Hasta el momento Hiromu ha sido fiel a su promesa, los amantes llevan poco más de una semana sin intimar o siquiera mostrarse cariñosos ya sea dentro o fuera de la casa, pues el intruso se ha asegurado de no separarse de su amado ni por un segundo sin importar en donde se encotrase este último. Todo lo anterior mencionado ha causado que la pareja se sintiera irritada y al borde de la desesperación. A pesar de ésto, Akira no se atreve a tomar cartas en el asunto por el gran cariño que le tiene a su amigo; cosa que no puede decirse del otro muchacho, quien rabioso por la situación ya ha planificado algo, que obviamente, no será nada bueno, ¿o sí?...
-Kano, últimamente no has estado mucho en casa, ¿qué sucede?-Semejante actuación por parte de su novio era totalmente extraña, no entendía que estaba sucediendo, aún más por la situación que estaban atravesando.
-Yuuma, no te preocupes. Es solo que ya he encontrado la solución a nuestro problema-Dijo con una expresión maliciosa, acto que asustó al otro chico, pues situaciones totalmente descabelladas estaban pasando por su mente.
-Oye, Kano...¿no estarás pensando en hacer algo loco o ilegal?... si es así, te ruego que te detengas-Expresó con voz temerosa. Tal reacción sorprendió a Yuta, aunque era conciente de que él había provocado tal malentendido.
-No te preocupes Yuuma, no es nada de eso. Aunque podría ser bueno o malo dependiendo de qué el lo disfrute o no.Jeje-Al decir eso, no pudo evitar poner un gesto de emoción y malicia en su rostro. Intranquilizando así a su amante.
-Hey, ya, en serio, ¿qué planeas hacer?-Preguntó con inquietud e interés.
-Cálmate, ya te dije que no es nada de lo que debas preocuparte-Pronunció esas palabras con serenidad, logrando así que su pareja se tranquilizara.
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¿Qué estará tramando Yuta? 7u7
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El otro curioso, pero hermoso extremo de mi hilo rojo
RomanceLa historia comienza con Akira Yuuma, un chico de 18 años estudiante de economía. Que como era costumbre caminaba por la costa de la playa en la noche, deleitándose con el bello espectáculo que le brindaban las olas de mar a la luz de la luna. Fue e...