Capítulo 14

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Los enamorados llevan ya un mes de la misma forma, con un Akira aún vergonzoso y un Yuta tierno, pero a la vez pervertido. Quien cada vez que tiene un "antojo picantón", arrastra a su pareja "en contra de su voluntad" a la habitación o a alguna otra parte de la casa en donde quiera experimentar. Excepto el baño, para evitar accidentes indeseados (que aparezca la cola). Incluso Rui ha seguido haciendo de las suyas, provocando en su hermano aún más verguenza y hasta cierto punto desesperación, pues ella es quien ha dado a su travieso amante una gran cantidad de nuevas ideas, ya sea mediante mangas o libros relacionados al tema, que obviamente él querría llevar a la práctica.
Lo que nadie sabe es que un acontecimiento está a punto de cambiar sus vidas...

-Yuuma, ¿qué sucede? Llevas rato viendo tu celular-No pudo evitar preguntar, pues tal acción era muy inusual en su amante.

Akira lo miró con una expresión de total preocupación, parecía que se iba a acabar el mundo.

-Es un e-mail de mi amigo de infancia, dice que llega en unas horas y que planea quedarse algunos días aquí en casa-

-¿Sí? ¿qué tiene eso de malo?-

-¿Cómo que qué tiene eso de malo?¡¿se puede saber cómo diablos voy a explicarle que vivo con un tritón?! Es más, ¡¿cómo voy a explicarle que además de eso, nuestra relación no es precisamente de "amigos?!-

-Ciertamente, lo de el tritón es poco creíble, pero será suficiente con que me vea con sus propios ojos; acerca de nuestra relación, ya veremos como se lo explicamos, además de que no hemos hecho nada malo-

-Ya lo sé, pero el problema en sí no es que esté en una relación, sino el hecho de que somos hombres-Dijo con una voz leve, pero triste, mientras que bajaba su mirada para ocultar que sus ojos estaban llenos de lágrimas.
Yuta tomó suavemente el rostro de el chico y lo besó, una vez concluido el beso, lo miró fijamente y respondió a aquellas penosas palabras.

-No encuentro nada de malo en que ambos seamos hombres, además, ya te lo he dicho, no estamos haciendo nada malo, amor es amor sin importar que. Yo realmente te amo y haría cualquier cosa con tal de ver tu hermosa sonrisa, así que por favor, deja de llorar-

Las suaves palabras sumadas a la apacible expresión del muchacho, hicieron que Akira no pudiese evitar el tomar el rostro del chico y acercarlo hacia el suyo para besarlo, culminando así en un tierno abrazo.

-Kano, te amo demasiado. Así que prométeme que estarás siempre a mi lado-Hundió su rostro en el pecho del chico, desde el cual podía escuchar el acelerado latir de su corazón, suceso que lo tranquilizaba , ya que ahora sabía que no era el único en ese estado, mientras que no podía evitar pensar en lo tierna y reconfortante que era aquella situación.
Minutos después, Yuta lo separó de su pecho.

-¿Eh? ¿por qué? ¿hice algo que te molestara?-Lo miró fijamente a los ojos en busca de una respuesta, solo para encontrar una expresión bastante tiesa.

-Lo siento Yuuma, ya no aguanto más, estoy en mi límite-Tomó a Akira del brazo y lo arrastró a la habitación.

-¡Espera! ¡¿Qué haces?!-

-En serio, ¿no eres capaz de captarlo después de tanto tiempo? Ya debería ser mas que obvio para ti saber que es lo que estoy a punto de hacerte. ¿O prefieres que te lo aclare cada vez que vayamos a hacerlo?-Dijo en tono burlón, logrando así que su compañero se enfadase.

-C-claro que no...idiota-No era capaz de ocultar lo avergonzado que estaba, pues debía admitir que el otro muchacho estaba en lo correcto.
Sin más preámbulo, el tritón prosiguió con lo que tenía planeado y fue con su chico al lugar estipulado. Arrancó prácticamente la camisa de Akira y comenzó a atacar todo su pecho y su cuello con besos y mordiscos, al mismo tiempo que con una de sus manos pellizcaba las tetillas y con la otra bajaba la cremallera del pantalón de su amado.

El otro curioso, pero hermoso extremo de mi hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora