falda.

-Te amo, y saber que estas embarazada es todo lo que importa ahora. - Susurré en su oído. Pase mi rostro por su piel suave, dejando besos en su mejilla.

-Me ha dejado en rídiculo...acababa de dar una hermosa noticia, y ella lo ha arruinado. ¿Sabes como me siento? - Dijo con una voz apagada.

-Annie, amor, juro que te entiendo pero también yo he pasado vergüenza, me ha dejado como a un completo infeliz. - Dije . - Pero me lo paso por la polla, y solo porque me has dado la mejor noticia. ¡Tendremos otro hijo!

-Serán dos. - Dijo llorando.

-¿Qué?

-Son dos, no uno. - Susurró moviéndose en mis brazos.

-Que sean tres...- Bromeé.

Ella golpeó mi hombro. - Seré una gorda y volverás con Mónica.

-Joder Annie, no digas tonterías. - Ella acarició mi mejilla y se acunó en mis brazos como un bebé.


Sorry → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora