cuatro

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Julissa

sollocé y limpié mis mejillas húmedas, coloque mi mano sobre el rostro de tyler y cuidadosamente cerré sus párpados para no seguir viendo sus ojos marrones sin vida mirando hacia mi.

ahogué un sollozo, no era capaz de creer todo lo que acaba de suceder. todo ocurrió tan rápido e inesperado, y ahora tyler está muerto. se ha ido, y nunca va a volver. y lo más difícil de creer es que fue mi padre quien lo mato.

regrese mi mirada a su cuerpo, sin vida y frío, con la mano ensangrentada todavía ligeramente agarrando la mía.

mis ojos empezaron a ver todo nublado, era yo a punto de llorar ante el pensamiento de el haciendo lo que hizo para que pudiéramos estar juntos. todo lo que él quería era que seamos capaces de demostrarle al mundo que estamos juntos, y mira donde está...

me senté en la misma posición por lo que parecieron ser décadas, de repente toda la habitación se volvió negro, haciéndome gritar.

¿que estaba ocurriendo? ¿por que se fue la luz?

toda mi habitación estaba oscura, junto con el pasillo, y supuse que el resto de la casa también.

respiré temblorosamente y moví el cuerpo de tyler lejos de mi, lo que permitió moverme. poco a poco me puse de pie y di un paso, casi tropezando con el cuerpo de tyler que todavía yacía inerte en el suelo. por suerte, me estabilice antes de que pudiera realmente caer.

dios, realmente necesito una linterna. de lo contrario, no seré capaz de llegar a ninguna parte.

caminé a través de la habitación hasta que llegué a un muro, y puse mis manos sobre ella para ayudarme a encontrar mi camino hacia mi armario. encontré la puerta del armario en un minuto o dos, y de alguna manera encontré la linterna que mi padre me había dado hace unos meses para cualquier emergencia.

temblorosamente lo tomé en mis manos y apreté el interruptor de la linterna, encendiendo la brillante luz.

me mordí el labio con nerviosismo y moví a la luz alrededor de la habitación, deteniéndome cuando encontré el pasillo oscuro a pocos pies delante de mí.

respiré hondo y empecé a hacer mi camino a la sala, mi corazón latiendo aceleradamente dentro de mi pecho debido al miedo que estaba sintiendo y todas las preguntas que se desplazaban en mi cerebro.

¿alguien entro a nuestra casa? ¿por qué nos quedamos sin luz? ¿estaban todo bien? ¿dónde estaba maddie?

"¿mamá? papá?" llamé en voz baja, con la esperanza de que iba a encontrar a alguien así no estaría sola "¿maddie?"

estaba a punto de entrar a la habitación de maddie para ver si alguien estaba allí, cuando de repente me topé con el pecho de alguien.

perdí el equilibrio y tropecé hacia atrás, y alumbrando con la linterna hacia la figura, un ensordecedor chillido inmediatamente dejando mis labios.

Niall

jadee y llevé mis manos a mis rodillas, tratando de calmar mi respiración. mi corazón todavía latía aceleradamente en mi pecho, y gotas de sudor estaban en mis manos. mi cuerpo aun temblaba por mi encuentro cercano con la muerte.

"¿está bien, señor?"

alce mi cabeza para poder ver a la niña que había abierto la puerta para mí, estaba parada a unos pies de distancia, con una expresión de preocupación en su pequeño rostro. sus ojos color avellana eran grandes y llorosos, y su cabello castaño oscuro estaba sujetado en coletas pequeñas.

era obvio que ella sabía muy poco del peligro que había afuera durante esta época del año, y que ella nunca ha experimentado o presenciado alguna de las tragedias que vienen con esta noche.

"sí... lo estoy ahora. gracias por dejarme entrar" le di las gracias en voz baja, dándole una sonrisa triste. "¿cuál es tu nombre, cariño?"

"maddie" respondió ella, dando un pequeño paso adelante. "cuál es el tuyo?"

"soy niall"

"¿por qué estabas gritando por ayuda?" cuestionó de repente, tomándome por sorpresa.

abrí la boca para decir algo, pero fui interrumpido por los gritos bruscos de alguien que venia hacia donde estábamos.

"¡maddie! ¿donde estas? ¿y por qué abriste las puertas? podrías haber dejado que alguien en-" un hombre mayor, quien supongo era el padre de la niña, gritaba, sus palabras deteniéndose cuando entró en el garaje y sus ojos se posaron en mí.

quería decir algo para defenderme, pero estaba demasiado asustado que no pude encontrar la manera de decir algo.

"¿quien demonios eres, y que estás haciendo en mi casa?" el hombre me gritó, levantando su mano derecha en el aire para revelar un arma- una pistola.

lo primero que pensé fue decirle que era inocente y que no quería hacerle daño a nadie de cualquier manera, pero en lugar de hacer eso elegí mi segundo instinto. mis ojos se dirigieron hacia la puerta del garaje, que conducía al resto de la casa, y corrí. corrí velozmente dentro de la casa y lejos del hombre, que me gritaba que vuelva y le de una explicación. pero no podía.

¿y si no me creía y pensaba que yo estaba aquí para asesinar a uno de ellos?

¿y si el me mataba?

ignoré sus gritos y corrí hasta el primer tramo de escaleras que vi, con ganas de encontrar un lugar seguro donde pueda pensar un plan,  y esperando encontrar una manera de conseguir que el me escuche sin querer apuñalarme con un cuchillo.

cuando logre subir las escaleras, todas las luces de la casa se apagaron, por lo que todo se quedo completamente negro. excelente. esto es simplemente genial.

¿cómo se supone que voy a encontrar un lugar seguro para planear ahora? ¡ni siquiera sé dónde mierda estoy!

maldije en voz baja y caminé por el oscuro pasillo, casi tropezando con mis propios pies un par de veces antes de llegar a otra sala.

lentamente me di la vuelta y casi inmediatamente me estrellé contra alguien, haciendo que caiga hacia atrás.

ni siquiera pude parpadear antes de que una luz cegadora llenara mi visión, y un grito femenino hiciera eco en todo el silencio.




the purge :: njhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora