»Viejos Conocidos«

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Louisa

El paseo estaba resultando de lo más entretenido. Desmontamos a petición de Sophia, atamos los caballos a un árbol y seguimos el recorrido a pié.

No era mi costumbre quedarmele mirando a otras personas, sin embargo noté que allí era algo bastante común, ya que las miradas de los demás paseantes no dejaban de posarse sobre nosotros.

—¿Lord Hastings? —nos cortó una voz masculina y nos giramos para observar mejor al dueño de esta.

—El mísmo —respondió, y le saludó con gesto amable.

—Creí que ya no te volvería a ver por esté rumbo— dijo sorprendido, respondiendo al saludo.

—Tengo muchos negocios aquí en la ciudad— carraspeo un poco y enseguida continuó. —Si me permites quiero presentarte a las señoritas, Louisa y Sophia Peniafort. Señoritas, les presento a lord Vader.

—Un verdadero placer, estimadas señoritas. Pero llámenme Anthony, por favor—hizo una educada inclinación a forma de saludo a la que correspondimos.

—Encantada de conocerlo, Anthony —susurro Sophia y le sonrío.

Estuve a punto de echarme a reír al ver los intentos de seducción de mi hermana. Era algo muy gracioso de ver.
Sophia no le quitó los ojos de encima en ningún momento y sentí que estuvo a punto del desmayo cuando se ofreció a acompañarnos el resto de la tarde. Era un hombre encantador, sin duda, además de bien parecido. Su charla era agradable y sus modales los más correctos que ví. Estaba hablandole a lord Hastings sobre la última inversión que había realizado, cuando una dama no demasiado mayor se dirigió a nosotros. Portaba un luto riguroso y su andar era regio y distinguido.

—Buenas tardes, caballeros —inclinó levemente la cabeza y siguió hablando sin esperar a que el saludo le fuera devuelto.—Debo confesar que mi único propósito al reunirme con ustedes fué el de averiguar quiénes son estas señoritas— dijo sin más.

Mi asombro y el de Sophia podían palparse en aquél momento. Nunca nos habíamos topado con una dama que no se anduviera con rodeos.

—Por supuesto que puede saberlo, lady Chatterley— se adelantó lord Vader— tengo el privilegio de presentarle a las señoritas Louisa y Sophia Peniarfor, señoritas, lady Chatterley, condesa viuda de Brent.

—Es un honor, lady Chatterley —respondí un poco insegura, esa mujer me ponía nerviosa. Su mirada era profunda siendo consciente de su superioridad.

—Para mi también lo es, jovencita.

Lord Hastings estaba rígido y apretaba los puños a sus costados. Vino a mi mente la idea de que tal vez su relación con la condesa viuda no fuera la más óptima. Así que finji interés por una parte del parque lo más alejada posible y propuse ir de inmediato tomando como pretexto que esa era la última que nos faltaba por recorrer.

—Si nos disculpa —intervino nuevamente lord Vader, al parecer consciente de la incomodidad que el encuentro estaba propiciando—, aún queda mucho parque para mostrar a las invitadas.

—Por supuesto. Ya habrá otra ocasión para conocernos mejor, señoritas.

La condesa se retiro igual que como había llegado y sentí que un gran peso se iba con ella. Suspire tranquila y concentré mi atención en lo que lord Vader decía a Sophia.

Aquél hombre me agradaba mucho.

Nota: Hola 😊 Se que es corto, pero es una buena señal. Agradezco de antemano por esperar, nos leemos mucho muy pronto.

Camino al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora