Cap.- 7

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Colgó el teléfono e inmediatamente fue a alistarse. Se puso un elegante vestido negro pegado a su figura y un par de tacones altos que completaban su look.
Dejó su pelo suelto y en su rostro se matizaba el maquillaje color piel y un poco de sombras color aqua sobre sus párpados.
Se miró en el espejo y vio la viva imagen de su madre. Sus ojos, sus labios, la tez de su piel, todo en ella era igual a como recordaba a Margoth... su madre.
Mares de tristeza la inundaban al recordarla; su mente y sus recuerdos viajaban atraves del tiempo y llegaban a ese trágico dia cuando su madre murió. La impotencia y el coraje de no haber podido salvar su vida la atormentaban día a día.
De pronto una lágrima recorría su mejilla y la espina del dolor atravesaban su corazón.
Con su mano derecha limpió esa amarga gota, mientras que en tristeza se ahoga su alma.

Pero, ahora no era momento de llorar; para eso existen los días nublados, cuando las cristalinas gotas de agua chocan con la ventana, alzas la vista al cielo y lo único que ves son las inmensas nubes grises que amenazan con una tormenta.

Con un nudo en la garganta se dio un último vistazo en el espejo, tomó su bolso y salió de su morada rumbo a Neverland.
Sus labios dibujaron una falsa sonrisa sobre su pálido rostro, pero sus ojos la delataban, con tan solo mirarla fijamente transmitía su dolor.

Sentados sobre la fina alfombra aterciopelada; rodeados de libros y de fondo una suave música clásica, que hacia más ligero el ambiente, se encontraban conversando cómodamente.
Ella vestía un hermoso vestido, que cuando cruzaba las piernas, las dejaba descubiertas dándole un estilo elegante y sensual al mismo tiempo. Él, escondía su mirada bajo ese típico sombrero negro, mientras jugaba con una pequeña pelota de tenis.

Michael: No!

Xx: ¡Solo inténtalo!

Michael: Volver? Dime que sentido tiene si ellos mismos me expulsaron!

Xx: No debes abandonar tu fe Michael. Si yo no pensara que es es lo mejor para ti, no te lo diría! no a ti que eres la persona mas terca en la faz de la tierra.

Michael: Jamás abandoné mi fe Janeth -suspiró- Tú mejor que nadie lo sabes. No se necesita de ninguna religión para creer, no necesito de ellos para amar a Dios.

Janeth: Michael! que cosas dices ¡Por Dios!.

Michael: Es cierto, y lo sabes. Yo amo a Dios, creo en Dios, tengo toda mi fe puesta en él. Y ya no quiero seguir hablando de esto ok?

Janeth: Solo promete que lo pensaras. -Suspiró-

Michael: -miró a la ventana evadiendo su comentario-

Janeth: Michael, te amo y por eso deseo lo mejor para ti.

Michael: Necesito tiempo para pensarlo. Prometo consultarlo con mi almohada.
Te quedas a almorzar? - cambio de tema mientras lanzaba la pelota al aire-

Janeth: Como digas -suspiró inconforme- -Y... me encantaría, pero tengo mucho trab..-

Michael: - interrumpió- Ohh.. quédate campanita! Hace mucho que no nos reuníamos, y además quiero que conozcas a alguien muy especial.

Janeth: De quién se trata? Si es uno de tus amigos, no gracias; No estoy disponible.

Michael: No tontuela, esta vez no se trata de algún admirador secreto. - rió- Ya te hablé de ella, tú misma me dijiste que ya querías conocerla.

Janeth: ¿?.. ¡Oh! ya sé de quién me hablas. (TN)?, ese es su nombre verdad?

Michael: -sonrió- Sí, ese mismo es su nombre.

Janeth: Esta bien, pero solo porque me muero de ganas por conocerla y saber porque te trae así hermanito.

Michael: 0.o! Así? como? -levantó una ceja-

Chicago (Michael Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora