Capítulo 1.

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El funeral:

Toda los parientes y amigos estaban en el hogar de los Salvatori. Su casa estaba repleta de gente que les daba las condolencia por su pérdida.

La calle número siete estaba de luto, habían perdido a una de las primera niñas que había nacido ahí.

—April, como lo lamento—dijo Susej, la vecina de dos casas a la derecha, una mujer soltera, madre de tres hijos, tenía treinta y cuatro años—. Todo sucedió de una manera muy trágica, no sabes como lo siento—April se dejó envolver por los brazos de su vecina y sólo contuvo el llanto.

—Mi pequeña—susurró adolorida.

Del otro lado de la sala estaba Spencer, no dejaba de ver el cadáver, aún no se creía que de verdad su mejor amiga estuviese ahí, en ese ataúd.

—Debe de odiarnos—murmuró Joe llegando al lado de Spencer, ella no se inmutó y sólo la veía.

—Sí, no tuvimos que haber dejado a April vestirla así... Todos la recordarán como ella no era—habló Spencer después de un rato. Joe la vio y suspiró.

— ¿Qué esperabas? Mamá siempre quiso verla así.

— ¿Muerta?—preguntó Spencer con los ojos en blanco.

—No, con su cabello negro peinado, con un vestido rosa, maquillada como una señorita—explicó.

—April nunca la quiso como en verdad era ella—escupió—. Así muerta creó que ha sido más como la hija que siempre quiso.

—Katrina era muy... —ella lo vio, Joe sólo negó con la cabeza, tomó su mano.

Si Spencer supiera todas las veces que él intento estar con ella, pero por respeto a su hermana jamás lo hizo. Conocía a Spencer desde los tres años, la había amado en secreto desde los ocho y hasta hora, diecisiete años después, la seguía amando en secreto.

—Debe estar en un mejor lugar —le apretó la mano.

—Está muerta—ambos giraron la cabeza y ahí estaba Elena.

Elena era la enemiga favorita de Katrina. Ninguna enemistad había sido tan leal como ésa.

Nadie sabía porque ellas se detestaban, ni siquiera ellas mismas, el vago recuerdo de haber tenido una discusión por una muñeca a los cinco años era lo único que las hacía mantener esa enemistad y rivalidad.

— ¿Feliz?—le gruñe Spencer.

—Entristecida, más bien—corrige.

—Claro, te hará falta quien te haga la vida triste, ¿no?

—Spencer, el pleito siempre ha sido con Katrina, no contigo, tu me agradas, al igual que Joe, e incluso, Katrina, estoy deprimida, hasta he llorado —dijo.

—Me estás jodiendo—aseguró Spencer sentándose en una silla.

—No, no lo hago—se sentó a su lado—. Ella no debía morir, ni como lo hizo ni a esta edad, ni... Katrina tuvo que haber sido inmortal—hipoó mientras sollozaba, Joe la vio triste y Spencer seguía sin creerlo pero al tocarla, sintió dolor, tristeza y supo que estaba dolida.

La tarde paso entre abrazos, recuerdos y sollozos. Desde que había pasado el accidente  Spencer no había leído más que la primeras dos hojas del cuadernito.

La primera decía:

"La historia de mi suicido"

Y la siguiente hablaba sobre un día nulo en su vida el cual Spencer no le había prestado atención ni en lo más mínimo.

La casa quedó vacía a éso de las once de la noche, el cuerpo pasaría la noche ahí para al día siguiente ser enterrado. Spencer dormiría en casa de los Salvatori, no se había alejado del ataúd ni por un segundo.

Quiero que pasemos estas últimas horas, juntas. Pensaba Spencer, el cuadernito descansaba en su regazo mientras ella tenía la cabeza descansando en el ataúd.

—Puedes dormir arriba, no hace falta decirlo—dijo Kenny.

—Me quedaré aquí.

—Así te haces más daño.

—Luego de mañana ya no la veré más, Kenny, ya déjame velarla en paz—gruñó.

—De acuerdo.

—A veces te juro que entiendo porque te has matado pero... ¡No podía ser literal!

Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos en abundancia, era de la rabia, de la ira, del saber que su mejor amiga se había ido por su propia cuenta y no le había dicho nada.

Luego de media hora de llanto, Spencer se calmó y vio el cuadernillo, quiso arrojarlo pero era lo único que tenía de ella. Suspiró y lo abrió para continuar su lectura.

Necesitaba saber porque ella se había ido así, y cuando lo había pensado debido a que si había dejado el cuaderno era porque ya lo tenía planeado.

-Con amor: Zafiro

El Suicidio De Katrina[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora