El tiempo pasó rápidamente, aunque esa no era la sensación que tenían ambos chicos debido a la emoción.
Al llegar la noche Akira acudió al lugar acordado. Llevaba consigo una mochila negra que lucía como si fuese a explotar en cualquier instante.
Al llegar, no encontró a nadie, por lo que decidió esperar un rato.
Luego de media hora llegó Yuta.-Lo siento, ¿Llego tarde no es así?¿Me has esperado por mucho tiempo?-
-No te preocupes, acabo de llegar-
-¿En serio? Que alivio-
-Bueno, te he traído algunas cosas-
Entonces abrió la mochila y comenzó a sacar de ella algunos dulces, otras botanas, algunas revistas y algunas linternas fosforescentes.
Kano estaba maravillado al ver esos extraños objetos que no conocía.
Akira tomó uno de los paquetes que contenían dulces y lo abrió.-Toma prueba uno de estos-
Yuta agarró uno de los dulces y lo introdujo en su boca. En ese instante sus ojos se iluminaron.
-Uah¿Qué es esto? ¡Está delicioso!
-Son dulces y aquí tengo otros distintos, come todo lo que quieras. Pero ten cuidado, no vayas a enfermarte del estómago-
Akira le enseñó las revistas a Yuta, quién no tan sorprendentemente sabía leer.
El tiempo transcurrió tan rápidamente, que para cuando se dieron cuenta, ya estaba amaneciendo.-¡¿Eh?! ¡¿Nos hemos quedado tanto tiempo hablando?!
-Cierto, ya está amaneciendo-
-Es hora de que me vaya, nos vemos luego-
-Está bien, adiós-
Y sus encuentros continuaron así por dos meses.
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El otro curioso, pero hermoso extremo de mi hilo rojo
RomanceLa historia comienza con Akira Yuuma, un chico de 18 años estudiante de economía. Que como era costumbre caminaba por la costa de la playa en la noche, deleitándose con el bello espectáculo que le brindaban las olas de mar a la luz de la luna. Fue e...