dieciséis

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Julissa

me senté al lado de niall por lo que me pareció una década, el único sonido era su respiración áspera y poco profunda.

no sabia que hora era ni cuanto tiempo había pasado desde la puñalada que había recibido por parte de axel. ni si quiera sabia si mis padres estaban bien, y sinceramente no me importa realmente si están o no bien en este momento. lo único que me importaba ahora, era la salud de niall, quien parecía irse por el drenaje a un ritmo peligrosamente rápido.

de repente, tosió, sacándome de mis pensamientos en cuestión de segundos.

"¿que pasa?" pregunte preocupada, moviéndome tan cerca de el como me fuera posible y poniendo mi mano contra su mejilla.

"nada, solo duele." exhaló bruscamente, sus palabras  rompiendo mi corazón en dos. "¿cuanto tiempo nos queda?"

"no lo se. ni si quiera se que hora es." suspiré, tirando de mi mano y frotándola sobre mi rostro, frustrada. "no podemos esperar mas, niall. deben de ser las siete ya. prácticamente esta claro afuera."

el tomo mi mano débilmente con su mano fría apretándola ligeramente, tratando de hacerme saber que estaba bien. "estoy seguro de que son casi las siete, jules. por favor, relájate, bebé."

me burlé, el calor subiendo a mis mejillas por la ira. "¿como se supone que debo relajarme? si no recibes atención medica pronto, vas a morir. ¡te vas a morir maldita sea! ¿tu realmente piensas que quiero hacer frente a la muerte de otra persona que me importa durante esto? ¡no, te aseguro que no!"

niall gimió y dejo caer su mano, haciendo que me arrepienta de haberme enojado con el. estaba gravemente enfermo y desangrándose, y aquí estaba yo gritándole, porque yo no quiero que el muera. ¿como en el mundo haciendo eso hará que algo mejore? no lo hará, y hasta que podamos llegar a un hospital yo debería confortarlo y hacerle saber que yo iba a esta aquí a pesar de todo esto.

"lo siento" le susurré, mis ojos llorosos por lo que parecía ser la enésima vez esta noche. "estoy asustada y no puedo sentarme aquí y ver que me dejas."

"lo sé, estaría haciendo exactamente lo mismo si esto fuera el revés" dijo, comenzando a cerrar los ojos, pero lo detuve dándole golpecitos en el hombro.

"no puedes cerrar los ojos" chillé, esperando sonar exigente, pero fue exactamente lo contrario.

 el se rió en voz baja, mirándome con gracia. "julissa, yo no iba a hacerlo. sólo iba a parpadear."

"oh" murmuré, dirigiendo mi mirada hacia el pasillo donde los pasos se acercaban hacia nosotros. "lo sabía."

tan pronto como mire, vi a mi madre y a mi padre caminando hacia nosotros, sus expresiones al instante pasaron a aliviadas, ya que me viendo viva y sana. pero eso fue hasta que vieron el cuerpo pálido y con sangre de niall en el suelo junto a mi. 

"oh, dios mío" mi madre habló, llevándose la mano a la boca con horror. "julissa, ¿qué pasó? ¿dónde está maddie?"

"axel" chillé, las lágrimas cayendo por mis mejillas de nuevo. "el lo apuñaló. no sé cuánto tiempo hace que fue. sólo sé que tenemos que llevarlo al hospital rápido, mamá. y maddie esta en el baño. le dije que cerrara la puerta y se quedara allí hasta que la buscáramos."

mi padre vino hacia nosotros y se arrodilló junto a la cabeza de niall, poniendo cuidadosamente una mano en su hombro. "¿cómo lo esta llevando, hijo?"

niall hizo una mueca de dolor, surgiendo a través de su pecho, pero no lloró, no atreviéndose a mostrar debilidad, moviendo la cabeza. "soportando."

"estarás bien. quedan sólo unos pocos minutos más hasta que anuncien de que la purga ha terminado, y entonces podemos llamar a una ambulancia." animó.

dejé escapar un suspiro de alivio, agradecida de escuchar esas palabras salir de su boca. estábamos cerca. eran casi las siete ahora. niall sería capaz de lograrlo. fue lo suficientemente fuerte para luchar contra esto, y el iba a vivir. todo iba a estar bien. todo iba a funcionar para nosotros.

"gracias a dios" murmuré, incapaz de creer que esto iba a terminar. "te dije que ibas a estar bien."

niall sonrió débilmente, sus párpados empiezan a decaer. "lo sé. creo que debería confiar en ti más a menudo, mmm?"

asentí, corriendo una de mis manos por su cabello lentamente para calmarlo. "si deberías."

el no respondió, pero me miró y cerró los ojos, un suave suspiro escapó de sus labios. sus acciones preocupándome, y deje de tocar su cabello y puse ambas manos en sus mejillas húmedas. "¿niall? niall, abre los ojos. tienes que estar despierto por un poco más de tiempo. después, puedes dormir, lo prometo."

murmuró débilmente, pero sin oír lo que le decía, haciendo que mi corazón latiera más rápido dentro de mi pecho.

no, esto no puede estar pasando. no ahora. no cuando sólo queda un minuto más o menos hasta que esto termine.

llevé mis manos a sus hombros y los sacudí, con la esperanza de que iba a funcionar. pero, lamentablemente, no paso nada.

"niall, no." entre en pánico, mi cabeza empezando a girar y mi visión tornándose borrosa por las lagrimas. "¡despierta, niall! 'no me puedes hacer esto! ¡dijiste que ibas a luchar! ¡ya casi va a terminar!"

mi padre trató de decirme que él aún no estaba muerto, pero yo no estaba prestando atención.

después de un minuto o dos, finalmente fui capaz de escucharlo, pero justo cuando abrió la boca para hablar, las sirenas que todos habíamos estado deseando oír durante las últimas doce horas sonaron, finalmente, marcando el final del evento. tan pronto como el sonido se detuvo más sirenas llenaron el aire, pero siendo éstas de policías, ambulancias y camiones de bomberos. estaba hecho.

la purga había terminado oficialmente por este año, pero ahora niall no estaba respirando.

the purge :: njhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora