Narra Mariana:
Acordamos que Zack pasaría por mí a la casa de Peyton. Después de que terminaron de arreglarme solo esperamos unos minutos cuando sonó el timbre por toda la casa.
—Es él, es él.—dijo Peyton después de soltar un gritito de emoción y sorpresa.
Las tres bajamos rápido, luego la rubia emocionada me hizo regresar por las escaleras para hacer una "entrada espectacular".
—Zack...¿tú?-me asomé desde el segundo piso y era un repartidor de pizza.
—Oh, lo siento, mi error, tenía hambre y olvidé avisarles.—Ámbar recibió la pizza y pago el costo.
Pey se giró sobre sus talones después de cerrar la puerta para mirar molesta a Ámbar, iba comenzar a gritarle cuando tocaron la puerta. Se regresó para abrir.
—¡Zack! Hola, ¿qué tal? Vamos pasa.
—Hola Peyton, ¿que tal Ámbar?—la pelirroja solo asintió, según lo que alcanzaba a ver.
—Iré a ver si ya está lista Mari.—escuché unos pasos acercar y luego vi la cabellera roja de la chica.—Tu príncipe llego.
Sonreí un poco emocionada y baje las escaleras siguiendo a Ámbar.
Zack se veía muy atractivo, demasiado.《Mas que Cameron?》
《Tal vez...?》—Te ves...wow.—reí por lo bajo mientras me acercaba a él.
—Tu también te ves wow.
—¿Nos vamos?—asentí volteando a ver a las chicas.-Gracias por todo.
Me despedí de Ámbar y Peyton con la mano. Zack me extendió su brazo para entrelazarlo con el mío, me guió hasta su auto.
En el camino no hablamos mucho, por suerte era un silencio muy cómodo. Pasaron unos quince o veinte minutos cuando llegamos a una cafetería.—¿Te parece bien?—me preguntó cuando me ayudaba a salir del auto.
—Si, es muy bonita.
No mentía, el lugar era muy tierno y lindo. La cafetería era de colores pastel y una decoración como de los años 50, con meseras montadas en patines, pisos a cuadros negros y blancos, mesas ovaladas y fotos de autos antiguos colgadas en las paredes.
—¿Te apetece una malteada?—preguntó mientras se sentaba frente a mí. Asentí.—Muy bien.
Una mesera se acercó a nosotros con cuidado, Zack pidió dos malteadas de cookies and cream y en menos de cinco minutos ya nos las habían traído.
Narra Cameron:
—¡Estoy aburrido!—comentó Karan pausando el videojuego.—No me mal entiendas adoro este juego, pero llevamos tres horas jugando.
Karan tenía razón, desde que llegamos de la escuela comenzamos a jugar con mi Xbox y no habíamos parado. Apagamos la consola y nos quedamos sentados en el sillón sin hacer nada.
—¿Al fin dejaron de jugar?—mamá llegó con una canasta llena de ropa sucia. —¿Porque no salen? Hagan algo productivo.
—¿A donde?—pregunté desinteresado.
—Abrieron una nueva cafetería cerca del cine que está por el trabajo de tu padre.—nos dijo mientras organizaba la ropa sucia de Maya y mía, si mi madre la organiza.—¿Por qué no van a ver qué tal?
Voltee a ver a Karan, quien asintió y se encogió de hombros.
Nos levantamos rápidamente, tomamos nuestras chaquetas, junto con las llaves de mi auto y fuimos camino a la cafetería que nos dijo mamá.—She's been my queen since we were sixteen
We want the same things
We dream the same dreams
Alright? Alright!
I got it all cause she is the one—cantamos Karan y yo al unísono.Apague el auto y por consiguiente la canción, Karan me fulminó con la mirada, al parecer quería cantar el coro, ya será después. Bajamos del vehículo y entramos al local. Estaba un poco lleno por suerte encontramos una mesa cerca de una pareja de novios.
—¿No es Mariana?—preguntó mi amigo observando a la pareja del fondo.
—Si, y...está con Zack.—termine con dificultad.
—¿Celos?—se burló, negué.—Bien, solo están platicando...tomados de las manos...be-sandose...lo siento, debo dejar de hablar.
—¿Por qué? No me importa, Mari no me gusta...ya no, ya la supere, eso fue hace mucho, lo sabes.
Desvíe la mirada de Mari y Zack (quien acariciaba la mejilla de la castaña). Recordé cuando Mariana me gustaba, fue cuando a penas llevaba un mes con Ámbar, incluso pensé en terminarla aunque sí me gustaba, Mariana me confundía. Nunca se lo dije por miedo a que ella no me correspondiera, Karan decía que Mari estaba loca por mi pero nunca fui lo suficientemente valiente.
—Ten, amigo.—me entregó una malteada de chocolate.—Ahoga tus penas en chocolate.
No me había dado cuenta del momento en el que Karan ordenó, pero no importaba, comencé a beber mi malteada con la mirada clavada en las chispas de chocolate que sobresalían.
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Invisible girl.
FanfictionEsta historia sera un cliche no tan cliche. Karanators y Truthanators reportense. Iniciada el 6 de noviembre del 2015. Terminada el 27 de abril del 2016.