Capítulo 4

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  La intimidad de Harriet Smith en Hartfield pronto fue un hecho. Rápida y decidida en sus medios, Emma no perdió el tiempo y la invitó repetidamente,diciéndole que fuese a su casa muy a menudo; y a medida que su amistad aumentaba, aumentaba también el placer que ambas sentían de estar juntas. Desde los primeros momentos Emma ya había pensado en lo útil que podía serle como compañera de sus paseos. En este aspecto, la pérdida de la señora Weston había sido importante. Su padre nunca iba más allá del plantío, en donde dos divisiones de los terrenos señalaban el final de su paseo, largo o corto, según la época del año; y desde la boda de la señora Weston los paseos de Emma se habían reducido mucho. Una sola vez se había atrevido a ir sola hasta Randalls, pero no fue una experiencia agradable; y por lo tanto una Harriet Smíth, alguien a quien podía llamar en cualquier momento para que le acompañara a dar un paseo, sería una valiosa adquisición que ampliaría sus posibilidades. Y en todos los aspectos, cuanto más la trataba, más la satisfacía,y se reafirmó en todos sus afectuosos propósitos. 

Evidentemente, Harriet no era inteligente, pero tenía un carácter dulce y era dócil y agradecida; carecía de todo engreimiento, y sólo deseaba ser guiada —por alguien a quien pudiese considerar como superior. Lo espontáneo de su inclinación por Emma mostraba un temperamento muy afectuoso; y su afición al trato de personas selectas, y su capacidad de apreciar lo que era elegante e inteligente, demostraba que no estaba exenta de buen gusto, aunque no podía pedírsele un gran talento. En resumen, estaba completamente convencida deque Harriet Smith era exactamente la amiga que necesitaba, exactamente lo que se necesitaba en su casa. 

En una amiga como la señora Weston no había ni que pensar. Nunca hubiera encontrado otra igual, y tampoco la necesitaba. Era algo completamente distinto,un sentimiento diferente y que no tenía nada que ver con el otro. Por la señora Weston sentía un afecto basado en la gratitud y en la estimación. A Harriet la apreciaba como a alguien a quien podía ser útil. Porque por la señora Weston no podía hacer nada; por Harriet podía hacerlo todo. 

Su primer intento para serle útil consistió en intentar saber quiénes eran sus padres; pero Harriet no se lo dijo. Estaba dispuesta a decirle todo lo que supiera,pero las preguntas acerca de esta cuestión fueron en vano. Emma se vio obligada a imaginar lo que quiso, pero nunca pudo convencerse de que, de encontrarse en la misma situación, ella no hubiese revelado la verdad. Harriet carecía de curiosidad. Se había contentado con oír y creer lo que la señora Goddard había querido contarle, y no se preocupó por averiguar nada más.   

  La señora Goddard, los profesores, las alumnas, y en general todos Ios asuntos de la escuela formaban como era lógico una gran parte de la conversación, y a no ser por su amistad con los Martin de Abbey-Mill-Farm, no hubiera hablado de otra cosa. Pero los Martin ocupaban gran parte de sus pensamientos; había pasado con ellos dos meses muy felices, y ahora le gustaba hablar de los placeres de su visita, y describir los numerosos encantos y delicias del lugar. Emma le incitaba a charlar, divertida por esta descripción de un género de vida distinto al suyo, y gozando de la ingenuidad juvenil con la que hablaba con tanto entusiasmo de que la señora 

Martin tenía «dos salones, nada menos que dos magníficos salones»; uno de ellos tan grande como la sala de estar de la señora Goddard; y de que tenía una sirvienta que ya llevaba con ella veinticinco años; y de que tenía ocho vacas, dos de ellas Alderneys, y otra de raza galesa, la verdad es que una linda vaquita galesa; y de que la señora Martin decía, ya que la tenía mucho cariño, que tendría que llamársele su vaca; y de que tenían un precioso pabellón de verano en su jardín, en donde el año pasado algún día tomaban todos el té: realmente un precioso pabellón de verano lo suficientemente grande para que cupieran una docena de personas. 

Emma - Jane AustenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora