18. Regalos olvidados

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Era de mañana y faltaba muy poco para Navidad, ese día se irían aquellos que iban a a pasarla con su familia. James a pesar de lo olvidadizo que era ya tenía su baúl listo desde el día anterior y esperaba con ansias el 25 de diciembre, cuando al fin recibiría su escoba soñada. Tenía las expectativas al máximo acerca de la Navidad...pero todo acabó cuando su lechuza entró por la ventana de su habitación. Una lechuza grande y de un blanco majestuoso entró por el marco de la ventana con un sobre en sus garras, esa era la lechuza de James que se llamaba Hedwig II en honor a la lechuza de su  padre que murió en la Segunda Guerra Mágica. James tomó el sobre preguntándose quien le pudo haber escrito, al abrirlo se dió cuenta de que aquella caligrafía era de su papá:

"James

A pesar de que te dijimos que pasaríamos esta navidad en nuestra casa no se va a poder, debido a mi trabajo de jefe de aurores en el ministerio tuve que irme de viaje por una semana y tu mamá viene conmigo ya que al mismo tiempo, estamos trabajando con el Departamento de Cooperación Mágica internacional donde trabaja ella, no podemos ir a casa antes del 27. Ya le enviamos cartas a Albus y Lily. Lo siento mucho.

tu padre"

James sintió una gran decepción, él quería ir al número 12 de Grimmauld Place y ver a su mamá y papá; demás ¿en serio le tuvieron que decir el último día cuando ya tiene todas sus maletas? había desperdiciado dos horas tratando de encajar una escoba, ocho libros, ropa y todo en su baúl. James salió de su habitación para ir a su sala común, el fuego de la chimenea lo calmaba...entonces sintió aquella extraña sensación de que se le olvidaba algo, él sentía que aquel algo era importante y cayó en cuenta de algo: no había comprado ni un regalo para sus primos y amigos. James Potter no era detallista pero no hacía daño comprar un regalo, dulce o lo que sea a las personas cercanas a él. A pesar del frío que había en ese momento y que ni el calor de la chimenea podía esconder; decidió escapar a Hogsmeade con el mapa del merodeador para comprar obsequios. Se preguntarán ¿por qué siempre tiene que llevar el mapa del merodeador?¿qué no se ha aprendido en todo este tiempo los pasadizos? y en cierta forma la respuesta era no. No se debía a la mala memoria de James, sino que después de la legendaria Batalla de Hogwarts donde su padre destruyó a Voldemort, el castillo como si tuviese mente propia comenzó a reformarse solo creando nuevos pasillos y los que más cambiaban eran los que llevaban fuera de la construcción. 

El Gryffindor se puso un abrigo  y la bufanda del colegio para dirigirse a el pequeño pueblo mágico junto a una pequeña bolsa de galeones. En el camino se encontró con varios estudiantes puesto que aún no iban al expreso de Hogwarts. Al detenerse en un pasillo solitario sacó el mapa del merodeador y pronunció "juro que mis intenciones no son buenas" , en aquel pergamino en blanco comenzaron parecer líneas que después formaron un mapa de todo Hogwarts con unas manchas con nombres que se movían, aquellas manchas eran las personas que se encontraban en el castillo en ese momento. Buscó un rato hasta que al fin encontró un pasadizo bajo tierra cerca del campo de quidditch, desapareció las líneas del mapa  diciendo "travesura realizada"  y se dirigió al estadio de quidditch. En el camino se encontró con su amigo Marcus que quiso acompañarlo ya que este también había olvidado comprar obsequios y se quedaría en el colegio. Al estar en el lugar donde se suponía estaba el túnel Marcus dijo:

- ¿No decías que estaba aquí?

- El mapa lo dice - acota James mostrándole el pergamino 

- ¿Y ahora que hacemos? - dijo Marcus antes de caer junto a James en un agujero que se abrió de la nada en el suelo

El lugar lucía como un agujero hecho por un conejo de dos metros

- ¿Crees que esto nos lleve al País de las Maravillas? - pregunta Marcus a modo de broma

- ¿El país de que? - dice James confundido

- Es un libro muggle acerca un mundo de fantasía...olvídalo - dice el rubio al ver la expresión de "no-sé-de-que-me-hablas-y-no-me-interesa" de su amigo.

- Creo que debemos avanzar

El camino fue de alrededor de treinta minutos y los Gryffindor's hablaban de que iban a comprar. Al llegar al final del camino abrieron la puerta de una especie de ático y se encontraron con un lugar de lo más asqueroso: telarañas adornando las esquinas, manchas moho en las paredes y particular olor a la combinación de viejo y podrido. El lugar tenía barriles de cerveza de mantequilla que por el aspecto de los barriles mismos los dos chicos supusieron que han estado ahí mucho tiempo. Al no haber nadie los dos chicos salieron y subieron unas escaleras. Resultó que se encontraban en el pub Cabeza de Puerco y que afortunadamente el dueño no estaba. Salieron de aquel lugar y se encontraron con las tiendas de Hogsmeade las cuales tenían a muchas personas ahí debido a la cercanía de la navidad. Marcus y James se separaron para comprar los regalos. James se dirigió primero a Honeydukes donde terminó coprando además almendras cubiertas con chocolate que después del misterioso incidente se hicieron sus dulces favoritos, después a comprar cerveza de mantequilla para regalar en Las Tres Escobas, tiempo después se dirigió a una librería que apenas habían abierto hace dos semanas donde compró libros para Albus y su primo Lucy para finalmente dirigirse su tienda favorita en todo el pueblo: Zonko's. Era la mejor tienda de bromas (claro, después de Sortilegios Weasley) que el chico conocía. Tenía desde bombas fétidas hasta dulces que te ponían de colores, ese lugar era la pesadilla del celador Filch. En un estante vió unos zapatos que hacían que puedas caminar en la pared y al acercarse más al escaparate divisó aquel cabello pelirrojo que ya se había vuelto conocido.

- ¿Cómo...? - comienza James

- Si no haces preguntas yo tampoco las haré - dice Evelyn cortándole a James con un semblante serio que escondía una sonrisa

- ¿Así que te gusta Zonko's y te fugas? eres toda una chica mala Evelyn - bromea a Evelyn el chico

- Me gustan las bromas y si no las hiciera ¿quién le arruinaría la vida a Filch - dice la pelirroja secándose una lágrima imaginaria

- 1) Ese es mi trabajo. 2)No sabía que te gustaban las bromas, según yo los prefectos solo son gente aburrida lame suelas de los profesores - dice el joven con sorna

- Me ofendes - Evelyn se pone una mano en el pecho fingiendo - y la diferencia entre tus bromas y las mías es que nunca se enteran de quien fue - dice ella guiñandole un ojo

- ¿Quieres hacer una broma juntos? ya sabes, una broma navideña a McGonagall - sugiere James sonriendo

- Me parece bien - dice la chica -, cierto, antes de que se me olvide acércate.

Le hizo caso extrañado y lo que menos esperaba era que le despeinara

- ¿Y eso? - pregunta James extrañado

- Despeino a todos aquellos que me caen bien - dice Evelyn como si nada

- Si estamos compartiendo costumbres pues...- James saca su caja de almendras con chocolate - toma - dice extendiéndole tres de los dulces a la chica-. ¿Te gustan?

- Claro -, dice tomándolos y sonriendo ligeramente al recordar el beso - son deliciosos.

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Espero que les haya gustado el capítulo, a mí en lo personal es uno de los que más me han gustado ya que es la primera vez en que James y Evelyn comparten una conexión real, más allá de que Evelyn esté enamorada de James, más allá incluso del beso.

Voten y comenten. Sus comentarios me motivan a escribir y me inspiran c':


Historias de Hogwarts - ¿Almendras con chocolate?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora