Un te quiero sincero distinto al resto.

140 10 3
                                    

Sin darnos cuenta nos estabamos pensando a la misma vez.

Sin darnos cuenta nos echamos de menos a la misma vez.

Sin darnos cuenta estabamos viendo el mismo atardecer.

Sin darnos cuenta esperabamos por este querer tan escondido y evadido que sin embargo ya no lo queremos perder.

Sin darnos cuenta este querer ha crecido tanto que como un tema secundario no lo vamos a poner.

Sin darnos cuenta este querer nos desafía, nos hace pensar si de verdad nos vamos a atrever.

Sin darte cuenta me has buscado para que te vaya a socorrer.

Y sin darme cuenta estoy aquí para cuando sientas que vas a caer.

Es sólo que... Sin darnos cuenta ya nos empezamos a querer.

Y siendo así te cuidaré, te alegraré.

No llores, no sabes lo preciosa que te ves cuando ríes y no te puedes detener.

Ya no debes huir o correr
o puede que
los dos verbos a la vez vayas a escoger
pero, aquí estoy yo que sin darnos cuenta ahora soy quién te ha de proteger.

Abrázame, frente a ti me vas a tener.

Bésame, estoy esperando allí para poderte ver.

Quiéreme, yo no soy de las que están ahí deseando verte caer.

Quédate, si vine aquí es porque a los sitios dónde no estés no considero volver.

En fin... Créeme...

No te voy a lastimar ni mucho menos voy a romper algo de tu ser.

   Te espero con la misma sonrisa que siempre te he dejado ver, a la misma hora de ayer sentada en el atardecer, en el lugar aquél dónde creer es sinónimo de "algún cariño debe de haber".

   Te quiero ver crecer como esta flor que traigo entre mis manos y que pronto vas a sostener porque yo te la regalaré para verte así de feliz sin que pienses en qué rayos irá a suceder.

Te quiero.

   Te quiero ver, sorpender, te quiero comprender y simple y sencillamente te quiero, te quiero querer.

— L.U G
8 de mayo, 2016 • 2:00 AM ⌚

Madrugadas de poesía estilo Urbina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora