El espejo

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- En dos semanas regresamos a mi casa, Will ¿no estas feliz? Ya no te sentirás mal por ver a la chica que te gusta con su novio todos los días- Estaba caminando de regreso a casa de Elle después de una cita que tuve con Evan, luego del susto que me llevé cuando no aparecía en el espejo, no lo he dejado solo. Lo puse escondido en mi bolso, pero me aseguré de poderlo escuchar y él a mi cuando le hablara.

- Me encanta como me subes el ánimo, en serio- Le oí decir- Aunque en realidad ya no importa si la veo a ella con el tal Tony.

- Tyler- Le corregí- ¿Ya no te gusta ella?

- Digamos que lo he superado- Sonreí, al fin podría tenerlos a los dos conmigo sin que fuera incómodo. Felicidad pura.

- Vaya... ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Dispara.

- Si decido que Evan no es el indicado para mí, ¿qué harías?

- Dependerá de si tú lo terminas o él a ti.

- ¿Qué diferencia hay?

- Obviamente si tú eres quien decide dejarlo, podremos continuar con normalidad. Pero si es lo opuesto tendría que animarte, y mandar a alguien para que lo golpeé.

- Como si pudieras hablar con otra persona que no sea yo.

- Entonces me esforzare el doble para hacerte sentir mejor.