Capítulo 3: Las luces de mi cordura

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¡Haz que paren! Saquenme de aqui. Me estoy quedando ciega, las luces me desorientan, esas cosas que llaman fuegos artificiales solo me hacen perder la cordura una y otra vez, veo a todas mis alucinaciones y todas están riendo a la vez porque saben lo que pasará si sigo así. Ahora todas me estan gritando, no soy eso, no digais esas cosas de mi, no me hagáis sufrir, se supone que sois parte de mi y como parte de mi que sois deberíais ayudarme, y lo único que haceis es aumentar mi dolor, mi sufrimiento, decidme que os he hecho para que me tratarais así, en ningún momento pedí teneros conmigo, nunca pedí que os burlarais de mí, nunca pedí que hicierais daño a los que amo, nunca os pedí que me hicierais la vida imposible, nunca os pedí que existierais, así que iros, iros para siempre.

Noto como me estoy perdiendo en mi mente, mi cordura poco a poco se está yendo con las posibilidades de que las voces se vayan. Noto un golpe en la cabeza y todo se vuelve negro.
Ojala fuera así para siempre, así no tendría que sufrir por mis alucinaciones...

El Amanecer De La DesgraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora