Estábamos en una cafetería evaluando sujetos para posible coqueteo. Ninguno se me había acercado hasta ahora, no se si por estar sosteniendo un absurdo espejo de mano o porque los ponía nerviosos gracias a lo bella que soy.
Bueno, que más da, hasta yo se que es por lo primero.
- ¿Por qué no pudiste ser algo menos sospechoso? Como, no se. Estar en mi celular para no verme como estúpida y que al menos parezca que hago algo interesante.
- No te quejes, no es tan malo.
- Pero si me veo como retrasada viéndome en el espejo todo el rato, y peor, hablando con el.
- Mejor así, el pobre incauto sabrá a lo que se enfrenta.
- Oye, eso sí que fue grosero.
- Lo siento, al menos eres bonita.
- ¿El cielo se va a caer o que demonios? ¡Me halagaste!
- Deja de ponerme incómodo viéndome así y pon atención al tipo que se acerca a la mesa.
Guardé el espejo en mi bolso e intenté mantener una pose casual.
¿Tenía que subir mi pierna a la silla o bastaba con poner mi mano en la nuca y mirar al horizonte?
Que rayos, haré las dos.

ESTÁS LEYENDO
El espejo
Short StoryPortada hecha por: @WonderMag "El espejo nos muestra los más profundos y desesperados deseos del corazón"