Evelyn tenía una extraña sensación, como si algo estuviese mal. A su alrededor las cosas estaban en orden: el Lago Negro con el calamar, las ramas de los árboles moviéndose con el viento, el olor a comida que desprendía el Gran Comedor; todo se veía en orden pero ella aún presentía algo malo.
Era temprano en la mañana pero la Ravenclaw disfrutaba ver como todos los animales se levantaban de sus siestas, como el colegio se llenaba de ruido poco a poco, etc. Eran pequeños placeres de la vida que esperaba que nunca cambien. Evelyn se dirigió al Comedor para ver a sus amigas. Solo se encontraba Liz, medio leyendo un libro-medio recogiendo su cabellera oscura en una cola de caballo.
- ¿Y las demás? - preguntó Evelyn viendo que la morena leía algún de sus libros de pociones, su clase favorita.
- ¿Tú que crees? - dijo Liz con su voz cargada de aquella ironía tan clásica de ella con la molesta ya hecha
- Wow, hoy tienes peor humor que de costumbre - dijo la pelirroja ganándose una mirada de reproche de su amiga
- ¿Cómo no lo voy a tener - atacó Liz alzando los brazos en un gesto dramático - el imbécil de Finn terminó conmigo.
Oh, eso era, pensó Evelyn. Finn es el novio de Liz (o lo era), un Slytherin de tez oscura y cabello café que por muy imbécil que era con los demás parecía quererla. Bueno, tal vez ese era el mal presentimiento de hoy pero en el fondo Pearson sabía que era algo mayor
- Lo peor de todo es que no me lo dijo de frente, envió a un niño de primer año para que me de una carta que leía "Liz, terminamos" - dice indiganda - yo soy mejor que un mediocre mensaje.
- ¿Quieres que lo mate por ti? - Evelyn sabía pasar de metamórfaga a sicaria.
- Tranquila ya me hize cargo - dice su amiga maliciosamente
Como si lo estuviesen invocando apareció Finn en el comedor con el Gran Comedor con el cabello verde y la túnica de Slytherin con un claro "jódete" en la espalda. Liz era todo un amor.
Evelyn rió maniáticamente y con buena razón, el rostro de vergüenza de la serpiente de notaba a kilómetros y le era imposible ocultarlo.
...
Ya todos habían bajado a comer y Evelyn se sintió de la misma manera toda la mañana. Le era extraño y eso comenzó con un ataque de paranoia ¿qué pudo haber pasado?¿no entregó algún trabajo?¿había olvidado alguna fecha importante?, la cabeza de la chica era un revoltijo imposible. Era como cuando tienes una idea en la punta de la lengua pero no sabes exactmamete que es. Ella se limitó a comer evitando vomitar de preocupación.
Las lechuzas entraron a montón entregando paquetes y cartas. Evelyn no esperaba nada ya que en su estancia en Hogwarts no se comunicaba mucho con su familia pero vió descender hasta su puesto a su lechuza parda (la cual no tenía nombre ya que ella nunca ha sido buena llamando lo que sea) y quitó cuidadosamente de sus garras el sobre.
"Diciembre 20
Evelyn Pearson
Estudiante de Hogwarts
Gran Comedor
Reconocía la letra de su madre pero estaba algo borrosa y pareciera que sus manos estaban temblorosas cuando escribió la carta. Eso no atrubuía algo bueno
Hija, no sé como decirte esto de una manera sencilla pero tu padre falleció. Nos encontraron y se lo llevaron para interrogarlo pero al no sacar respuestas lo mataron y encontraron su cuerpo en un callejón de Londres. Juro por Merlín que traté de defenderlo pero al final no pude detener la maldición. Quise protegerlo pero fallé. Esto es mi culpa, si no lo hubiese dejado por un momento esto no hubiese pasado. Debido a esto renuncié a mu cargo de Auror, si no soy capaz de proteger a mi familia ¿a quién puedo proteger?. No habrá funeral, no quiero ser más imprudente de lo que ya he sido y tal vez ya no pueda enviarte carta, no es bueno que ellos sepan tu dirección exacta.
Mamá"
Evelyn sintió su corazón estrujarse y su alma caer. Un montón de recuerdos acerca de su padre venían a su mente. Su cara redonda sonriendo y acariándole la cabeza diciendo "todo estará bien", apenas lo sabía y ya lo sentía como un recuerdo lejano, etéreo; solo un eco resonante. La Eleanor Tyler era una famosa Auror y eso le había hecgo ganar muchos enemigos pero nunca imaginó que terminaría de ese modo.
Ella quería llorar pero no se lo permitía, odiaba llorar, aunque no estén allí no quería mostrarle a los enemigos sus debilidades. La Ravenclaw decidió dejar el Gran Comedor y dirigirse al Lago Negro para estar sola. No quería que nadie la viera desanimada, no quería que nadie se preocupara de ella aquel día. Solo quería sumirse en si misma y pensar como un día más puede cambiar tanto con una hoja de papel
Y a pesar de todo, aquel día rompió su regla de no llorar
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Sé que me extrañaron *guiño guiño*
Okay, probablememte me quieren matar. La inspiració se me va rápido y me vino gracias a que por Navidad me dieron los libros de Harry Potter que me faltaban y los estoy leyendo y ya que hasta para leer soy diatraída comenzé a inventar este capítulo en mi cabeza.
Espero que me haya salido bien poraue sé hacer de
