CAPÍTULO 6.
—Miren quién decidió aparecer —Deborah sonríe y cruza sus piernas.
—Sólo vengo aquí a aclarar las cosas —le advierto mientras me acerco a ella y tomo una de las sillas de su gran habitación.
— ¿Qué tipo de cosas, Nathan? —pregunta sin dejar de sonreír pícaramente.
—Nosotros.
— ¿Nosotros o de tu querida amiga Amy? —arquea una de sus perfectas cejas castañas y yo suspiro poniendo los ojos en blanco.
—Ambas cosas.
—Muy bien. En primer lugar, entre nosotros hemos dejado muy en claro que no hay nada desde aquella vez que Cort se puso como un jodido histérico, ¿y de tu pequeña Amy? Oh, verás, no tengo ningún interés en hablar con ella, ni siquiera tengo la mínima curiosidad por querer conocerla. Quizá es otra de tus niñas que son inocentes hasta la mierda y no soportan un comentario sarcástico.
—Deborah...
— ¿Qué? Es la verdad Blake. Su pérdida me vale una mísera mierda, si esa chica quiere alejarse de ti, perfecto pero, te aseguro que si te ve conmigo o alguna otra zorra, va a ponerse celosa —cierro los ojos un momento y ella vuelve a hablar— y, para terminar con mi sermón, no vengas aquí de nuevo a menos que quieras follar conmigo, porque yo no voy a darte consejos para recuperar a tu chica que seguramente, sólo quiere distanciarse de ti y olvidarte.
—No tienes por qué ser tan jodidamente dura conmigo. ¿Acaso eres tú la celosa? —Inquiero hacia ella y bufa rodándome los ojos.
— ¿Yo? ¿Celosa de esa mocosa?—se ríe carente de humor y continúa— Kenneth, será mejor que vayas a hacer algo mejor lejos de aquí si vas a pensar que estoy celosa de una niña como Amy.
—No hables así de ella.
—No me hables de ella.
Nos quedamos en silencio y ella se cruza de brazos y me fulmina con la mirada. Mientras yo, por otro lado, tenso la mandíbula y le ruedo los ojos.
—Bien, me iré —me levanto de la silla y cuando estoy a punto de salir, su voz me detiene.
—No venías aquí para hablarme de Amy, ¿cierto? —suspiro harto de ella y me vuelvo para encararla de nuevo.
—No, planeaba follarte hasta que perdieras la razón, pero, sigues siendo la misma perra de siempre, y preferí no hacerlo —y sin más, salgo de su habitación arrepintiéndome por haber venido aquí en primer lugar.
A la mañana siguiente, me despierto temprano para hacer algo de entrenamiento sin interrupciones. Son las cinco de la mañana cuando ya me encuentro entrenando. No hay nadie a esta hora lo cual lo agradezco, en el Sector dos entrenan a esta hora o más temprano.
Golpeo con fuerza uno de los sacos que cuelgan del techo, sólo tengo puesto unos pantalones negros ajustados y rasgados por las rodillas, unas botas del mismo color, y una camiseta blanca sin mangas que ahora por el sudor se ha ceñido a mi torso. Mis nudillos los tengo cubiertos con la cinta blanca y el polvo para evitar que me transpiren las manos.
Golpeo el saco centrándome únicamente en el dolor en mis nudillos y en cuántos golpes logro atestar. Veintidós..., veintitrés..., veinticuatro...
Me alejo un poco del saco con la respiración agitada. Lo observo como si fuera mi peor enemigo y espero unos momentos hasta poder conseguir mi respiración normal.
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Dark Mind 2
Science Fiction(OJO: Tienes que leer Dark Life primero, ya que esta es la secuela de la misma, a menos que quieras spoilearte claro. La puedes encontrar en mi perfil.) DARK MIND. (2) Mente Obscura. Después de la pérdida que Amy sufrió, ya no es la misma. Ya no es...