Capitulo 42

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Me desperté gracias al despertador, me levante de un salto, tome mi uniforme que descansaba en la silla del buró, quite con cuidado las vendas y las heridas habian cerrado un poco asi que no tenia caso vendarlas otra vez. Me cambie y sobre el uniforme me puse un suéter color verde musgo, tome dos broches y amarre dos pedazos de cabello hacia atras. Seria me observé en el espejo, mi rostro estaba pálido, mis ojos ojerosos estaban cansados, mis labios secos habian perdido el color rosáceo natural. Hice una mueca, di media vuelta, tome mi teléfono junto con los audiculares, luego sali escaleras abajo, fui a la cocina, tome un vaso donde vertí jugo, lo bebí de un trago, lo deje sobre la mesa para salir de la casa cerrando la puerta tras de mi.

El cielo gris me recibió evitando que los rayos del sol pasasen y me quemaran, lo cual agradecí feliz. El viento golpeó mi rostro congelandolo un poco, estaba mas helado que de costumbre y era obvio, el otoño casi estaba cerca. Pasados unos 20 minutos llegué al gran edificio, ignore a las personas a mi alrededor que posaban su mirada en mi, apresure el paso y entré al salón, ya dentro solté un suspiro, me senté en el ultimo asiento de la primera fila como todos los días, aun no llegaba nadie por lo que me puse los auriculares, al instante sonó My Chemical Romance, me recargue en la ventana observando como poco a poco la lluvia se hizo presente, mojando el suelo, los arboles y sus hojas. Al instante un pinchazo en el pecho me hizo apretar los labios con fuerza, me sentía rara, no tenia humor para nada, queria que las clases acabaran para ir a ver a Devon, ayer cuando regrese de con el lo unico que hice fue dormir, mi teléfono sonó un par de veces pero solo borre los mensajes, unos eran de Penny, otros de mi madre y uno de Carly. Al recordarla abrí mis ojos de golpe, había olvidado que quería hablar, me di en la frente con la mano, iba a matarme.

-Joder.- exclamé golpeando la mesa con el puño.

-Tranquila o destruiras la escuela.-hablaron frente a mi y volteé.

-Como sea.- susurre volviendo mi vista a la ventana, el soltó un suspiro y escuche sus pasos acercarse, reprimi un gruñido fastidiada.

-Se que en estos momentos no te agrado.- confesó sentándose frente a mi.

-Ni en ningun otro.- corregí sin mirarle.

-¿Por qué?- preguntó confundido.

-No lo se, simplemente no me agradas.- solté viéndolo.

-Pero yo no hice nada ¿por qué te enojas conmigo?- cuestionó algo enojado.

-Jackson, no estoy molesta contigo por lo de Dylan, tu no me agradas, no tengo porque fingir que si.- aclaré ya cansada.

-No te entiendo, enserio, eres tan extraña.- habló pasándose las manos por el rostro.

-Lo se, no necesitas recordarmelo.- respondí seca.

-No se que te hice para que me trates asi Lydia, enserio me agradas y pensé que eramos amigos.- dijo con algo de nostalgia.

-¿Por qué tanto interés? Las chicas te hacen caso, te tratan bien ¿por qué insistes conmigo? No necesito que seas mi amigo- escupí en seco.

Ante mi respuesta apretó los labios y supe que lo había hecho sentir mal y era verdad, aunque no hablaramos jamás me trató mal, al contrario siempre fue muy buen amigo, el no se merecia eso y me arrepenti al instante.

-Es decir, prefiero estar sola, siempre alejo a las personas.- aclaré tocando mis brazos.

Estaban muy sensibles por las heridas y dolían con cada movimiento. El acercó su cabeza hacia mi, me miraba directo a los ojos y pude sentir como los nervios aparecían, pude sentir su respiracion mezclarse con la mia, estaba muy cerca de mi.

Me ayudaste para luego hundirme (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora