Le dolió que se lo recalcara… y más que lo mirara de esa manera… de la manera que le hacía entender a Harry que ya no tenía oportunidades en el corazón de Caitlin. Tomó un pequeño vasito con una medida de Whisky y lo vació de un trago. “Me lleva!! Lou tenía razón!! Esto quema como el maldito infierno!!” Cerró los ojos para que algunas lágrimas no se escaparan de lo fuerte que era la bebida. Una suave mano trató de tomar el vaso. El abrió los ojos y la miró. Estaba sonriéndole tan calidamente. “Demonios esa mirada y esa sonrisa, me queman las tripas mas que este maldito Whisky!” Pensó embobado.
- Caitlin: Harold… - él le quitó la mano.
- Harry: Qué pasó – la miró – te dejo plantada tu noviecito que ahora vienes a buscar mi compañía? – ella sintió que sus ojos se aguaban. Al parecer Harry se dio cuenta de lo dura de sus palabras, porque instantes después de decirlas, ablandó su mirada – lo siento… perdóname, no quise decirte eso…
- Caitlin: Está bien – dijo ella, bajando la mirada – si no quieres que te pida disculpas… mejor me voy…
- Harry: No! espera! Yo he sido un tonto… lo siento, no quiero que pienses que…
- Caitlin: Solo vine a decirte que… siento haberte dicho eso en frente de Liam… y… aun queda otra canción para bailar… Pero ahora están las más movidas – ella le sonrió y le guiño un ojo. El sonrió divertido. Ella lo calmada en dos segundos.
- Harry: Si estás dispuesta a perder un pie en el intento… – rieron – te invito a bailar.
- Caitlin: Acepto el desafío – dijo en una voz cantarina y los dos tomados de la mano, partieron hacia la pista.
Las dos de la mañana y ninguno de los invitado tenía intenciones de terminar la fiesta. Todos estaban divirtiéndose, charlando, bailando y los menos, bebiendo y riéndose de cualquier cosa. Los padres de Caitlin eran los más divertidos. No pararon un instante de bailar y de hacerse arrumacos, felices de la vida. A pesar de haber tenido miles de infortunios, la vida les había dado lo mejor, sus hijos, y con ellos sentirse las personas mas ricas del universo.
Harry y Caitlin también bailaron. Desde canciones donde daban enredadas vueltas alrededor de la pista, o saltos enérgicos que despertaban las risas de ambos, y el sudor… El rubor vino después de una hora de ritmos movedizos, cuando los músicos por arte de magia se vistieron con sombreros típicos mexicanos y tocaron una canción, parecida a un bolero… donde se hablaba de la pena de amor del cantante. Harry la acercó lentamente y la apretó a su cuerpo… Conocía la canción, y pidió expresamente a los músicos que la cantaran… la había escuchado en la radio.
Caitlin solo se dejó llevar, perdida en los ojos de Harry, que no dejaba de mirarla…
Que triste es no tenerte…
junto a mí lado,
besar tus labios…
y otra vez escuchar tu voz gritarme "te amo."
Las manos de Harry rozaron sensualmente la espalda de Caitlin, haciendo que la chica sintiera un escalofrío en todo su cuerpo. Solo atinó a apoyar la cabeza en el pecho de Harry y aspirar su perfume tan varonil… que despertaba todos sus sentidos.
Yo solo sé,
que esta noche,
te extraño tanto y no sabes,
lo que yo, sufro por tu querer..
es inútil, el seguir negando que te amo…
Harry solo bajo lentamente la cabeza hasta apoyarla en su hombro desnudo… fueron segundos, pero rozar con los labios esa seda, que parecía su piel… se enderezó rápidamente… no quería quedar tan evidencia… Sabía que habia muchos Tomlinson cerca…
