Madrugadas de poesía estilo Urbina.

Yo poeta, ella letra.

Estoy en medio de un largo lapso de no saber de ella, si alguien sabe algo que me digan y diganle esto:
yo estoy bien pero me conmueve no saber de tu sonrisa,
dime si esos ojos aún brillan como siempre o si aún están apagados como aquella última tarde que nos miramos
y es que de cierta manera me importas, pero no creas que mi alma todavía se vuelve loca,
hace mucho dejé de soñar,
aterricé
y noté
que
lo nuestro
ya no
era
lo mismo
y que estabamos
cayendo
al vacío
de un
a
b
i
s
m
o.

Por lo mismo, preparé mi equipaje y viajé con ritmo hacia donde no existe el sinismo, ninguna clase de desamor o de exclusivismo contra los que vamos y amamos incluso sin saber de turismo en el romanticismo.

Te esperé mucho más que a este viaje, por ende no pensaba ni en pagar el pasaje y seguir esperando por ti aunque ya no fueses parte de mi paisaje pero es que niña, contigo te llevaste las manos con las que lo dibujaste.

Yo
era
la
poeta
y
tú
la
letra.

Jamás imaginé que solamente estarías aquí de paso, puesto que todo el tiempo hicimos las cosas despacio,
nos quisimos despacio
nos enamoramos despacio
nos amamos despacio
y por supuesto, hicimos el amor despacio.

Ahora no hay espacio en el espacio para otro poema más de otros tantos.

Y entre amarte tanto, no me queda más que guardar este amor aunque mi pecho no dé a basto, pero no lo presto, no lo cambio, mucho menos lo subasto.

Y sostengo que te pienso, que te quiero, que anhelo verte detrás de mí en el espejo pero éste mismo me mira con miedo, insinuando que mi corazón es un pendejo y no por latir lento, sino al contrario, por que incluso hoy no te dejo ir muy lejos de mis sentimientos.

Y no creía que lo diría pero sí pensé que algún día lo transmitiría por medio de lo que amo tanto, la poesía y te hice tan mía como aquellas tildes y comas que en las cartas te escribía,
tan mía como la risa que me dedicaste por tantos días,
tan mía como tú, quien estuvo enamorada del alma mía.

Y la verdad es que no me entrené por si en algún momento te llegaba a perder, por eso hasta hoy en día no sé que más podría hacer pero si quisiera saber si te encuentras bien o si andas en un ajetreado vaivén pero sea lo que sea y cuando gustes ven, no pretendo ver como hoy en día eres un rehén de yo ya no sé ni de qué.

- L.U.G
Madrugadas de poesía estilo Urbina.

4 de enero de 2016, 1:46 AM