Capitulo 33

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-Lia-susurraron, me moví incómoda-despierta lia- volvieron a insistir.
 
Estaba por abrir los ojos cuando me puse a pensar, solo había una persona en el mundo que me llamaba de esa forma, lentamente los abrí encontrandome con quien menos quería en estos momentos.

-¿David?- cuestione al verlo sentado.

-...hola..-dijo sonriendo sin mostrar los dientes.

-¿Qué haces aquí? -pregunte sentandome mejor.

-Vine a verte, quiero pasar contigo el tiempo que queda.-dijo viendo al suelo.

-Oh...-dije seria.

-Bueno, vamos que tu madre espera-dijo poniéndose de pie.

Le segui a paso lento, me acomode la ropa y luego el cabello, el solo me observaba.

-Vamos- dije evitando su mirada.

Salimos de la habitación escaleras abajo, cuando vi a mi madre corrí a abrazarla.

-¡Cariño!-dijo cuando la abracé, después de unos segundos nos separamos.

-¿Cómo te sientes?-pregunté sentandome a su lado.

-Mucho mejor.-

-¡Oh disculpe!- le dije a la señora Hale, que estaba sentada frente a nosotras-hola- la abracé.

-No hay problema linda.-dijo cuando nos separamos.

-¿Dónde esta Rolan?-pregunte viendo al alrededor- ¿y Richard?-volvi a preguntar.

-Fueron a descansar, habian estado cuidando de nosotras-dijo mi madre, a lo cual solo asenti.

-¡Hay que salir, los cuatro!-dijo la madre de David entusiasmada.

-Madre, Susan tal vez no se sienta del todo bien-.intervino David llegando a su lado.

-No no, es verdad, hace tiempo que no lo hacemos-dijo poniéndose de pie.

-¿Segura?-pregunte viendola.

-Si, ahora sube a cambiarte que yo hare lo mismo, denos 15 minutos-luego subió las escaleras a su habitación.

-Ve cariño-.hinsitó la señora Hale.

Me levante, subí y entre en mi habitación, fui directo al armario, saque unoa jeans y un blusón negro, luego me puse unas botas del mismo color, ya lista bajé con todos. Mi madre ya estaba ahi, los cuatros salimos de la casa rumbo al auto de la señora Hale. David preguntó que si a donde iríamos y nadie contestó.

-Quiero un helado- hablé mirando por la ventana mientras avanzabamos.

-Bien, vamos-dijo la señora Hale.

Durante el camino las dos mayores iban cantando cualquier canción que pasaban en la radio, mientras que David y yo nos burlabamos de ellas en silencio, de vez en cuando también cantaba ya que pasaban algunas que me gustaban, después de unos minutos de viaje llegamos al centro de la ciudad, estacionó y bajamos. Entramos en el local, habia alrededor de 7 mesas, donde habian una pareja de ancianos, otra con dos niños y una señora y un chico de no menos de 12, fuimos donde la cajera para pedir.

Nos recibió una linda chica con un cordial "buenas tardes", cada quien pidió su sabor de helado mientras ella lo anotaba en la pantalla, luego fuimos a una mesa y nos sentamos a esperar por nuestros pedidos, mi madre y la de David comenzaron a platicar alegremente.

-Oye.-dijo David llamando mi atención.

-¿Qué sucede?-pregunté.

-¿Cómo te va en la escuela?-pregunto.

Me ayudaste para luego hundirme (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora