Capitulo 5

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Narra Cameron:

—Me quiero ir.—solté de repente cuando volví a ver a Mari siendo besada por el rubio.

—¿Por qué, qué pasa?

—No estoy seguro de querer seguir aquí.—contesté con una mueca.

Karan volteo a ver instintivamente a la mesa de Mariana como si supiera que ya no quería ver esa escena.

—Bien, vamos.—pagamos las malteadas y nos fuimos a paso apresurado de la cafetería.

Regresamos a mi casa a seguir jugando. Tenía la cabeza en otro lado, no podía concentrarme en la partida por estar pensando en el rubio tonto de Zack besando a Mari. No debí irme, debí quedarme por si pasaba algo, ya saben, que Zack quisiera propasarse con la castaña tierna <<demonios>>. Dejé de jugar y por consiguiente Karan igual.

—¿Qué pasa, sigues pensando en Mariana?

—Deja de leer mi mente.—le reproché.—Si...aún pienso en eso.

—La hubieras invitado a salir.—murmullo de forma burlona.

—¡Eso!—me preguntó a qué me refería.—¡La invitare a salir mañana!

Narra Mariana:

Los labios de Zack eran cálidos y suaves, sus besos eran tan dulces y cariñosos, aunque me da un presentimiento de que si estuviéramos en un lugar más privado, el beso sería más brusco pero igual muy...eso...no sé cómo explicarlo.

Nos separamos lentamente, ambos con una sonrisa en los labios. Voltee a ver a mi alrededor y pude ver a ¿Cameron?, tenía la mirada clavada en el popote de su malteada, Karan estaba frente a él, se veía preocupado.

—¿Me disculpas un momento?—Zack asintió. Iba a saludar a los chico y a ver si Cam se encontraba bien, pero en el momento en el que me levante ellos también lo hicieron, dirigiéndose a la salida.

Camine al baño como si quisiera ir, no quería verme patética regresando a la mesa sin haber hecho algo o caminado a algún lugar.

[***]

Al día siguiente me levante muy cansada, no había dormido mucho, ayer llegué un poco tarde, sin contar que Peyton y Ámbar me interrogaron vía Skipe sobre cómo me había ido.

Bajé a desayunar, luego de haberme bañado, cambiado y peinado. Noté que no se encontraba alguien en casa, además de mi obvio, por el silencio. Terminé de desayunar y subí a mi habitación a escuchar música y entretenerme en mi celular. Alrededor de la una treinta  el tono de mi celular comenzó a sonar, y corazón se aceleró cuando vi quien me llamaba.

—Ho-hola.—dije con nerviosismo.

—¿Mariana? Hola, ¿cómo-como estas?—escuche la voz de Cam por la otra línea.

—Bien, gracias, ¿y tu?

—Bien...quería...preguntarte si te gustaría salir hoy...—dijo entrecortadamente.

—¡Claro!—dije apresuradamente—Quiero decir...si, me encantaría.—repuse un poco más tranquila.

—Bien, pasó por ti a las...¿cuatro?—hice un sonido afirmativo.—De acuerdo, hasta las cuatro.

Ambos colgamos y fue el momento en el que entre en pánico. Recapitulemos; Cameron Boyce tiene mi numero de celular, me llamó, y lo más importante, ¡me invitó a salir!
¿Que usaría? ¿Cómo debía vestir? ¿Qué clase de cita era? *De amigos ¡obvio! Recuerda que ama a Ámbar* . Por un momento había olvidado a Ámbar.

En fin, fui a buscar algo bonito a mi armario. Me hubiera gustado tener a las chicas para que me ayudaran pero si les decía con quien saldría probablemente se molestarían o me odiarían.
Seguí buscando hasta que encontré algo útil, una falda que simulaba ser de mezclilla y una blusa de rayas blancas y azules, juntos con un bolso de correa larga color azul oscuro y unas zapatillas azules:

Seguí buscando hasta que encontré algo útil, una falda que simulaba ser de mezclilla y una blusa de rayas blancas y azules, juntos con un bolso de correa larga color azul oscuro y unas zapatillas azules:

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Termine de darme los toques finales a las 3:45 pm. Estaba muy nerviosa, dentro de quince minutos saldría con el chico que me ha gustado desde tiempos inmemorables.

Comencé a caminar de un extremo de la sala a otro a causa del nerviosismo.
Quince minutos después mis manos comenzaron a sudar, mi corazón se aceleró y mi respiración se descontrolo. Seque mis manos y fui a abrir la puerta, ahí estaba el, el chico de mis sueños, vestido con una camiseta blanca sencilla y encima una a cuadros roja, unos jeans negros ajustados y unos tenis grises, se veía tan sexi.

Invisible girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora