Capitulo 40: mejor amigo.

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« Me sentí especial, hasta que vi que no era la unica a la que tratabas asi.»

«¿ Por qué ésto parece una despedida?»

Avisé mi llegada pero nadie respondió, seguro mi madre aún no salia del trabajo, lo que significaba que estaría sola con Dylan, un urra por mi.
El al notar su ausencia preguntó su paradero, le dije que saldría pronto del trabajo y asintió, fuimos a la sala y nos sentamos para esperar a la mayor, quien nos llevaría al hospital.

-Oye.-me llamó.

-Dime.-dije aún sin verlo.

-Lydia mirame-pidió, bufe pero lo hice.-yo...se que no quieres hablar...-lo interrumpi.

-Entonces si lo sabes por...-ahora el me interrumpió.

-No, vas a callar tu, porque me toca hablar a mi-dijo algo desesperado, me miro serio y yo solo asenti.- se que fui un estúpido, un idiota por herirte y creeme que me lo han hecho saber, pero cuando dije que te queria jamas te mentí, cuando sonreia era de verdad, solo que...ella me buscaba, acepte porque me agrada, pero solo se dio, era el momento y me deje llevar, enserio lo lamento-dijo viendo directo a mis ojos, queria creerle, pero no podia, me era imposible olvidar, lo mire y sonreí, a el le brillaron los ojos.

-Me senti tan especial...hasta que vi que no era a la unica que tratabas asi- confesé mirando al suelo.-pero bueno, ya es pasado.-

Pude ver arrepentimiento en sus ojos y tuve una idea.

-Oh vamos, tranquilo, no pasa nada, no eres la primera persona que lastima.- dije sin interés.

Me miró sorprendido, esto era asombroso, iba a decir algo pero la puerta de entrada lo interrumpió, mi madre habia llegado, me sonrió y al ver a Dylan se sorprendió.

-Hola señora Becker.- saludó sin animos.

-¿Qué sucede?-pregunto ella confundida-¿por qué estan tan serios? No me digan que se pelearon-dijo mi madre con una mueca.

-Madre basta.- hablé entre dientes.

-Oh...lo siento ¿iras con Devon?-preguntó mientras se sentaba en el sillón para uno.

-Claro, solo te esperabamos.- respondí levantandome.

Dylan me siguió, fuimos hasta la puerta, mi madre tomo las llaves del auto, todos salimos directo al auto, cuando todos subimos arranco, Dyaln y yo en los asientos traseros, nadie dijo nada, sabia que el se sentia abrumado y arrepentido, cosa que me encantaba, amaba verlo sufrir, aunque suene algo cruel, mi madre de vez en cuando nos observaba por el espejo retrovisor, yo solo evitaba su mirada.

Al llegar fui la primera en bajar, entré caminando a paso rápido por los pasillos blancos, hasta el cuarto de mi amigo. Una enfermera salía del cuarto y al verme sonrió para luego desaparecer, podia sentir mis manos sudar y no sabía porque, me quede parada ante la puerta unos segundos, luego entré.

-Lydia ¿qué sucede?- preguntó al verme nerviosa.

-Él viene conmigo.- solté rápido.

-¿Quién?-

-¡Dylan!- exclamé.

Mencionar su nombre tal vez no fue la mejor idea, el rubio me fulminó y estaba segura que en su mente ya me había asesinado. Mordí mi labio nerviosa, apretó sus manos en puño, sin duda no era grato escuhar eso.

-Preguntó si podía acompañarme, me negué pero insistió, no supe que hacer.- tomé asiento junto a el y me sujete la cabeza entre las manos.

-Tranquila, actúa normal, recuerda lo que hablamos, debes ser fuerte.- sujetó mi mano y asentí.

Me ayudaste para luego hundirme (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora