»Sueños«

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Estaba cansado. Me faltaban solo unas cuantas millas para llegar pero no queria morir del cansancio en el trayecto. Así que decidí buscar un lugar donde pasar la noche.
Al llegar a la posada deje al caballo con el mozo y le extendí a este un par de monedas para que alimentara y cuidara bien de Nilo.
Me introduje en el establecimiento y una señora un tanto jóven me atendió solicitá. Supuse que seria la esposa del posadero.

—Dígame señor ¿en qué puedo ayudarlo?— su tono de voz y sus modales eran corteses y educados,me pregunto que hará una mujer educada de posadera.

—Necesito una habitación.

—Bien, ¿algo más?

—Sí,un baño y algo de cenar.

—Con gusto,si me permite— hizo una leve reverencia y se retiró.

A los pocos minutos estaba de vuelta con una jovencita de no más de catorce años y se dirigio a mí.

—Olive lo llevara hasta su habitación.

—Gracias—le dije seco y me dispuse a seguir a la muchacha.

Esta caminaba un tanto vacilante y me miraba de reojo como esperando que yo hiciera algun movimiento fuera de lo normal. Estaba asustada. Pobre niña ¿acaso no se dan cuenta que al enviarla con los clientes alguno podría aprovecharse de ella? Si no es que ya lo hicieron.
En fin,la niña abrió la puerta, entro a encender algunas velas de cebo y se quedo junto a la cama con la cabeza agachada, ¿pero qué rayos? Me pregunté al tiempo que entraba yo también.

—Ya puedes irte— le dije señalandole la salida.

Ella asintió y se apresuro a salir.La habitación no era presisamente la mejor pero estaba limpia y se veía comoda eso era la que necesitaba al menos por esta noche.
Me tumbe en la cama a esperar y cerre los ojos mientras la inconsiencia se apoderaba de mí undiendome en un profundo sueño.

Te amo...

Escuche decir a una hermosa voz y me giré para encontrar a la dueña de la misma. Y la ví,su cabello castaño y largo enmarcaba a la perfección su bello rostro. Mis ojos se posaron por instinto en aquellas pupilas verdes que me robaron hasta el alma...

Los golpes en la puerta me sacaron de aquel tormentoso sueño.

—Adelante— emiti con voz ronca mientras me incorporaba.

La muchachita de momentos atras ¿cuál era su nombre...?bueno eso no importa,entro cargada con una charola y tras ella otros dos niños traían baldes de agua. Después que terminaron de disponer todo los despache igual que un momento antes,dandoles claro una gratificación.

El contacto del agua caliente con mi cuerpo dolorido y cansado me relajo al instante y sentí el deseo de seguir durmiendo pero no tenia la intención de soñar con ella de nueva cuenta.
Comprobe sin embargo que mi resolución estaba errada puesto que en cuanto termine la cena y me deslice dentro de las sabanas los sueños comenzaron a hacer mella en mi subconsiente y lo odiaba,odiaba no ser capaz de olvidar el pasado parecía que cuanto mas me esforzaba por apartarlos,aquellos recuerdos regresaban y me golpeaban con mas fuerza de la que yo era capaz de soportar. Me veia envuelto en un circulo vicioso que debia romper a toda costa. Mí vida ya no giraba en torno a ella,además le había hecho una promesa a Bianca la cual tenia toda la intención de cumplir y por si eso no fuera suficiente también me haria una promesa a mí mismo: Jamás volver a albergar ni el mas mínimo sentimiento de caracter amoroso en lo que me reste de vida.

Camino al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora