Capítulo 16 | Positivo

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—Tienen suerte de que haya sido yo, un paparazzi hubiera amado una foto, deberían tener más cuidado —dijo Alice con tono fastidioso, burlándose de ellos.

—Es bueno verte, Alice —dijo Amy con sarcasmo.

—Ya sé, siempre es bueno verme... Aunque es más bueno verte, Ed. Te has puesto más guapo. ¿Esos tatuajes son nuevos? —empezó a decir, a lo que Amy sólo apretaba fuertemente el brazo de su novio. Se hizo un silencio muy incómodo—. Bueno, como veo que no están de humor para hablar, me iré. Hasta luego Ed —se despidió y se fue pavonéandose de un lado al otro.

Ed y Amelia se fueron a su habitación en silencio. No les había agradado nada su encuentro con la rubia que ya habían dejado en su pasado. Cuando se ducharon y se acostaron comenzaron a hablar.

—¿Crees que esté aquí a propósito? —preguntó Amelia.

—No lo creo —respondió Ed—. Tal vez sólo es una coincidencia. No creo que todavía te odie, ni mucho menos por lo que pasó conmigo.

—Si mi novio me hubiera terminado por otra claro que nunca me caería bien.

—Y si le sumas que su disco no tuvo éxito porque salió al mimso tiempo que el tuyo, aún más.

Alice se había incursionado en el mundo de la música. Ed opinaba que su música no era tan mala, sólo que era lo típico de siempre que se escuchaba en el radio. Nada especial.

—No hablemos de ella —comenzó a decir Amy—. Mejor terminemos lo que empezamos en la piscina.

Días después las vacaciones terminaron y Ed y Amy volvieron a casa queriéndose más que nunca. No se habían vuelto a encotrar a Alice y eso los ponía felices. Las actividades volvieron a la normalidad. Ambos trabajaban en su música, iban a fiestas, salían, viajaban y se disfrutaban el uno al otro. Pasaron las semanas y esa noche tenían que asistir a los Teen Choice Awards en donde ambos estaban nominados. Amy se puso un vestido blanco y Giselle se encargó de su peinado antes de que Ed pasara por ella para llegar a la alfombra. Bajaron de la limosina tomados de la mano y sonriendo. Ed la tomo de sorpresa y le dio un beso en la mejilla, a lo que ella sonrió. Todos los fotógrafos empezaron a sacar más fotos. Dieron muchas entrevistas y luego de varios minutos entraron al recinto. Tomaron su lugar, platicaron con varios amigos y los premios empezaron. Amy no se sentía nada bien. Estaba muy mareada. Justin Timberlake estaba cantando y ella apenas y podía disfrutar la presentación por lo mareada que se sentía.

—¿Estás bien, amor? —preguntó Ed, preocupada.

—Sí, estoy un poco mareada, pero no es nada.

—¿Has comido algo desde la mañana?

—No, tenía un poco de náuseas en la mañana así que no desayuné.

—Ahí lo tienes, apenas y salgamos de aquí iremos a comer.

—Pero tienes que ir a la fiesta, le prometiste a Niall que irías.

—Primero estás tú antes que nada.

—No pasará nada, ya me estoy sintiendo mejor. De verdad.

—¿Segura?

—Sí, muy segura —contestó Amy dándole un pequeño beso.

Los premios continuaron y Ed ganó todas sus categorías. Amy perdió la de "Mejor Fandom" contra Alice, que no habían visto que se encontraba ahí. Cuando terminó, la limosina la llevó a casa y Harry de One Direction se llevó a Ed en la suya.

Ed estaba borracho. Muy borracho. ¿Qué se supone que debía hacer? Todo estaba borroso, había mucha gente a su alrededor. De repente había labios sobre los suyos y una cabellera rubia que no era la de Amy. Se separó de inmediato. Diablos.

Cuando Ed volvió a su departamento, Amy sintió el peso del otro lado de la cama y el olor a alcohol demasiado penetrante. Se levantó de la cama y fue al sillón para evitar el olor, ahí se quedó dormida.

Amy se despertó y le llevo una aspirina y un vaso de agua a Ed para cuando se despertara. Sonrió al verlo acurrucado abrazando una almohada. Se acercó para darle un beso en la mejilla pero se alejo cuando vio lo que había en su cuello. Era un chupetón que estaba segura que ella no había hecho. Salió rápidamente de la habitación lo que causo que se tropezara y cayera con todo y el vaso, que se rompió en mil pedazos. Tenía cortadas en la mano pero no le importó, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos. Veía borroso, no podía hacer nada. La había engañado. Él. Ed la había engañado. Borracho o no. Había dejado que otra lo besara. Tomó sus cosas y rápidamente salió del apartamento. Bajó al vestíbulo y llamó a un taxi. El portero veía la tele y vio las fotos. Ed besándose con Alice. Sintió como el estómago se le revolvía. Quería vomitar.

Llegó a casa con lágrimas en los ojos. Después de meses de haber peleado por cosas inecesarias, había sucedido. Con Alice, con la rubia que había regresado y había arruinado todo.

Ed había despertado. Ella ya no estaba. Vio la aspirina tirada y el vaso roto en la sala. Vio un poco de sangre en la barra de la cocina. No había nadie. Corrió al baño y se vio en el espejo. Supo que había pasado. Ella había visto ese círulo morado en el lado derecho de su cuello. Maldijo en voz baja y llamó a su celular. Nadie contestaba. Sabía que estaría muy enojada si iba a su casa, por lo que dejó un mensaje en su contestadora diciéndole que tenían que hablar, que podía explicarlo, pero que tenía que calmarse por algunos días. Le dijo que la amaba y que eso jamás cambiaría.

Cuando escuchó el mensaje en la contestadora, Amy supo que no podía ignorarlo por siempre. Por mucho que no quiso pensar en esa posibilidad tuvo que hacerlo. Escuchó el mensaje mientras regresaba de la farmacia. Había comprado una prueba de embarazo.

Salió del baño con la prueba en la mano y la mente en frío.

La prueba era positiva.

Estaba embarazada.

Eres tú | Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora