=Scott
Hoy es un buen día para cabalgar. Me dije al tiempo de que me desesperezaba y me disponía a comenzar con la rutina de aseo.
Salí de la rectoría y me encamine al pequeño establo. Alegrandome de haber traído a Nilo conmigo.
Después de pasar un mes en casa de mi hermana,hace unos días decidí que era el momento de regresar a Londres. Aunque es agradable estar con Bianca y su familia,deje muchos asuntos pendientes al venir aquí.
Entre a la casa después de la larga cabalgata y un agradable olor me condujo a la cocina. El hambre me carcomia pero me detuve a observar la escena frente a mí,eran Bianca y Fanny- mi sobrina de 6 años-, preparando el desayuno. Verlas en aquella situación me hizo pensar en que tal vez ahora yo podría tener una familia.
—¡Tío Scott!—gritó Fanny y corrió hacia mí.
—Hola pequeña cocinera— le dije y la alce dandole vueltas por el aire causando que riera muy fuerte.
—¿En verdad tíenes que irte tío Scott?—me preguntó la pequeña,poniendo unos ojos suplicantes.
—Así es niña linda— le respondí mientras me sentaba y la acomodaba en mis piernas— pero te prometo volver en cuanto pueda.
—Está bien, pero no tardes mucho en regresar.
—Querida— la llamo su madre— ,necesitamos mas huevos ¿podrías hacerle una visita a las gallinas?
—¡Sí!—salto emocionada de mis piernas,corrio a sacar una pequeña canasta y salió a toda prisa.
La niña se alejo hasta perderse de vista,Bianca se limpio las manos en el delantal y me miro en silencio por unos instantes,después dijo:
—Scott,tenemos que hablar— pronuncio algo seria,cosa que me extraño.
—Sí claro,dime— le dije mientras la instaba a sentarse junto a mí.
—No me agrada la idea de que te regresas a Londres— me tomo de las manos —,estoy preocupada de que vuelvas a lo de antes yo...—se le quebro la voz y comenzo a llorar.
—Tranquila,no tienes de que preocuparte— le dije abrazandola y acariciandole el cabello.
—¿Cómo quieres que me quede tranquila,después de todo lo que ocurrio? —levanto la vista y me miro con sus ojos llorosos—.Tengo miedo de perder a mí único hermano.
Seque sus lagrimas con mi pulgar y le sonreí.
—Todo estará bien,te lo aseguro. Este mes me ha hecho reflexionar y entender que lo que hize estuvo mal. Y se también que no sera algo sencillo pero,te prometo que intentaré empezar de nuevo.
—Está bien,te creo— asintió,aunque sospecho que no muy convencida.
Yo queria seguir la charla y convencerla por completo de lo que le decia pero no pude,Charles White -mi cuñado y el encargado de la rectoría entro cargado de un gran ramo de lilas.
—Para la esposa mas bella que un hombre podría tener— dijo y le tendio las flores.
Ella las acepto encantada y acto seguido se besaron de una manera que me hizo incomodar. Carraspee un poco para hacerles notar que aún seguia aqui. Ellos se separaron y me miraron incomodos.
—Espera, ¿haz estado llorando?— cuestionó con el ceño fruncido.
Charles es un buen hombre pero muy poco observador.
—Sí,algo— le respondió.
—Puedo suponer que ya le diste la noticia a tú hermano.
Mí hermana nego moviendo la cabeza.
—¿Qué noticia?— pregunte muy interesado.
—Estoy esperando un bebé.
La sonrisa de Bianca era enorme y resplandeciente al igual que la de Charles. Les dí mis parabienes muy feliz y debo confesar que en el fondo siento envidia de ellos y es que son dichosos y se aman tanto que se les nota a millas de distancia.
Yo sin embargo no lo soy.
ESTÁS LEYENDO
Camino al Amor
Исторические романыEl matrimonio de Louisa Peniafort con uno de los hombres más ricos del condado se realizaría en tan sólo seis meses y aunque ella lo hubiese aceptado,su corazón aún se revelaba a la idea de casarse sin amor. Así sin mas opciones se embarcó en un via...