- Alejandra: Wow… si le dices eso, caerá a tus pies… Romeo!!
- Harry: Cállate Alejandra – dijo colorado.
- Alejandra: Bien… cuando te acepte, qué harás?
- Harry: Le daré un beso… y luego le voy a… - miró a Richard – bueno no viene al caso que lo cuente, o si?
- Alejandra: Si!! – dijo ella gruñendo.
- Harry: Bien…- suspiró – le daré un beso y le diré que no se arrepentirá de la decisión que ha tomado.
- Richard: Eres arrogante como tu padre – se burló
- Harry: Viene en los genes… – dijo pasándose la mano por el cabello. Richard sonrió.
- Alejandra: Y si te dice que no?
- Harry: Me muero ahí mismo…
- Alejandra: No!!
- Harry: Por qué tendría que decirme que no? Somos compatibles… nos gustamos, nos entendemos bien… y cuando estamos solos… bueno, tenemos mucha química!!
- Alejandra: Bien, pero no alcanza sólo con "química"!!
- Harry: Qué quieres, que me aviente a sus pies y le ruegue amor? – Bufó- si no me quiere, no me quiere, entonces no vale la pena seguir insistiéndole!!
- Alejandra: Eso es lo que harás… si te dice que no… insístele una vez, dos veces, tres!! Tienes que hacerle ver que tu eres el indicado para ella!! No sé, apréndete un poema… una canción no vendría mal.
- Harry: Canto como un perro!!! – dijo alarmado – crees que cantándole podré convencerla? Dios!, me mandará lejos... en cuanto ladre la primera estrofa!! – Richard rió con ganas, y Alejandra se sentó porque de la risa ya le estaba dando un calambre en el vientre.
- Richard: Si lo haces con amor, no te saldrá mal… ánimo Harry, ve pensando en positivo. Ve sintiendo que ella te dirá que si – Le dijo y le guiñó un ojo.
- Harry: Si, tienes razón…
- Richard: De todas maneras, si te dice que si, le llevarás un regalo?
- Harry: Eh?
- Alejandra: Un regalo!! Algo que al mirarlo recuerde ese momento!!
- Harry: Qué puedo regalarle?
- Alejandra: Un anillo – dijo la mujer sonriendo.
- Richard: Eso no la confundirá? Ella pensará que Harry la está pidiendo en matrimonio.
- Harry: No… Yo no quiero casarme aun…
- Alejandra: No sean estúpidos!! – dijo chasqueando la lengua – Solo un anillo de amor… algo que recuerde que son novios…
- Richard: Mejor un colgante…
- Harry: Ya le regalé un collar de perlas para su cumpleaños…
- Alejandra: Y a mi para mi cumpleaños me compraste una crema para las arrugas idiota!!
- Harry: Perdón!!
- Richard: Mejor cómprale una pulsera… algo sencillo, pero bonito.
- Harry: Bien… eso me gusta… creo que me adelantaré… La cita es a las once y media… y luego almorzaremos con Lou y Maddi… - se levantó.
- Alejandra: Antes de irte saca el perro al jardín.
- Harry: Pero hace frío!! se congelará!! Míralo, pobrecito está tan calentito en su sitio, además es tan chiquito…
- Alejandra: No me importa!! No quiero que ande vagabundeando por la sala…
- Harry: Pero si lo saco llegaré tarde!!!
- Richard: Deja por esta vez yo lo saco – Dijo mirando al cachorrito acostado cerca de la chimenea, que babeada copiosamente la alfombra –Si crece mas, no sé a dónde lo pondremos… - suspiró.
- Harry: Gracias Richard!! ... bien, me voy… deséenme suerte!
- Alejandra: Rómpete una pierna!! – dijo entusiasta. Los dos varones la miraron, sin entender.
- Harry: Qué?
- Alejandra: Así se desea suerte en las obras de teatro!!
- Harry: Ah… bueno – dijo torciendo los ojos – gracias.
- Richard: Adiós Harold, y por favor… no lo arruines!!
- Harry: Descuida tío – sonrió – estoy conciente de que esta es mi última posibilidad… no lo arruinaré.
- Richard: Está decidido, no? Dijo mirando hacia la puerta de la cocina, con nostalgia.
- Alejandra: Cómo crecen tan rápido! – dijo con lágrimas en los ojos – apenas parecía ayer cuando fui a sacarlo de la casa de sus otros tios. Era solo un mocoso huesudo, con esos pelos todos despeinados y…
- Richard: Oye…
- Alejandra: Qué? – dijo suspirando y limpiándose sonoramente la nariz…
- Richard: Se te enfría el desayuno…
Se encontró con sus amigos dentro del lugar acordado, el lugar de encuentro de siempre cada vez que iban a el pueblo. Estaba tan nervioso que al entrar, se llevó por delante a dos niños que lo miraron con odio…. El masculló un "lo siento" rápidamente y levantó la mirada para buscar a sus amigos. Al fondo del salón, divisó la melena de Maddison, y a su lado Louis.. que le hacía cariñitos en la cara. Tuvo que sortear la mirada y los intentos de coqueteos de una estudiante de la universidad, y apresuró los pasos. Se quedó parado unos segundos, y como aquellos dos estaban tan enfrascados en su tarea, carraspeó tres veces, antes de que se dieran cuenta que estaba frente a ellos. Maddison lo miró de arriba abajo y sonrió. Louis resopló por la interrupción, y se enderezó en la silla.
- Louis: Llegas tarde… – solo dijo, mientras Harry se sentaba – me parece que oí a mi novia decirte que nos veríamos a las once… y son las once y diez…. – dijo en claro tono de reproche.
- Harry: Lo siento... Es que tuve que pasar por otro lugar que no tenía previsto, y se me hizo algo tarde.
- Louis: Dónde fuiste?
- Harry: A la… - lo miró – de verdad no te interesa!!
- Louis: Vamos, no andes con nervios conmigo Harold!– dijo burlón – Crees que mi hermana te acepte?
- Harry: Espero que tu hermana me acepte!! – resopló.
- Louis: Mira como te mira esa..
- Harry: Si… - dijo tratando de esquivar la mirada de la morena - casi me atrapa en la entrada, pero bueno… y ustedes hace cuanto están aquí?
- Maddison: Eh… hace media hora... Ya pensaste que le vas a decir?
- Harry: Maddison - dijo cansado – si me dieran un dolar por cada vez que me preguntan lo mismo sería millonario!! No he pensado nada… dejaré que las cosas fluyan… no quiero pensar en fórmulas, ni en poemas… sólo diré lo que ella me inspire.
- Maddison: Wao!– dijo la chica sonriendo - creo que te irá bien… ella te ha enseñado bien, no crees?
- Harry: Ni que lo digas – dijo sonriendo.
- Louis: Bien… - dijo sonriendo – Creo que eso lo sabremos ahorita, no?
- Harry: Por qué lo dices?
- Louis: Porque ella está en la puerta… - Harry escupió la limonada dejando la cara de su amigo empapada. Maddison rió graciosamente, mientras le limpiaba con un trapito la cara a Louis. Este farfulló unas palabras irrepetibles.
- Harry: Bien… - dijo nervioso, sacando un dolar y dejándolo en la mesa - deséenme suerte…
- Maddison: Rómpete… - Trató de decir.
- Harry: No Maddison… si lo dices tu también, tengo miedo de salir, darme un resbalón y romperme la pierna de verdad!! Por favor, sólo deséenme suerte.
- Louis: Suerte… - dijo cruzando los dedos.
- Harry: Gracias bro!
- Louis: Si no resulta… - lo miró – siempre te queda la maldición – sonrió.
- Harry: Lo tendré en cuenta…. – caminó rápidamente y abrió la puerta. Un aire helado lo atacó apenas salió a la calle. Ella estaba de espaldas. El suavemente le tocó el hombro. Ella se dió vuelta y vió esos enormes ojos claros que la miraban, junto a una sonrisa encantadora. – llego tarde? – A Caitlin pareció que, de pronto, el frío había desaparecido y una extraña ola de calor le calentaba el cuerpo
