Cap.- 13

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Llegó la noche y una gran luna llena acompañada de varias estrellas se posaron sobre el oscuro cielo. Los niños ya habían sido recogidos a sus hogares por sus padres, solo Mac y Jordan Chandler tenían permiso para quedarse a dormir en Neverland.

-No sabía que usabas pijama de autitos! -se dio la vuelta para mirarlo- Ni tampoco de osos panda.

-También tengo de Spideran, SuperMan y de la Guerra de las Galaxias -dijo Michael sonriente- Solo dime cual quieres.

-Haamm... Me quedo con el de SuperMan-

-Menos mal, mi favorito es de la Guerra de las Galaxias y no te lo iba a prestar! - Le sacó la lengua y ella torció los ojos- Toma, ve a cambiarte, yo iré a ver a los niños.

(TN) esperó a que Michael saliera de la habitación para poder cambiarse, ella no había traído nada de ropa ni zapatos, pues Michael la había robado de su apartamento esa mañana. Se miró al espejo y notó lo grande que le quedaba el pijama de SuperMan que había elegido.

Michael salió de la habitación directo al cuarto donde Mac y Jordan debían estarse cambiando también, tocó la puerta y al ver que nadie respondía decidió entrar. Empujó la puerta y vio a ambos pequeños recostados de panza sobre las camas, durmiendo. Sonrió de inmediato y recostó a cada uno en sus respectivas camas.

-Están muy agotados -dijo una suave voz desde la puerta-

-Se dio la vuelta asustado- Dios! Me espantaste!

-Oh, lo siento -entró a la recámara con los brazos cruzados-

-Lindo pijama -evitó reírse- te queda...

- Enorme! -rió-

- Pero te vez bien -le ofreció una cálida sonrisa- Haammm.. Deberíamos dejarlos descansar, si no los haremos despertar y no quiero eso en absoluto. Tienes hambre? Puedo prepararte algo rápido.

- Un emparedado de jamón no vendría mal -le devolvió la sonrisa-

Apagaron las luces y ambos se dirigieron a la cocina. Un silencio incómodo se hizo presente en el camino. Al parecer todos los empleados se habían retirado también, solo el sonido de las pantuflas de Michael y (TN) se escuchaba en los pasillos, Michael estaba muy nervioso. En total silencio llegaron a la cocina.

-Ok, quieres de jamón? De queso? - Michael rompió el silencio- Una doble?

- De jamón, por favor -abrió la nevera y sacó una jarra con jugo de naranja- Oh! Amo el jugo de naranja.

-Lo sé, también yo -preparaba los sándwiches- Quieres aderezo? O salsa picante?

-Aderezooo.. adeerezoo! Aaaderezoo.. -dijo cantando-

- Ok - reía del inesperado canto de su amiga. Se dio la vuelta y de una de las gavetas sacó un recipiente con tapa de plástico y puso los sándwiches en su interior. Se dirigió a una de las esquinas y alzó una pequeña canasta, la puso sobre la meza y empezó a doblar un mantel a cuadros verdes.-

-Que haces? -Preguntó curiosa, no entendía que estaba haciendo Michael-

- Tendremos un picnic!

- Un picnic? En la noche?

- Hay algo de malo con un picnic bajo las estrellas? -la miró a los ojos-

- Es fantástico, Michael -sonrió de oreja a oreja-

Jugo de naranja, emparedados, servilletas, velas, vasos y chocolates fueron ubicados dentro de la canasta. Una enorme luna y cinco billones de estrellas los esperaban al cruzar la puerta. Podía existir algo mas lindo y dulce que un picnic a la luz de la luna?

Chicago (Michael Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora