-Oye Akira, ¿Crees que algún día puedas llevarme a tu casa?Realmente quiero conocerla-Dijo con un tono calmado y una expresión alegre.
-Yo no tengo problema. Pero la pregunta es ¿Cómo llevarte desde aquí hasta ella? No es que viva lejos de aquí, pero tampoco estoy muy cerca-
Luego de pensar y pensar a Akira se le ocurrió algo.
-Podría tomar trabajos de medio tiempo y así juntar dinero para alquilar un vehículo, no hay problema con el tiempo, después de todo estoy de vacaciones.-
-¡En serio! ¡Que alegría! Al fin podre ver como viven los humanos, y si es donde vives tu mejor-Respondió a la propuesta con alegría y entusiasmo.
-¿Qué clase de vehículo debería alquilar? Lo mejor sería una camioneta, así podría colocar un recipiente con agua en la cajuela. Como recipiente debería de utilizar la pequeña piscina inflable que utilizábamos con mi hermana cuando eramos más pequeños. ¿O sucederá algo malo si no estás húmedo?
-No lo se, después de todo nunca he estado fuera del agua por mucho tiempo-
-Ya veo, mejor no arriesgarse.-
Un mes después Akira cumplió con lo prometido y llego a la playa en una bonita camioneta volkzwagen azul oscuro, lo cual sería útil para pasar desapercibidos.
Para evitar que viesen a Yuta, Akira llevó una enorme manta negra para cubrirlo. Luego de subir al chico a la camioneta condujo con cuidado hasta su casa(para evitar que Yuta sufriera algún daño).
Al llegar se aseguró de que no hubiese luces prendidas(después de todo a esa hora todos sus vecinos se suponía que estaban dormidos).
Bajó de la camioneta, abrió la puerta de su casa y acudió velozmente a donde estaba su invitado. Al instante en que lo tomó entre sus brazos, notó como una luz se encendía.¡Eran los vecinos de al lado! Y no solo eso, sino que la puerta estaba abriéndose, y uno de ellos estaba siendo empujado por el otro, al parecer estaban peleando.
El muchacho hizo lo que pudo para que pudieran esconderse lo mejor posible.-¡Maldito desgraciado! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto después de tantos años?!-
-¡Lo siento mi amor! Pero te juro que tu eres a la que realmente amo, con ella solo fue un juego insignificante. Por favor, no me heches-Rogaba de rodillas a su esposa.
-¡Debí escuchar a mi madre cuando dijo que debí quedarme con tu hermano!¡De seguro el hubiese sido un mejor esposo, y no una basura como tú! Y más vale que no vuelvas, porque de lo contrarió te voy a propinar una paliza tan grande que terminaras en el hospital-
Dichas esas palabras la señora entró furiosa a su casa mientras que su futuro ex-marido se iba caminando mientras lloraba vistiendo nada más que un calzoncillo blanco con rallas celestes.
Afortunadamente ninguno de los otros vecinos se levantó a observar lo que sucedía, ya fuera porque estaban dormidos o por educación.-Que alivio, no se dieron cuenta. Aunque preferiría no haber presenciado este espectáculo-
-¿En serio? A mi se me hizo algo divertido-Respondió casi sin poder contener su risa-
-Bueno, dejemos de perder el tiempo y vamos-
Tomo al tritón y prácticamente corriendo lo llevó a su casa.
Desde afuera se veía bastante bonito, a la izquierda de la puerta había una ventana, y debajo de ella un cantero con flores que estaban claramente bien cuidados. Al entrar había un pasillo, a la derecha habían algunas fotos familiares, un espejo y dos puertas, la primera pertenecía a la habitación de Akira y la segunda correspondía al baño. Sobre la izquierda se encontraba una cocina comedor.
El baño consistía en un váter y un bidet a la entrada sobre la derecha, un espejo(detrás del cual se encontraban todos los productos para la limpieza bucal) con una pileta debajo y al final una bañera con agua hasta la mitad, lo suficientemente amplia como para que Yuta se sienta cómodo.
Colocó al tritón en el lugar que había preparado para él e inmediatamente salió a deshacerse de la evidencia(la piscina).
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El otro curioso, pero hermoso extremo de mi hilo rojo
RomanceLa historia comienza con Akira Yuuma, un chico de 18 años estudiante de economía. Que como era costumbre caminaba por la costa de la playa en la noche, deleitándose con el bello espectáculo que le brindaban las olas de mar a la luz de la luna. Fue e...