James se encontraba en el Gran Comedor desayunando, le gustaba la combinación de bullicio y aquel olor a comida que tanto le gustaba, en su plato habían unas cuantas tostadas, huevo, tarta de melaza y a lado estaba el jugo; él tenía un buen apetito, por eso que cada vez que iba a casa de su abuela Molly esta se encontraba encantada. En la mesa de Gryffindor comenzaba a armarse un alboroto debido a una guerra de comida que había iniciado Marcus, intentando llamar la atención de una chica de cabello negro y ya que Marcus era un desastre coqueteando llamó la atención de la chica a su manera: empezando una guerra de comida, pero todo acabó cuando el profesor Longbottom se acercó para ver que pasaba y mi amigo en su infinita estupidez le lanzó mantequilla por accidente. La pelea culminó en un castigo para el chico.
James observó el Gran Comedor minuciosamente como cada mañana aburrida viendo los adornos navideños que se apoderaban del lugar. Habían guirnaldas, un árbol gigante y en algunas puertas los peligrosos muérdagos que al menos eran peligrosos para él debido a que nunca faltaban las chicas que esperaban debajo de los muérdagos esperando que James pase para reclamar un beso, si el mencionado estaban de buen humor lo hacía. James no era el chico más santo que digamos.
El Gryffindor se encontraba feliz de que se acercara Navidad, este había pedido el nuevo modelo de Nimbus que apenas había salido ese año, lo pidió todo el año e incluso tuvo que hacer tareas domésticas en la Madriguera solo para obtener su regalo (sin magia). Esa Navidad iba a ir a su casa, la idea no le molestaba en lo absoluta ya que estaría con las personas de siempre: sus hermanos Albus y Lily, sus primos Rose, Hugo, Victoire, Dominique, Louis, Fred, Roxanne, Molly, Lucy y aunque no sea un primo está Teddy, su compañero de bromas cuando era pequeño a pesar de que este es mayor; lo extraño de eso es que James no acostumbra a hablar con sus hermanos o primos en Hogwarts y aún menos con Albus, con el que vive una eterna pelea y probablemente es porque él es todo lo opuesto a James. Albus era responsable, James no; Albus disfrutaba la paz y la tranquilidad, James la aborrecía; Albus era el favorito de los profesores, James era el más castigado por ellos; James sabe jugar bien al quidditch, Albus no; Albus es Slytherin, James Gryffindor; James pensaba que era increíble que fuesen hermanos.
Al terminar de desayunar el azabache subió a la torre Gryffindor para dirigirse a su habitación, después del desayuno este tenía que ir a la práctica de quidditch, este hizo que el entrenamiento fuese temprano para no tener que hacer nada más en el día y al ser el capitán del equipo de su casa debía llegar primero que todos. En su habitación se puso el uniforme rojo con dorado con la campera, ya que era invierno y había tanto frío que el Lago Negro estaba casi congelado . Al estar bajando unas escaleras vió un reloj de pared muggle (los habían puesto el año pasado para que los estudiantes no llegaran tarde a clases y claramente no funcionó) y pensó que era muy temprano pero igual se dirigió al campo de quidditch. James disfrutaba de dar paseos cerca del Sauce Boxeador y el lago. Podía sentir la brisa de la mañana y se encontraba contento sin razón aparente (aunque probablemente era porque sus profesores no les mandaron ninguna tarea) , él sentía que iba a ser un buen día. A James le gustaban esos día donde todo en su cabeza parecía perfecto y pensaba que cualquier problema era pequeño sin saber que pronto le sacarían esa idea. Al pasear vió a una melena pelirroja asomándose de un árbol, esa era Evelyn llorando y por extraño que parezca James sintió el impulso de acercarse a pesar de que ni siquiera sabía porque estaba triste. Al estar a unos metros de ella se dió cuenta de que había estado llorando, el chico se sentó a su lado y la metamórfaga ni siquiera se inmutó con su presencia. A pesar de que James apenas había hablado pocas veces con ella quería abrazarla y decirle que todo estaría bien, no sabía el porquw se encontraba así pero quería consolarla de alguna manera. James rompió el silencio diciendo:
- ¿Sabes? a pesar de que no sé la razón de como te encuentras me atreveré a decir que todo puede mejorar, ¿okay?, no importa que tan malo sea el problema las cosas mejorarán. No importa que pase nada merece la tristeza eterna.
- A veces quisiera ser segura y optimista para decir eso pensando que es verdad pero soy como soy y esa frase es una mentira. No todo puede mejorar pero si empeorar. Si todo pudiese ser mejor ¿por qué el mundo está como está?, no ha mejorada, solo empeorado - dice Evelyn con la voz a punto de quebrarse y tapando su rostro con el cabello para que no vea sus párpados hinchados -, y ahora que lo pienso ¿qué estás haciendo aquí? puedes ir a consolar a alguien con problemas más importantes, tal vez esté llorando por una tontería. Busca a alguien con problemas de verdad, lo mío es una estupidez - dice la pelirroja mintiendo -, créeme, no es nada - Evelyn quería quedarse sola. A veces las personas no quieren ver a nadie cuando están tristes ¿por qué no pueden comprender eso? pensaba ella. Solo quería mantener sus pensamientos tristes y egoístas para sí misma en ese momento. No compartirlos con nadie. Estar sola.
- Podrías...
- James, por favor vete - dice Evelyn cortando lo que sea que iba a decir James
- Pero...
- Por favor - decía la pelirroja cerrando los ojos - vete.
Y James se alejó sintiendo pesar dejando a la chica
...
Evelyn estuvo toda la mañana manteniendo sus pensamientos egoístas en el árbol en el que estaba sentada sobre las raíces sobresalientes. Unas hora después decidió enfrentar al mundo. Evitó encontrarse con cualquiera de sus amigas, no quería que se preguntaran donde había estado y porque parecía que estuvo llorando, no quería preocuparlas, ella sabía que estaba mal tragarse todos tus problemas pero prefería ser reservada en todo lo que pueda ser personal. Se dirigió a los baños de Myrtle la Llorona porque sabía que nadie entraba ahí, la fantasma no estaba por suerte y decidió ver en el espejo que tan mal se veía: una chica pelirroja y pecosa de ojos ámbar le devolvió la vista, era un desastre, con los ojos hinchados de tanto llorar, mirada vacía y con expresión de sufrimiento. Se lavó la cara y práctico una falsa sonrisa bien disimulada en el espejo que cualquiera dejaría pasar. Al calmarse salió del baño luciendo feliz aunque en realidad no lo estaba pero nadie se dió cuenta.
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Me disculpo de que el capítulo haya estado mal, ya lo corregí pero antes lo publiqué y solo salió una pequeña parte. Mi wattpad a estado así por una semana y este capítulo lo quería subir hace mucho pero no podía. Gracias por su comprensión y espero que estén contentos por el hecho de que me digné a actualizar, es que la inspiración se me va con facilidad :/