Capítulo 10

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Habían pasado ya dos semanas desde mi encuentro con jake y cada día que pasaba esperaba con más ganas el volver a verlo. Ayer por la noche me dijo que me esperaría hoy a la salida en su casa y que había preparado algo para mi.
El día había pasado muy lentamente en clase, pero ya por fin estaba en su puerta, que recuerdos me traía esto de la última vez.... Entre a la casa y me preparare como el me había ordenado: me desnude quedandome sólo en tanga , el resto de la ropa la doble y la deje encima de la cama de invitados y me dirigí al cuarto de juegos, donde me sitúe de rodillas , Palmas hacia arriba y mirada hacia el suelo. Estuve así durante un buen rato hasta que oí un ruido detrás de mi, ya estaba aqui. .. y mis nervios no dejaban de crecer.
Jake
Nada más entrar la vi predispuesta como le había ordenado , en esa postura sus pechos se hacían más notable y respingones y su culo.... oh Dios , me volvía loco... Me acerqué a ella y le di un leve tirón de pelo obligandola a que hechara la cabeza hacia atrás.
-Mmmm, buena chica - le susurre
al oído. ¿ harás lo que tu amo te pida?
-si señor. .. dijo entre jadeos.
-bien, hoy he preparado algo para ti nena, ¿ recuerdas las palabras de seguridad?
-si amo , naranja cuando este llegando al límite y rojo cuando ya no pueda seguir.
-bien buena chica... -me susurró al oído.
Manos a la espalda, y cabeza cabizbajo - me ordenó.
Acto seguido me ató las manos a la espalda con una cuerda, me amordazo y finalmente cubrió mis ojos con un antifaz. De esta manera mis sentidos estaban a flor de piel. Se dispuso a tocarme un pecho y abofetearlo y luego el otro, para después meterselos en su boca y mordisquearlos sin piedad. Tras un rato así, bajo a mi barriga dejando un reguero de besos húmedos por todo mi torso, hasta que finalmente bajó a mi sexo, donde empezó a dar pequeños golpes con sus dedos
y a introducirlos, haciendo que cada vez me mojara más. De mis labios sólo salían sonidos incoherentes.
-dime, ¿ te gusta esto ? ¿ves lo cachonda que te pone estar a mi merced? eres una niña sucia.. muy sucia.
Entonces de repente me cogió y me tumbó sobre su regazo y me dijo; ¿ sabes porque hago esto?
-porque me he portado mal señor. .
-buena chica, ahora quiero que te estés quieta o no te dejaré correrte.
Empezó a masajear mis nalgas una y otra vez y a apretarse, y justo cuando menos me lo esperaba cayó una pesada mano sobre mi nalga, la acarició y prosiguió, cada vez más fuerte, mientras mi respiración se iba acelerando y mis fluidos eran cada vez más notables. Saber que estaba a su merced me ponía realmente excitada. Tras unos cuantos azotes más me ordenó que me pusiera encima de la cama a cuatro patas y elevará el culo.
-bien ahora voy a jugar con tu ano, iremos poco a poco, ¿entendido?
-si señor. .. le dije algo nerviosa
Acto seguido me separó las nalgas y sentí un líquido frío que supongo que sería lubricante o por el estilo. A continuación noté la punta de algo en mi pequeño y apretado orificio, y me tense por los nervios, él como respuesta me soltó un par de azotes para que soltara el culo. Y comenzó lentamente a meterme un dedo, lo sacó y lo volvió a meter, yo lo único que sentía era placer y los nervios poco a poco se me iban pasando, hasta que me dijo que introducirla algo más grande, y en efecto me introdujo una especie de dilatador y me masturbo con él una y otra vez hasta que estalle en un orgasmo desgarrador. Pero mi sorpresa fue que en lugar de sacarlo me dijo que lo llevara puesto hasta que él me dijera lo contrario. Me ordenó que me vistuera y me dio un beso de despedida. Me dispuse a salir por la puerta cuando me encontré a una mujer de nuestra edad en la puerta....

Nuestra perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora