El espejo

Epilogue

- ¿Cuántas veces te he dicho que tires ese condenado espejo a la basura?- exclamó mi madre desde la puerta de mi habitación - esta completamente roto ¿para qué lo quieres?

Lo había tenido sobre mi mesa de noche, al lado de mi cama, de esa forma sería la primera cosa que vería al despertarme y la última al dormirme.

- Me gusta ese espejo- dejé de leer mi libro para poder atender a mi mamá -se convertirá en mi reliquia familiar.

Ella me miró con reproche y se fue de mi cuarto dejándome sola diciendo que saldría un rato por algo y cuidara la casa, estaba a punto de retomar mi lectura cuando mi celular comenzó a sonar. Era Elle quien me llamaba.

- ¿Emma?

- ¿Qué pasa?

- ¿Todo va bien con...?

- Pues, sigo sin ver nada en el espejo y aún está roto. Se podría decir que todo sigue igual- lo tomé con mi mano libre para observarlo.

- Ya ha pasado un año, se que no quieres, pero tal vez en serio debas salir y conocer a alguien. Él querría que lo hicieras.

- Me gusta como estoy justo ahora, no quiero estar con alguien.

- ¿Por qué demonios no?

- Él dijo que volvería - el timbre de la casa sonó - Oye, llaman a la puerta, espera un poco.

El timbre volvió a sonar y me levanté rápidamente para ir a abrir con mi teléfono en mano. A través de una cortina que había pude distinguir una figura de un hombre, y el maldito volvió a presionar el botón.

Estúpidos vendedores.

- Romperás el timbre, amigo- dije en cuanto abrí la puerta, me detuve en seco cuando vi quien era. Él me miró divertido y al ver que no me movía tomó el celular de mi mano.

- ¿Elle? Me temo que tendremos que colgarte... Claro, fue un gusto que me gritaras de nuevo- lanzó el aparato al sillón que había en la sala después de colgar.

Y yo aún seguía sin poder moverme. Sólo lo miraba.

Will se inclinó hacia mi, puso ambas manos en mis mejillas limpiando las lágrimas que no sabía que había derramado, y me besó.

Retrocedimos para entrar en la casa y él cerró la puerta tras él con un pie, cuando nos separamos para respirar me ofreció una de sus sonrisas estúpidas.

- Volví- fue todo lo que dijo. Iba a volver a besarme pero di un paso atrás esquivandolo, levanté mi puño y lo golpeé en el brazo con todas mis fuerzas.

- ¿Qué demonios? Eso dolió- se quejó mientras se sostenía el lugar donde le pegué.

- No se supone que fuera una caricia, idiota. ¡Un año! ¡Un año entero viendo como Elle y Tyler se comían frente a mi! ¿Sabes lo asqueroso que es?

- Bueno, cuando venía de camino en el autobús había una pareja así, en realidad si lo sé.

- ¿Crees que puedes venir como si nada después de tanto tiempo?

- Si, si puedo- Tomé unas cuantas respiraciones y después de calmarme lo tomé de la mano e hice que caminar a conmigo- ¿Qué haces?

No le respondí hasta que llegamos hasta nuestro destino.

- Resulta, que antes no podía tocarte - abrí la puerta de mi habitación, giré para verlo y su expresión era claramente de sorpresa - pero ahora si puedo.

Lo jalé hasta estar dentro y cerré la puerta.

Al final, con el espejo si pude conseguir lo que quería.

A él.

Fin.